La mala de la historia

Capítulo Cuatro

Ni bajo tortura diré en voz alta lo siguiente:
Me siento extraña con ese chico. Como decirlo, me sienta bien su compañía. Es agradable aunque me pase el rato ahogandome entre tanta tensión sexual. Es como si su aura ingenua y inocente también me envolviera a mi cuando estoy en su compañía y eso me hace sentir que soy buena nuevamente. 
Cosa que no soy. Sé que debía alejarme , pero no pude evitar el asercarme a él. Escuchar sus gruñidos territoriales y ver su sonrisa pudo conmigo. A pesar de que sé que a partir de el instante en que crucé la puerta de su apartamento para irme al mío , mi trato agradable hacía él se ira a la mierda. 
No soy la indicada para él. Y tiene que darse cuenta. 
Saludo a Otto que me espera en la puerta meneando su colita peluda de un lado a otro y mientras yo me abro paso en mi depa el me sigue. 
-Quieres almuerzo ¿no?
-Hau ... Hau ...
-Tienes que mantenerte en forma cariño. Hay que dejar de engordar si no quieres enfermar - le regaño como si él me entendiera. 
-Hau - gruñido - Hau ...
-Vale , solo un poquito. 
Le sirvo en su plato solo la mitad de comida que suele comerse y me voy a mi habitación a combiarme de ropa. Tengo Universidad en la sección tarde y es un asco ...
❇❇❇
-¿Sabes qué día es hoy verdad? - me grita alguien desde el teléfono y como estoy muy somnoliento no me importa y le cuelgo. 
¿Quién me mandaría a mí a aseptar la llamada sin ver de quién era? ¿Y por qué rayos me duele tanto la cabeza joder?
-¡Mierda! 
Me estiro en el sofá de la sala he intento volver a acomodarme. ¿Cómo llegué allí? Uf , esto me pasa por vaga. 
Los recuerdos se agrupan en mi cabeza y rememoro todo lo que hice el día anterior. La universidad, el trabajo , el bar después , el chico pelirrojo , mi casa ... Hoy seguro será otro de esos días de perros que tengo muy a menudo. 
-¿Cómo amaneciste preciosa?- me pregunta Albert saliendo de la nada en ropa interior. 
-¿Pero qué...?- me incorporo de golpe , pero mi bajo vientre duele así que me quedo sentada en el pequeño sofá. 
¡Mierda! Ahora si que la cagué joder. Escondo la cabeza entre las manos y la borrachera de la noche anterior me pasa factura de golpe. Me acosté con él. ¡Oh Dios! 
-¿Recuerdas todo verdad amor?- me pregunta sentándose a mi lado. 
-¿Amor? - cuestionó con ironía - Mira Albert , me cansé de decirte una y otra vez durante meses que no hay un nosotros ¿vale? Solo toma tus cosas y nos vemos en el trabajo. 
-¿Me estás echando?- pregunta dolido. 
-Sí. ¡Largo!
-Se que estás confundida y por eso me voy cariño , pero no voy a rendirme. Eres mía - declara mientras comienza a vestirse y solo cuando siento la puerta cerrarse de un portazo soy capaz de respirar con normalidad. 
¿Pero a este que bicho le pico?¿Acaso está loco? Desde que me conoce me tira los tejos con promesas de amor que me dan asco y se autoproclama como el que más me conoce ...¿Cómo es que no se a dado de cuenta que para mí lo único que importa es el sexo? Es lo único que siento , la única sensación positiva que experimento. Y lo único que necesito. 
Alguien gime a la distancia. Siento unos lloriqueos que vienen de una de las habitaciones y corro hasta allí. ¡Otto! 
Cuando abro la puerta , me encuentro a mi querido animalatido encerrado en el baño. 
-¿Cariño te encuentras bien? - le preguntó y como se que no puede responderme lo reviso para asegurarme. 
¡Hijo de puta! ¿Pero cómo se atreve a encerrarlo en el baño? Él no es nadie para hacer algo así. Otto es mi pequeño hermoso y no se merese estar solo. ¿A ver que se siente cuándo te encierre en el almacen del club maldito imbécil? 
Mientras urdo mi plan de venganza contra el idiota de Albert , voy preparando ambos desayunos hasta que suena el telefóno ... 
-Hoy es sábado - me dice la misma voz de antes. ¡Oh joder! ... El compromiso de Lisa. 
-¿Y? - preguntó fingiendo no entender a que se refiere. 
-Hoy es el compromiso de tú hermana Erica - dice mamá con un tono de voz que destila rabia. Se lo que está intentando hacer , trata de matarme inalámbricamente. 
