NARRACIÓN DE HINIE.
Creí que el dolor desaparecería con el tiempo, pero ya ha pasado un mes desde que él se fue… y la magia que fluye en mi cuerpo no hace más que llorar al igual que mi cuerpo. Aquél día cuando dijimos adiós algo se rompió; sé que lo hizo por un buen motivo, las leyes nos impiden estar juntos, pero, ¿qué costo traerá intentar romperlas o cambiarlas?, ¿será alguno que estamos dispuestos a pagar? O aún mejor… ¿Uno que estemos preparados para pagar…?
La ciudad donde crecí de ser un lugar hermoso paso ser un sitio donde lo único que recordaba era mis tiempos fuera de ella, sé que no fue mucho… Pero no es por el hecho de estar fuera por lo que le extrañaba, sino por quien me acompañaba mientras me encontraba allá y no aquí. Caminar a lo largo de la ciudad ya no era suficiente para mantenerme despierta, incluso ya no era suficiente para calmarme, cada paso que yo daba era seguramente uno que el también avanzaba, la diferencia es que yo camino en círculos a lo largo de la ciudad y el en línea recta hacia probablemente su final…
Ella siempre ha sido una gran líder, y nos trata a todos con mucho amor y respeto… y gracias a su orgullo de reina y de hada, nos da coraje para no sentirnos inferiores, sino todo lo contrario, enorgullecernos de nuestra pureza. Recordando esto, intente convencerme a mí misma con las palabras que la reina misma me ha dicho, el volverá… Espero que sea pronto.
NARRACIÓN DE NÉRUO
Después de ser rechazado por los guerreros humanos me vi en la necesidad de encontrar mi camino fuera de esta ciudad e ir hacia algún sitio donde pudieran entrenarme; el plan era simple: caminar y pelear con todo lo que viera hasta que mi habilidad fuera elevándose poco a poco, solo que jamás se me ocurrió tomar en cuenta el tiempo que esto me llevaría… Durante mis andanzas llegué a un pueblo que nunca había visto justo a 3 días de camino hacia el oeste de la ciudad de los humanos, en este sitio las cosas son realmente malas, el terror y la maldad circundan el aire tal cual lo hacen las aves y vivir aquí es un reto que solo los más audaces podrían lograr; basta y sobra decir que en las primeras horas después de llegar fui emboscado por varios de los habitantes de aquí, me golpearon hasta dejarme casi inconsciente y me robaron mis pocas pertenencias, incluyendo mi arma… Claro que apenas recobrar el conocimiento, me levante y comencé a investigar donde se encontraban para recuperar esa arma, no sé qué haría si la llegasen a utilizar para algo malo, no es un arma creada para hacer el mal, sino todo lo contrario.
Preguntando a los habitantes del pueblo y describiendo a los sujetos que me habían asaltado la mayoría de los pueblerinos me dijo el mismo nombre: “Seucerinos”, no entendí a la primera que era eso de “Seucerinos”, pero a lo largo de la repetitiva respuesta pensé que quizás era el nombre con el que estos sujetos se hacían llamar, ahora solo me faltaba encontrar su escondite o algo similar. Avanzando por el centro del pueblo vi a un sujeto de mediana edad bastante musculoso que miraba todo como si estuviera esperando algo, me llamo un poco la atención y decidí observarlo un poco más, sorpresa fue la mía que segundos después un pequeño niño de quizás 10 años de edad comenzó a correr y una señora detrás de él gritaba fuertemente: “¡Ladrón!”, aquel musculoso hombre se levantó tranquilamente de donde merodeaba y camino en una dirección en concreto, aquel niño paso exactamente por ese sitio y aquel sujeto simplemente extendió la mano y detuvo en seco al pequeño, lo levanto de sus ropajes, lo sacudió un poco dejando caer dinero y todo lo que había robado; el hombre tomo el dinero y se lo dio a la señora permitiendo así que aquel chico se quedara con el alimento que había hurtado, la señora refunfuñando y maldiciendo se dio la media vuelta y regreso a su local y aquel pequeño aun siendo cargado por el caballero dijo: “Ese dinero era para algo importante…”, el hombre dijo en un tono serio: “Si tienes tiempo para robar, seguramente lo tienes para trabajar.”, y después soltó bruscamente al chiquillo dejándolo marcharse. Algunos segundos después otro grito se escuchó en dirección contraria a donde estábamos, todos voltearon y al mirar un sujeto estaba golpeando a otro en media calle, le quito sus cosas y comenzó a correr; no sé en qué momento aquel sujeto que agarro al niño se puso delante de aquel tipo y de un solo golpe en la cara lo derribo dejándolo completamente inconsciente; solo necesité verlo dos veces para darme cuenta… Ese tipo tenía que ser quien me entrenara, me acerqué a él y antes de siquiera preguntarle cualquier cosa me miro y dijo fuertemente: “No.” Posteriormente camino lentamente hacia las afueras del pueblo, no le seguí pues sabía que lo volvería a ver, por ahora lo más importante es encontrar a los rufianes que me han robado mi arma y obligarlos a que me la regresen, solo que, ¿dónde podré encontrarlos? Debo apurarme pues no quiero que esa arma esté manchada con sangre inocente o que sea vendida y eso me impida volver a verla…
Editado: 26.03.2021