La mala de la historia

Capítulo dos

Parezco adolescente descarriada esperando que suene la campana de la escuela para irme a hacer de las mías. De verdad , estos días que llevó están acabando conmigo. 
Facultad , trabajo y casa. Esa es mi rutina estresante y monótona de siempre. Y les confieso algo , creo que últimamente estoy teniendo un grave complejo de reloj. Mido mi tiempo estrictamente y no se para que ... De todas formas cuando llegué a casa el único que me espera es Otto y lo puedo sobornar con comida para que no me eche la bronca de dejarlo solo mucho rato. 
-Chica traeme otra cerveza cariño - me dice un tipo que desde hace media hora está sentado en la barra sin hacer otra cosa más que babear su vaso y mirarme el escote. 
Lo miro y se que está asquerosamente borracho , pero por suerte para él me pagan por emborrachar a la gente , no por velar por su salud. 
Saqué una lata fría de la nevera y se la pasé para que continuara con su fiesta privada de emborracharse. ¡Bien por ti amigo! 
Como trabajo tras la barra , lo mío es preparar los cócteles y servir los tragos a los que se sientan allí. Gracias a dios no tengo que moverme entre la gente. Los bares universitarios son un prototipo del infierno. La gente toma y se emborracha , se parten botellas en la cabeza y se caen a puñetazos , y al final terminan follando en los aseos. Así es la vida , y de todas formas tienen que levantarse temprano en la mañana. Y eso es lo peor. 
Se de lo que hablo , por las mañanas handas con cara de perro rabioso y pareces vampiro con las ojeras fantasmales que se te forman alrededor de los ojos. 
Es muy parecido a tener el período. Uf , un asco. 
-Otro cariño - me dice el mismo tío de antes y yo miro hacía todos lados buscando la cerveza. 
Tres segundos idiota. ¡Te la tomaste en tres segundos! Este quiere morirse , o lo mata la cirrosis o le explotan los riñones. Y como no es asunto mío le paso otra bien fría. 
Miro el reloj de mi muñeca y ya pasa de la medianoche. ¡Gracias a Dios! Levantó los brazos al cielo mentalmente. No más borrachos , no más idiotas tocándome el culo, no más multitud. 
-Albert haste cargo , mi turno terminó- le hago saber a mi reemplazo que desde hace quince minutos esta allí atendiendo pedidos a mi lado y sólo ahora que lo necesito soy consciente de su presencia. 
-Que tengas dulces sueños muñeca - se despide de mí con un beso en la mejilla , demasiado serca de la boca para mi propia salud mental y sigue en lo suyo. 
Soy un perra la mayoría del tiempo y pisoteo los sentimientos de los demás como pisotearon los míos , no tengo ningún amigo del sexo femenino y la verdad es que me siento bien sola. Pero si en alguien se que puedo confiar es en ese chico que me mira como si fuera lo más hermoso del mundo. 
Detectó en su mirada sus sentimientos hacía mí. Y eso lo hace muy manipulable. 
Salgo de detrás de la barra y me voy a la parte de atrás del club dónde están los casilleros. Me cambio sin ningún pudor en el pasillo dejando mi uniforme en mí loquer y vuelvo atravesar la multitud de gente hacía la salida porque el local no tiene salida trasera.
Codazo. 
Pisotón. 
Mano tocando mi trasero. 
Una y otra vez hasta que llegó a la salida. Me considero un persona pasífica , pero soy humana y tengo mis límites ... y que te manose el trasero un asqueroso borracho está dentro de ellos. 
El club es un local austero y soberbio , con todo el mobiliario de caoba , una muy concurrida pista de baile y los mejor tragos de la ciudad. Obviamente porque los preparó yo y la mayoría de la gente se fija más en el color de mi sujetador que en lo que está bebiendo. Lo que me lo ponde aún más fácil.  Pero la parte que más me gusta es la salida ... porque se que ya terminé mi jornada laboral por hoy. 