-¿Y?
-Hablas en monosílabo así que supongo que estás acabada se levantar y no quiero provocar a tú mala leche despertina , ¡pero mueve tú pesado culo hasta aquí ahora mismo! 
Muy tarde señora Eleonora. Muy tarde. Por desgracia para él mundo me desperte completamente desnuda en un sofá incómodo. Folle con el peor de los hombres y mi perro paso la noche encerrado en un lúgubre y frío baño. ¿Algo se me queda? Ah si , tengo la resaca en su punto , a si que mi hermana y su estúpido compromiso me valen una mierda. 
-No lo creo , mi culo se queda donde está. Lisa entendera. Siempre lo hace. 
-Está vez no Erica. Te perdiste su fiesta de quince años , su graduación de intituto , el funeral de Ernesto. Nunca has estado para ella , pero Lisa te adora inclusive mucho más que a mí que soy su madre. Si le fallas ahora , no se si te pueda perdonar. 
-Quién le manda a comprometerse con diecinueve años - suspiro frustrada mientras me hago con parte de mi ropa de aller que está en el piso tirada y comienzo a ponermela- No puedo ir , lo siento. 
-¿Por qué?- grita mi hermana desde el otro lado de la línea. Conociendola como la conozco, debio arrebatarle el telefóno a mamá - ¡Dime Erica joder !¡Explicáme!
Porque estoy jodida y no quiero joderte a ti también. Porque no se amar ni a mi familia. Porque estoy enferma , lastimada y herida como no debe de estar nunca ningún ser humano y no se como rayos voy a salir del círculo vicioso en el que estoy metida. Porque te protego de la verguenza . Porque...
-Porque me da la gana - resumo la lista de respuestas mentales en una abreviada oración hiriente - ¿No pueden entender que no quiero ser parte de su familia? Porque si quieres te lo explicó con peras y manzanitas niña idiota. 
-Tú no eres así Erica . ¿Qué te paso? ¿Dónde está mi hermanita divertida y risueña ?
-Muerta desde hace cinco años. 
-Erica ...
-Solo dejáme en paz Lisa. No te quiero cerca de mí y a Eleonora tampaco - escuchó un gemido lastimero y se que mi estrategia para alejarlas está funcionando - No me vuelvan a llamar o cambiare de número. ¡Dejen de joderme la vida! 
Cuelgo. Esa conversación me hizó más daño a mi que a mi familia. Pero eso ellas no lo saben. Otto se tumba sobre mis piernas , ya que estoy sentada en el suelo de la cocina más deprimida que la Llorona. 
-¿Crees qué me perdonen algun día amigo?- le rasco tras las orejas. 
-Hau ... Hau ...
-¿Sí? No lo creo , pero gracias. 
-Hau ... - eso traduciendolo del idioma perro al español suena a un :¿Entonces para que preguntas?
-Bueno Otto- digo poniendome en pie y sorviendo los mocos con un gesto nada femenino - Lidear con sentimientos no se me da muy bien , así que vamos a desayunar y luego a ejercitarnos amor. 
-Hau ... - gruñido. De seguro eso quiere decir miedosa. 
Después de recargar pilas con el desayuno y bañarme porque me sentía asquerosa , salimos a correr para bajar colarias. 
A media tarde y después de almorzar hot dogs en el parque llegamos a casa. Ambos exhaustos. Habíamos corrido unas dos horas y ahora mataba por una ducha. 
Uf. Los mejores quince minutos de mi día sin duda. La vida es un asco , pero tomar una ducha caliente es como drogarse. Se te olvidan los problemas. 
Me vesti con un pantalonsillo de chándal y un diminuto top antes de sentarme en el balcón de mi apartamento a mirar a la gente y los coches pasar , mientras fumaba. 
Mi rutina de cada sábado. Salir a correr , comer hot dogs y sentarme en el balcón hasta que el sueño me consuma... La misma desde hace cinco años. 
En ocaciones me pregunto como sería mi vida si en aquella noche no hubiera pasado nada. Hoy en día estaria con mi familia celebrando el compromiso de mi hermana. Estaria feliz sin duda. Puede hasta que tuviera un novio atento que me regalase flores y me llevara a paciar. 
