La magia mas poderosa

Hola de nuevo.

Ya sabía que es lo que tenía que hacer, solo me faltaba el cómo. Niod dijo que la única forma de entrar en los sueños de alguien más es cuando este ser se lo permite, lamentablemente Hinie es incapaz de otorgarme permiso por lo que la situación solamente es desfavorable.

Sin mucho que hacer me senté al lado de Hinie mirándola, no tenía idea de que cosas debía realizar, pero lo que si sabía es que no importa que fuera al menos lo intentaría, si he de desaparecer para traerla de regreso, que así sea; un hada encerrada toda su vida que por fin puede salir al mundo exterior, ¡No puede ser así como termina! Niod dijo que no podía hacer algo mas ya que sus conocimientos no eran los suficientes, después de ello se alejó caminando lentamente murmurando: “Debo encontrar una solución” hasta que ya no pude verlo, como ella es un hada y su cuerpo difiere mucho del de nosotros los humanos (internamente) ella no respiraba y esto daba la impresión de que estuviera muerta, llegue a asustarme innumerables veces por este hecho y le tocaba la mano para sentir su calidez y con esto tranquilizarme un poco, lo curioso es que cada vez que tocaba su mano podía sentir algo más que no era simplemente esa calidez, sino un sentimiento que no puedo explicar de alguna manera, era como si pudiera ver lo que ella veía, por solo unos segundos cada vez que nuestras manos se tocaban podía ver un mundo muy lindo y florido y ella caminando al lado de una persona sin una forma definida, aunque probablemente soy yo.

Me senté colocando mis piernas en forma de mariposa, baje su mano de la mesa donde se encontraba y abrazándola con las mías cerré mis ojos intentando quedarme dormido, no sabía si funcionaria, pero quizás si duermo mientras estamos en contacto podríamos compartir aquel sueño y con ello traerla de regreso; 5 minutos tras cerrar los ojos todo de torno oscuro, los sonidos del bosque donde me encontraba habían desaparecido y aunque quisiera abrir los ojos no podía, mi voz no salía y mi cuerpo no se podía mover. Poco a poco fui siendo capaz de moverme y mis ojos comenzaron a abrirse un poco, aunque lo único que podía ver era un profundo color negro que abarcaba una zona que no podría decir con certeza su extensión; justo como antes una flama de color azul se hizo visible a lo lejos, pero a diferencia de antes se encontraba mucho más lejos, esforzándome con toda mi mente en ello intente pararme pero era como si hubiera olvidado como ponerme de pie o mover mis extremidades, cada vez que intentaba levantarme mi cuerpo me desobedecía y caía al suelo y por la falta de coordinación no podía defenderme y me golpeaba el rostro o alguna otra parte de mi cabeza al impactar con el suelo, pero esto no me detendría… Claro que no, arrastrándome por el suelo me fui acercando más y más hacia aquel fuego hasta que pude estar cerca de él (para lo cual paso mucho tiempo…) La flama era realmente gigantesca teniendo quizás una altura de 3 metros con una anchura de 2, no era incandescente e iluminaba una parte pequeña de esta oscura habitación demostrando un suelo que parecía estar hecho de agua aunque al intentar tocarlo daba la impresión de ser un suelo sólido y liso; lo cierto es que lo importante no era la habitación sino el fuego en si (vaya dato, ¿no?) Pues al prestarle atención pude ver que dentro de él se encontraba Hinie atrapada aunque sin ser consumida por este fuego, apenas verla grite con todas mis fuerzas: “¡Hinie!” aunque como pueden suponer no fui escuchado y ella ni siquiera mostraba indicios de estar consciente en lo más mínimo, logrando una coordinación ligeramente mayor que antes pude erguirme un poco más ayudándome de mis brazos para mantener el equilibrio y de una forma realmente torpe trate de atravesar el fuego para sacar a Hinie de ahí, evidentemente las cosas no serían sencillas mas no por la razón que piensan… Cuando mi mano entro en contacto con este extraño fuego se pensaría que mi mano sufrió una quemadura pero no fue así… sino todo lo contrario, en cuanto hubo contacto mi dedo fue completamente congelado, no me dolía… Pero ya no lo sentía, mis terminaciones nerviosas quedaron completamente destruidas y mi dedo era simplemente un pedazo de carne inservible que adornaba mi cuerpo ahora, no se necesitaba ser un genio para saber que si se me ocurría atravesar ese fuego con mi cuerpo moriría,  “¿pero que se supone que debo hacer?” pensé; Las opciones no estaban en el aire o en algún otro sitio sino en mis mismos recuerdos: “Eres su contenedor” Fue una frase que paso por mi cabeza y que me hizo pensar que ese fuego helado era causado por la falta de su magia, solo me tocaba averiguar cómo hacerle para que la magia que mi cuerpo tiene ahora pase a ser de ella nuevamente…

Al ver que tocar esa cosa no era una opción, quizás lo que debía hacer era de alguna manera lograr expulsar el exceso de magia de mi cuerpo, me senté al lado de ese extraño fuego helado coloque mi mano delante y empecé a hacer fuerza intentando “expulsar” magia, claro que la magia no me obedeció ni en lo más mínimo… Un poco alterado golpee mi propio brazo derecho con el izquierdo gritando: “¡Sal!”, como si la magia pudiera entenderme y salir de esta forma, pero pues las personas cuando se molestan tienden a pensar menos y actuar más, un grave error a veces.

Cuando mi brazo no pudo soportar más dolor auto infligido, deje a ambos caer a mi cuerpo, abrí los ojos y solamente me quede observando el fuego, nada más. Pues aunque quisiera hacer otra cosa no sabría que podía hacer; al ver el fuego moverse note que sus movimientos poseían una forma no característica de un fuego común sino que se movían de la exacta manera en que Hinie movía su dedo cuando controlaba el agua… Sin mucho que perder volví a levantar mi mano y comencé a girar mi dedo imitando el cómo lo hacia ella, nada paso… Pero mi mano no se detuvo, aun y cuando lo intenté mi mano se mantenía moviendo intentando hacer girar a ese fuego, ese fuego comenzó a acercarse más a mí y completamente aterrado pues lo que había hecho antes seguramente volvería a ocurrir intente desesperadamente atraer mi mano hacia mí, pero no pude lograrlo. El fuego entro en contacto con mi mano una vez más congelándola por completo y logrando que perdiera todo el sentido del tacto de ella, pero esto no se detuvo ahí, el fuego continuo avanzando por todo mi brazo aun con mi dedo en movimiento congelándolo todo y dejándolo prácticamente inservible, pero una vez más aquí no acabo… Siguió extendiéndose hacia todas mis extremidades dejando únicamente mi cabeza descubierta, no me dolía en absoluto pero ya no podía sentir nada de mi cuerpo e incluso me daba la sensación de estar muy pesado, el fuego continuo disminuyendo su velocidad hacia mi cabeza cubriéndola por completo e impidiéndome respirar, mis pulmones me exigían oxigeno pero por la situación en la que estaba me era imposible respirar y mi cuerpo empezó a presentar un ataque por falta de oxígeno, y aunque no me dolía estaba sufriendo como nunca antes en la vida lo había hecho, al menos el cuerpo de Hinie ahora estaba fuera de este fuego y si el mío se mantenía aquí, probablemente el de ella podría estar a salvo.



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En el texto hay: amor, magia, retos

Editado: 26.03.2021

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