Mi casa queda a cuatro manzanas por lo que prefiero caminar hasta allí respirando el fresco aroma de una noche de primavera en la ciudad que gastar combustible de mi coche. No soy poética y la verdad lo de antes era mentira. La ciudad huele a porquería. Humo, gente sudada, comida rápida, alcohol, basura. Nada agradable. Pero salir de la casa y estar a metros del trabajo y de la universidad si es algo muy bueno. 
Mi edificio está en el centro de Brooklyn y no me quejó de la forma en que vivo. Tengo espacio , tranquilidad, soledad y chicos calientes cuando me de la gana. Suspiro para darme ánimos y comienzo a tratar por toda la asera. Es una buena forma de gastar calorías y llegar más rápido a casa. 
Entro en mi edificio y continuó mi maratón por las escaleras. Vivo en el sexto piso y son unos buenos y largas tramos de escaleras que aún tengo que recorrer. Cuando ya casi llegó a mi puerta , voy buscando la llave en mi mochila para abrir la puerta. 
Uno. Dos. Tres. 
Otto salta fuera del apartamento justo en el instante en que abro la puerta , pero como eso es algo que hace siempre y ya estoy acostumbrada a ser aplastada por mi perro no me importa. Acarició su cabeza y me pongo en pie. 
-Buenas noches amigo - entro en casa y espero que el haga lo mismo para cerrar la puerta con llave - ¿Quieres comer antes de dormir?
-Hau ... Hau ... - creo que eso es un sí. 
Dejó mi mochila en el sofá y me voy a la cocina a darle otra ración de comida. Está no le gusta tanto porque esta fría por estar en el congelador , pero aún así comienza a comercela. 
-Cuando termines vete a la cama - le ordenó como si fuera mi hijo antes de irme a mi habitación. 
Me desago de mi ropa dejandola esparcida por toda la habitación y me dejó caer en la cama como quiera. 
¿Pero quien carajos llama a estás horas? Me remuevo en la cama , metiendo la cabeza bajo la almohada para seguir durmiendo sin que me importe nada. 
Toc Toc Toc 
-¡Mierda! - gritó molesta con el puto mundo que se empeña siempre en no dejarme ser felíz y me estiro para alcanzar mi telefóno en la mesita de noche. 
6: 45 AM. ¿Enserio? 
-¡¡¡Quién quiera que sea que se valla a tomar por culo!!!- le gritó al ambiente lúgubre de mi casa y me vuelvo a acomodar esperando que el imbécil que toca mi puerta se large. 
Toc Toc Toc 
Me lavantó con pesadez de la cama. Cuando abra la puerta voy a tener unas palabritas nada agradables con el que se atreve a interumpir mi sueño. Todos en el edificio saben que me gusta dormir hasta las tantas cuando no tengo clases o trabajo , ¿para qué rayos me querran? Y más le vale que sea algo que no pueda esperar , un incendio , una invasión de extraterrestres o una carta del presidente de Estados Unidos exonerandome de pagar impustos. Porque si no vamos a tener serios problemas. 
Cuando ya voy llegando a la sala me doy de cuenta que estoy totalmente desnuda. Ups. Quiero matarlo a base de insultos , no del corazón. 
Vuelvo a mi habitación y me pongo unas bragas y la camiseta que traía aller antes de volver y abrirle la puerta al idiota que cree que molestarme a mí es algo aconsejable. 
-¿Qué? - preguntó con mi avitual mala leche de todas las mañanas - ¿Dónde es el incendio?
Del otro lado de la puerta hay un pez globo que se a inchado al verme en ropa interior. Se podría decir que es un specimen de unos veintitantos años de cabello negro y unos profundos ojos azules que brillan producto a la excitación. 
Al parecer además de molesta , también me desperte inspirada. 
-¿Y bien?- inquiero porque no me responde. Permanece parado frente a mi puerta con la mandíbula ligeramente desencajada y rubor en sus mejillas. 
-Ah si , lo siento ... - Se rasca la parte trasera de la cabeza con nerviosismo y su mirada va al piso , comenzando a subir por mis piernas desnudas al instante- Me acabo de mudar y tú eres la puerta que tengo más cerca ...