Pero mi realidad es otra. Y yo ya no soy la adolescente alegre y jovial de hace años. Ya no me importa nada. Vivo en este mundo por vivir y lo único que me a impedido suicidarme es la llegada de Otto. Él es lo único que tengo a pesar de estar rodeada de lujos. Esa noche que lo encontre casi muerto entre la basura planeaba quitarme la vida , pero no pude. El miedo de morir no fue lo que me asusto , lo que vi en los ojos de aquel animal herido sí. Él me observaba con sus ojos casi sin vida , me reprochaba el que lo dejara morir sin hacer nada. Fue él quién me obligo a vivir para salvarlo. 
-¿Erica estás hay?- preguntó Daniel desde afuera del apartamento. 
-¿Qué es lo qué quieres?- grite. 
-¿Puedo pasar? 
Me quedé en silencio. Sabía que aunque me negara de todas formas entraria.
-¿Por qué lloras bonita?  
Me toco las mejillas por acto reflejo y las tengo inundadas en lágrimas. ¡Mierda! ¡Vete joder que no quiero estar cerca de nadie hoy! Limpié mis lágrimas y me dedique a fulminarlo con la mirada para que se largará. 
-¿Qué quieres Daniel?- repito incómoda por su presencia. 
-Amo como se escucha mi nombre si lo dices tú - sonrió. Odio esa sonrisa que me hace sentirme bien. 
-Si solo vienes a intentar meterte en mis bragas te advierto de ante mano que no estoy de humor. 
-¿Y cuándo estarás de humor bonita?
-Para ti - lo miro de pies a cabeza - Nunca. 
Quiero que se large y si tengo que reirme en su cara o decirle que es poco hombre para mí lo are sin dudar. En verdad me parece un chico como ningún otro y es extraño que yo me fije en alguien como él. Mi tipo son tíos grandes y musculosos , pero este chico con su metro noventa de total delgadez y esa sonrisa radiante me pone asmatica. No se explicarlo , pero si no me aferro a mi convicción, voy a ser yo la que va a rogar. 
-¿Qué paso para qué estés así ?¿El chico pelirrojo que vi salir está mañana te trajo malas noticias? - preguntó preocupado. 
-No. Él durmió conmigo. 
De una pilló la información y su semblante sonriente se oscurecio. Dejo de mostrar su juego de dientes blancos para lucir una mueca de incomodidad. 
-¿Es tú novio?- quizó saber muy serio y yo no pude evitar el reír. 
-Ese es el problema - le di una profunda calada a mi cigarrillo y antes de hablar solte el humo serca de su cara - Yo no tengo novios. Solo sexo. 
-¿Y qué me dirías si yo te ofreciera exactamente eso? Solo sexo sin complicaciones. 
-¿Hipotéticamente no? - me rio porque se que eso es exactamente lo que está planeando su tozuda cabecita - Te diría que te volviste loco si piensas que puedes jugar con mi mente y engatusarme para que asepte algo más que sexo de vez en cuando. 
-Tengo una hija que mantener y aún no consigo un empleo fijo. ¿Por qué dientres querría otra complicación ?
-Mienteme a mí. Pero no te mientas a ti porque saldrás más lastimado - suelto un suspiro de cansancio y apago mi cigarrillo. 
-¿Por qué dices eso?
-Porque conozco muy bien a los de tú tipo Daniel. Enamoradizos y románticos hasta la médula. Yo también fui como tú una vez pero por culpa de un idiota soy lo que vez ahora - me acerqué a él - Yo no quiero ser la idiota que acabe con tu inocencia , de verdad que no. 
Le acaricie el rostro mientras nos mirabamos por largos minutos. Era un chico bueno , alguien de delicados sentimentos y grandes planes para el futuro. Y en nada coincidíamos. Yo soy una zorra sin sentimientos que no tiene futuro. 
-¿Qué te hicieron para qué no confies? Bonita, yo no soy él o ellos. Yo soy yo y no sería capaz de lastimarte - ahora es él el que me acaricia el rostro con delicadesa. 
-Sigues sin entender Daniel - me alejó de él lo más que puedo y entro en casa - Yo ya estoy rota ¿vale? Nada de lo que hagas o digas va a lastimarme. En cambio tú no. Aún vez la vida como si hubiera algo hermoso a la vuelta de la esquina ... Y no joder , eso es mentira. 
-Solo ... ¿me dejas enceñarte qué tal vez si ?
-No Daniel ... No ...
Mi convicción se hizó añicos cuando me besó. Aquel chico era el hombres más dulce y tierno del mundo. Envolvió mi rostro con sus manos de dedos super largos y continuó besandome suavemente. 
Profundice el beso hasta que nuestras lenguas se tocaron. Su modo de tomar mi boca me parecía la mar de tierno , pero así no es como a mí me gustaba así que tomé el control de la situación y lo fui empujando hasta que calló sobre uno de los sillones en la sala y me arrastró con él. 
