La magia mas poderosa

Gotas de agua.

Cabe destacar que el honor entre los goblins sean usuarios de espada, inteligentes o bobos simplemente no les importa en lo más mínimo… Él sabía que mi resistencia era considerablemente inferior a la de él y no conforme con ello aun y si yo era mucho más hábil que él, la batalla tendría que hacerla larga lo quisiera o no… Afortunadamente su habilidad con la espada era demasiado inferior a la de mi maestro, por lo que defenderme no era complicado, de hecho era considerablemente sencillo; el problema y como ya lo he repetido antes era que en cuestión de minutos yo estaría completamente cansado y el podrían pasar días para que comenzara a sentir al menos un poco de fatiga.

La buena noticia es que para que Geinia saliera solo faltaban a lo mucho 2 horas, las cuales tendría que aguantar sin limitar mi habilidad un poco, pues aunque yo era mucho mejor que él, eso no significaba que fuera malo.

  • Eres muy hábil, humano. – Dijo entre risas el Goblin que intentaba hacerme hablar para que gastara mi aire. - ¡venga no me dejes hablando solo!
  • … - Simplemente permanecí callado rechazando sus ataques.
  • ¡Los humanos son muy groseros!

Al decir esto aumento más su velocidad demostrándome que solo estaba fanfarroneando, estaba escondiendo sus habilidades o disminuyéndolas a propósito, pero aun con ese aumento no significaba un gran problema para mí; después tuve una idea. Mientras asestaba sus golpes de una forma desenfrenada logre ver que entre sus ataques se hacía visible un patrón: “Ataque de su espada en forma descendente que pasaba por mi mandíbula, posteriormente una patada con alguna de sus piernas, terminaba con un puñetazo a mi entrepierna y posteriormente 4 golpes aleatorios, siempre 4” Espere el momento adecuado y justo en el momento que dio una de sus patadas la tome con mi brazo que no sostenía espada y apoyándome en mi tamaño superior al de él junto con mi fuerza en comparación lo tire al suelo y me senté encima de él.

  • Creo que has perdido. – Dije riéndome, pues la batalla estaba ganada. – Te confiaste en tu resistencia y nunca te diste cuenta de que no era necesario mantener una pelea contigo, simplemente demostrarle a Geinia que puedo derrotarte.
  • … - El goblin no me respondió y en cambio forcejeaba para derribarme o para quitarme de encima de él, pero no importa que hiciera era imposible para alguien de su clase que me tirara.

Las horas se llegaron rápido y Geinia comenzó a salir, el Goblin continuaba forcejeando sin descanso y yo simplemente miraba como Geinia lentamente se alzaba en el cielo, cuando ella por fin salió en su totalidad su luz se veía ligeramente diferente a otras veces, ahora había perdido luminosidad.

  • ¡Geinia! – Grité con fuerza hacia el cielo con mi espada en alto. – He derrotado a una de las bestias mágicas que las viejas leyendas cuentan y justo como estas mismas leyendas narran, te alzas en el cielo observando que ha ocurrido… te pido, te ruego que me entregues parte de su magia para poder estar un paso más cerca de mi meta… ella. ¡Geinia por favor! – Insistí por ultimo.

Acto seguido la luz de Geinia se apagó lentamente por completo y unos pétalos danzantes bajaron desde las alturas hasta el suelo frente a mí, tomaron la misma forma de antes, una figura de una mujer joven y me señalo con ambos brazos con sus palmas hacia abajo. Supuse que quería que me acercara a ella y me levante para caminar a donde se encontraba (escasos 5 pasos alejada de mi) pero en ese momento el Goblin aprovecho para intentar atacarme por la espalda.

  • ¡Muere! – Gritó antes de golpearme por lo que pude reaccionar con tiempo y golpearlo en la cara.
  • ¡has perdido bestia! – Dije con algo de enojo. - ¡Ríndete!
  • Solo se pierde cuando se muere… - Agregó el y continuo atacándome.

Geinia por su parte negó con la cabeza (hacia mi), supongo que me quería decir que la batalla aún no estaba ganada, “Solo espero que no quieras que lo asesine” pensé en voz alta a lo que esa figura no hizo algún movimiento, ni aceptando o declinando lo que acababa de decir…

  • Ríndete. – repetí hacia el Goblin que continuaba inútilmente golpearme, rechazando todos sus ataques sin dificultad.
  • ¡Muerte! – Repitió el.

Yo no quería asesinarlo… En verdad no quería, sabía que tenía que vencerlo, ¿pero cómo hacerlo si para ello tengo que quitarle la vida?

  • Yo quiero matarte… - Dije mientras me defendía de sus golpes. - ¡No quiero asesinarlo! – Grite a Geinia. – Dime que hay otra manera, ¡Geinia! – Insistía pues este sujeto no cesaba de atacar.

En uno de sus ataques pare el golpe con mi mano, logrando que la cortara un poco, apreté su muñeca de modo que soltara su arma y el empezó a golpearme el cuerpo, pero dada su falta de fuerza en realidad no me dolía tanto… Intento varias veces golpearme la entrepierna pero harto de ello lo gire y até con su propio brazo levantándolo del suelo dejándolo inmóvil.

  • Geinia… - Dije una última vez, ella se acercó un poco quedando frente a nosotros esperando algo. – No quiero… - Insistía. – ¿Hay otra manera?
  • … - En esta ocasión ella si respondió justamente algo que no quería… negó con la cabeza y se posó incitándome a hacerlo, “mátalo” básicamente me estaba diciendo…

Con mis brazos comencé a apretar su cuello impidiéndole respirar, Geinia simplemente espero pacientemente, después de unos segundos mis brazos soltaron a ese Goblin y con lágrimas en los ojos dije: “No puedo” las leyes no podrán ser cambiadas y justo como antes… Hinie y yo no podremos estar juntos ni en esta vida, y seguramente tampoco en alguna otra.


Geinia se acercó al Goblin en el suelo apenas consciente, le acaricio las mejillas y con esto aquel convaleciente ser se irguió; no me reprocho, no me miraba con odio, todo lo contrario… me miraba con respeto y serenidad, se hinco en el suelo sin decir una palabra y después se fue.

  • Un ser poderoso. – Comenzó a decir una hermosa voz proveniente de esos pétalos que Geinia formaba. – Es peligroso; y un ser poderoso que tiene corazón para anteponer la vida de alguien más por sobre sus deseos, merece aún más poder que el que ya tiene… - Al terminar de hablar, pude ver como sonrió y después me abrazo, en cuanto lo hizo sentí como mi cuerpo se volvió ligeramente pesado y los pétalos se empezaron a fundir con mi cuerpo.



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En el texto hay: amor, magia, retos

Editado: 26.03.2021

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