Lo miro expectante con una de mis cejas en alto para que me diga de una vez que quiera. Pedí una explicación de porque me despertaba , no la historia de su vida. 
-Cómo soy nuevo aquí , me preguntaba si podrías prestarme algo de leche para el desayuno. 
Suelto un suspiro y miro a otro lado para no reirme en su cara. Se ve de lo más gracioso mientras se estruja las manos y me mira como si fuera comestible. 
-¿Puedo pasar?- me pregunta y se que "leche" , no es lo único que quiere este conmigo. 
-Claro - abro la puerta completamente y lo dejó entrar a mi depa - Aunque te advierto que Otto es muy celoso y territorial. 
-¿Es tú novio? 
Lo miro a los ojos y suelto la risotada que me estaba atragantando desde que lo vi parado en mi puerta con cara de perrito callejero. Solo y perdido ... Hay , si tuviera corazón le pasara la mano por la cabeza , pero no tengo. 
-No exactamente - le digo con mucha dificultad por la risa. 
Otto mi novio ... Uf , quisiera. No me van los huesos de regalo de aniversario o las pulgas. 
-¿Entonces?
Chismoso , pero precavido. Intenté inventarme una respuesta inteligente , pero de la nada salió un canino con muy mala leche que le salto arriba al chico pez globo con los dientes afuera de manera amenazante y gruñendo como si estuviera moliendo tornillos. 
-Él es Otto - le hago saber - Tranquilo , muerde pero no tiene rabia. Hace unos meses le puse la vacuna. 
-Eso me deja más tranquilo- comenta con sarcasmo y yo vuelvo reír. 
¿Cómo que estoy muy sonriente esta mañana?
Me hacerco a ellos y tomando una de las manos del chico hago que Otto lo olfateé y al intante se calma y mueve la cola como si nada hubiera pasado. 
-Ya está amor - le rasco detrás de las orejas - Es solo un amigo , no tu botana. No va a volver a gruñirte - le digo al chico -pero te advierto que en cuanto te vea te va a resivir en estás mismas condiciones. Yo ya tengo un bache echo en el pasillo de la contidad de culazos que he pegado en estos años - reconosco masajiandome el trasero.
Voy dónde la nevera y sacó un envase de leche sin utilizar. 
-Ten - se lo ofresco. 
-Gracias - lo coge con demasiada lentitud y se que está pensando una excusa para quedarse más rato - ¿No tendrás algun destornillador por hay?
-No , pero hay una ferretería a unas cuadras de aquí y Jose el del piso 24 es mecánico. Quizás te ayude - me encojo de hombros con despreocupación porque me importa un bledo sus reparaciones o lo que sea que este haciendo. 
Otto me toca con su nariz fria la pierna para que le preste algo de atención y mientras el chico pez globo me mira buscando algo que decir yo le sirvo su desayuno. 
-Buen provecho cariño - le acarició el lomo mientras toma su leche - Y , ¿cómo te llamas?
-Daniel , un gusto. 
-Erica y el que te salto encima es Otto , ya formalizamos - digo con irónia y sus cachetes se ponen rosados. 
-¿Desde cuándo lo tienes?- me pregunta con interés mirando a mi amiguito color arena. 
-Desde hace cinco años. Le calculo que debe tener unos siete más o menos. 
-¿Y cómo te hiciste con este valiente guardián?
-Me lo encontre vagando por las calles herido y me lo traje a casa - digo y no puedo evitar sonar molesta. 
Esto es un tema un tanto delicado para mí y no me gusta hablar de ello. Cuando encontre a Otto , que en ese entonces solo era otro perro callejero del montón estaba terriblemente herido , sus patas traseras a penas funcionaban , tenía una horrible herida en el abdomen y como no se podía sostener en pie no comía. 
Lo lastimaron como me lastimaron a mí , la diferencia fue que a mi nadie me tendio la mano cuando lo necesite yo cuide a Otto como si fuera mi hijo. Día y noche hasta que volvió a caminar. Ahora es él el que me protege. 