Después de largos minutos compartiendo babas , su boca bajo repartiendo besitos por mi mandíbula hasta mí cuello y seguió su camino hasta el borde de mi top. 
-¿Tienes condones?- preguntó con la voz algo gruesa por la excitación. 
-Por supuesto. 
Me incline hacía la mesita junto al sofá y saque un par de preservativos de sabores. 
-¿Limón y pera?- critica con una sonrisa y yo asiento sin que me importe su tonito socarrón. 
-Limón y pera - confirmo. 
Sus manos suaves van a los bajos de mi top y me lo saca por la cabeza. No traigo sujetador así que quedan expuestos totalmente ante sus ojos. 
Soy jodidamente perversa para esto de follar y me gusta tener el control en todo lo que hago , pero por una vez me siento bien en dejarle el mando a otra persona. 
Enseñame la que sabes hacer amiguito. Pienso y no puedo evitar reirme. 
-¿Sonrojandose?- le preguntó divertida al notar el dulce color rosa que han adquirido sus mejillas. 
Daniel solo se rie y baja su rostro adorable hasta mis pechos y comienza a estimularme los pezones. 
¿Con qué perverso y morboso? Me gusta. 
La piel desnuda de la espalda se me eriza al sentir una de sus manos metiendose por la faja de mi pantalonsillo. No puedo evitar gemir cuando su mano llega hasta mi trasero. 
Es tan dulce cuando se sonroja. Porque si , él es el que me está toqueteando toda y es el que se sonroja como si tuviera quince. 
Me alejó para quitarme los pantalonsillo y él refunfuña. Se lo está pasando en grande al parecer y yo no me quejo. Se siente bien. 
Cuando me quedo totalmente desnuda no hago ningún movimiento. Si él quiere tenerme va a tener que hacercarse a mí. Es dulce y tierno , pero sigue siendo un hombre así que actue como tal antes de que yo sea la que salte sobre él y termine de pervertirlo. 
-Ven aquí- me dice y yo niego. 
Daniel sonrie de lado y se pone en pie también. Eso es , ven a mí ...
Teniendolo frente a mí , a aproximadamente tres centímetros de mi cara y con sus manos en mis caderas me doy de cuenta que en realidad si quiero joderlo. Porque quiero sentirme bien con ese hecho. 
Comienzo a desvestirlo poco a poco , dejandolo ganar terreno nuevamente. Una de sus manos me aserca a él y la otra me acaricia torpemente entre las piernas. 
Puedo sentir que tiemba. 
¿Acaso nunca una mujer se a corrido en su mano? ¿Acaso viene de otra época y cayó de flay en está? 
-Tocame - le ordenó - Si quieres que esto se vuelva a repetir has que te recuerde mañana cuando me levante. 
-Claro que me recordaras bonita - susurra mientras va dejando besos húmedos por mi hombro derecho - Porque seré él único que te trate como una Reina mientras te hace el amor. 
Muy tierno cariño. Muy tierno. Pero tendremos que trabajar más en ese vocabulario tuyo. Creo que el término moderno que deviste utilizar fue follar. Hacer el amor es algo demasiado fuerte para mí. 
Mmm. Supongo que eso se lo puedo explicar luego. Ahora tengo otras prioridades. 
Sonrió mientras veo su sonrojo aumentar sobre el par de hoyuelos que se le forman mientras me sonrie como solo él sabe hacerlo. Me aserco a besarlo "castamente" sobre los labios. Dije que lo dejaria tomar el control de la situación , pero visto que llevamos unos seis minutos de pie mirandonos mientras él me toca torpemente , creo que lo mejor sería que yo lo aventara sobre el sillón y acabaramos con esto de una. 
Suspiro deseosa de montarlo mientras terminó de bajarle el pantalón. Si trae boxers para mi profunda frustración , pero al instante ese sentimiento es remplazado por el asombro. 
Me muerdo el labio mientras lo acarició sobre la tela. Si que la tiene grande ... y es muy reseptiva. Ronrio malevola al ver aquella cosa levantarse y endurecerse en instantes. 
-No juegues conmigo - gruñe molesto y de un tirón se quita el boxers. 
-Sabes que puedo vestirme en este preciso instante sin que me importe nada ¿no? - le informó divertida para que guarde sus guñidos para luego. Orgasmos es lo que más me sobra con este asqueroso físico atrayente que tengo. 