-Lo siento , no tenía idea de que fuera a sí de terrible - me dice mientras con uno de sus dedos recoge una lágrima que se me escapó. 
¿Dije eso en voz alta? Wow , acabo de confesarle uno de mis más tristes recuerdos a un desconocido total y me siento bien con ello. 
-No importa - me alejó de él para recuperar mi aura de suficiencia y seguridad , pero sobre todo para poner distancia entre nosotros. Empiezo a exitarme al sentir sus ojos recorrer mi cuerpo semi desnudo y eso es algo muy malo para él. No seré yo quién pervierta esa dulce mirada y mucho menos quién la lastime. 
-Vale ... Am , voy a estar en casa todo el día así que si quieres te pasas para almorzar juntos - sonrió disimuladamente. Su indirecta es muy directa. 
Me doy la vuelta para comenzar a preparar mi cereal y siento sus pasos alejarse de mí. Uf , me paso la mano mentalmente para quitar las gotas de sudor imaginarias. 
-Erica - sin poder evitarlo terminó mirando por encima de mi hombro - Gracias. 
-De nada Danny - le guiño un ojo para disimular mi nerviosismo y él sonríe. 
¡Oh joder! Que sonrisa más hermosa ... y que hoyuelos más tiernos. Parece un osito ...
¿Pero qué digo? Me doy una cachetada mental y continuó con lo mío. Idiota , ¿cuántos años tienes Erica? ¿Quince? Con una sonrisa baja bragas aún te desmayas ¿enserio? 
Está muy mono y eso. Pero no parece un chico al que puedas usar y tirar a tú antojo y tú no buscas ni necesitas una relación estable. ¿Me olles pedazo de idiota? ¡Centrate!
-Gracias conciencia por ponerme en mi lugar- masculló molesta. 
Ya está de vuelta al parecer. Mi mal genio a regresado , ¡huyan mientras puedan!
-Hau ... Hau - Otto ladra y por poco se me cae el cuenco de cereales. 
-¿Contigo no se aplica el refrán barriga llena corazón contento o qué?- gruñó y mi perro vuelve a ladrar. Somos dos gruñones empedernidos , por eso nos llevamos bien -¿Qué pasa cariño? 
Miró a mi perro que en estado de alerta contra ataque esta con las orejas en alto y los dientes afuera porque en el balcón hay un gato que va de paso. Seguramente va a brincar hacía el siguiente y espero que traiga paracaídas porque si no ,no le va a quedar ni una sola vida de la caída. 
-Déjalo Otto, desayuno , me ducho y vamos al parque cariño. 
Me siento en uno de los taburetes de la barra del desayuno y entre cucharada y cucharada revisó mis redes. 
*¿Erica por qué rayos no me coges el teléfono?- Asthon. 
*¡Te voy a matar en cuánto te vea! - Asthon. 
*Estás muerta criatura - Asthon. 
Y como esos , hay en mi Whatsapp unos treinta mensajes no leídos del mismo número. 
*¿Pero es qué no tienes nada más que hacer idiota número uno?- Erica 
*Si idiota número dos , pero tú estás entre mis prioridades - Asthon. 
Mi "amigo" , el único que tengo y en verdad , el único que se merece el título es el ser más protector que a nacido en este planeta. Inclusive mucho más que Otto y eso es mucho decir. Y en estos instantes debe de estar jalándose de los cabellos porque llevo desaparecida de su radar cuarentaiocho horas. 
*En quince minutos nos vemos en el parque a cuadras de mi casa - Erica. 
*¡Mueve tú culo hasta allí ahora! - Asthon. 
Él y sus modales. No se asombren , fue criado por leones en África. Aunque es más americano que yo. 
Terminó mi aguado desayuno y dejo los trastos sucios en el lavado. Cuando se me acaben los platos y los cuencos entonces vuelvo a fregar toda la montaña de trastos. Me pego una ducha de siete minutos y me visto con ropa deportiva a toda pastilla. 
Cuando Asthon dice ahora , es ahora. 
-Ven amigo - Otto camina hacía mí y yo le pongo la correa a su collar para salir a pasear.




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