Daniel no me responde , pero se que no le agrado nada de lo que dije. Su problema. Pero aún así me alza sujetandome por el culo para que le enrede las piernas a la cintura y tengamos más movilidad. Me saca unos treinta centímetros , así que tener su boca serca de la mía para variar es algo agradable. 
-Mmm - gime cuando nuestros genitales se rozan por fin y yo sonrió sobre sus labios. 
Están manipulable el pobre. Hace tres segundos estaba molesto y ahora esta completamente exitado y a mi merced. 
-Creo que no llegamos a la habitación - me hace saber antes de sentarse sobre la alfombra del salón. 
Me siento toda una calenturienta y no se si es porque estamos frente a la chimenea o porque estoy a milímetros de su pene. Creo que es por lo segundo. 
Nos besamos intensamente , mientras yo hago malabares para encontrar los condones de antes. No es fácil buscar a ciegas , pero se que se me calleron al suelo hace unos instantes. ¡Bingo! Pilló el verde y me separo de sus labios carnosos y suaves para rasgarlo con los dientes. Lo sé, estoy loca. Hablo como si él fuera la mujer y yo él hombre. 
Retrocedo y me alejó de él para colocarle el preservativo con la boca. Uf. Sí que la tiene grande joder. Lo que le acabo de hacer es intenso , pero la mirada de completa fascinación que me encontre en su rostro fue algo mucho más que intenso. 
Le sonreí divertida mientras me volvía a sentar en su regazo pero sin permitir que su pene "verde" por el condón me penetrara. Lo sé cariño , soy asombrosa y como ese tengo unos cuantos trucos bajo la manga. 
-¿Cómo ... - su pregunta es interrumpida por mí cuando colocó su pene en mi entrada y me muevo sobre él lo suficiente para qué entre. 
Le sonrió con suficiencia mientras me dejó caer sobre su erección hasta que la albergo completamente. Daniel solo es capaz de echar la cabeza hacia atrás y sujetarme por las caderas. Gracias , algo de ayuda ¿no? 
Me voy moviendo poco a poco siguiendo el ritmo que marcan las manos de Daniel. Lento e intenso. Una y otra vez. 
Uf. Que bien se siente el tenerlo dentro de mí. Este sentimento de placer y satisfacción es lo único que conozco del llamado Amor. Y estoy agradecida de experimentarlo entre tanto rencor y rabia. Es algo que me llena aunque sea por escasos minutos. 
-Más ... Más duro Daniel - le pido entre gemidos y él aumenta el ritmo de golpe. 
Largas embestidaa durante cortos minutos hasta que al final llegamos al clímax. Primero él ... Luego yo. 
Eso es algo que en ocaciones me sucede. Pero di por hecho que era por la timides con que él me tocaba , aunque el fondo mi complejo de no satisfacer al otro estaba muy presente. 
Entre gemidos de satisfacción y pequeños grititos nos dejamos caer sobre la alfombra totalmente agotados. 
-Oh joder Erica - gime Daniel en mi cuello mientras me abraza. 
-Estuvo bien - digo algo cohivida. 
¿Cohivida yo? Lo sé , suena loco , pero el que me abrase así de fuerte después de terminar de tener sexo es algo nuevo para mí. Estoy acostumbrada a que los chicos se marchen sin hacer ningún tipo de comentario. Se siente bien , pero trato que no se me note lo asustada que estoy en este momento. Porque estoy muy asustada. 
-Tranquila bonita - me acaricia la espalda - Se lo que estás pensando y te dire que solo fue sexo ¿si?
No puedo evitarlo ¿vale? Suspiro relajada. Empesaba a imaginarmelo diciendo algo así como un Te quiero. Que rídiculo ¿no? Él lo dijo. Solo sexo , ¡ya dejate de estar comiendote el coco por nada pedazo de idiota!
-¿Qué hora serán? - preguntó para bajarle tensión al ambiente. 
-Seis y media - dice mirando su reloj de pulsera. Única cosa que lleva encima por cierto - ¿Por qué siento que me estás echando de tú casa?
Intento reirme como una persona normal , pero bostezo y terminó siendo el chiste privado de Daniel que me mira divertido. 
-No te rias o de verdad que te voy a echar de casa - le amenazó sin sonar nada amenazadora mientras me acomodo sobre él. 
-Está bien bonita pero te ves muy graciosa cuando bostezas. Pareces oso panda ...
Después de esa confesión yo y toda chica que se considerara aunque sea solo un pelín sexi hubiera protestado. Pero el sueño me vencio antes de poder quejarme de nada.




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