La mala reputación de Andrea Evich

CAPÍTULO 2

 

 

Conserva la calma, Oliver, me digo en silencio a mí mismo. Respira. Piensa en el mar, sereno y repleto de agua en calma...Toso. ¡ME AHOGO! Estoy tosiendo como un desquiciado. Vaya manera de intentar NO llamar la atención. Porque justo ahora, todos, excepto Andrea, me están observando. Respira con la boca, Oliver. Respira con la boca. Respira... Dios, la virgen María, Jesús, José y el pesebre con la mula y el buey. ¿Por qué? ¿Por qué yo si soy un buen cristia... Okay, no.

Me calmo, o por lo menos eso intento. Necesito una ruta de escape. Mordisqueo mi lápiz.

Todos se están riendo de mí.

Cielo santo, ¿por qué la señora Pratt eligió a Andrea como mi compañera?

Las pocas veces que me he cruzado con Andrea, la ignoro y le cedo el paso. No soy el tipo de chico que busque problemas; y ella, sin duda, es uno. Vamos, no soy inmune a su encanto. Es decir, es increíble verla caminar por los corredores de la Preparatoria, porque ella siempre se ve espectacularTiene una forma de vestir única, así con ropa holgada, y usa esos lentes Ray-Ban que le añaden más enigma a su personalidad... Un momento, ahora estoy hablando como el presidente de su club de fans. Tiempo. Tiempo. Tiempo. Aterricemos.

Chris me da más palmaditas en la espalda. —¡Por fin dejarás de ser virgen, campeón! —me felicita a toda voz y siento mi cara enrojecer.

Toda mi sangre debe haberse drenado a mi cara porque tampoco siento mis pies.

Todo el salón continúa dando un concierto de carcajadas. ¡Rayos!, el resto de mi vida tendré pesadillas sobre esto.

Andrea no dice nada, está distraída jugando con su teléfono móvil. Tenemos prohibido hacer eso, pero a Derek parece no importarle que la mitad del salón esté conectado a Facebook.

—Hey, silencio —Derek por fin intenta callar a todos—. Voy a terminar de leer este listado...

Muy bien. Enfoquémonos otra vez, Odom. Tiene que ser una broma. ¿La señora Pratt me está tomando el pelo? Quizá sea un error. Sí, eso ¡un error! Y no, no estoy exagerando, digo, se trata de Andrea Evich. Yo he escuchado que Joseline dice, que Karla dice... Vaya, quizá estoy siendo demasiado pre-juicioso. Tal vez le debería de dar una oportunidad.

—Tienen quince días para entregar sus ensayos —dice Derek.

—¿Ensayo? —pregunta Fredo.

—Es una tarea de Español, amigo, ¿qué pensabas entregar? —quejas y más quejas—. Ánimo, chicos. Yo me identifico con les está dando la oportunidad de conocer a un personaje en la historia e identificarse con este.

¿Está hablando en serio? ¿Eso dirá para convencernos? Game over, amigo.

—¿Cuántas hojas debe tener el ensayo? —pregunta Claudia.

Que sea una hoja. Una hoja, por favor. Sólo una hoja...

—Mínimo quince hojas —responde Derek y las quejas no cesan, al contrario.

Derek se encoge de hombros fingiendo estar apenado. ¡Que no me joda!, a él le divierte esto. Debe ser uno de esos profesores que disfrutan torturar estudiantes, porque cuando él estaba en nuestro lugar también lo torturaron. El ciclo de la vida le llaman en Radio-pasillo.

—Yo escribiré sobre Adolfo Hitler —suelta Chris y sus amigos le aplauden.

Dios, es como si estuvieran obligados a festejar con cada estupidez que él dice.

Los nombres de Frida Kahlo, Julio Cortázar, Albert Einstein y Napoleón Bonaparte también se escuchan en elsalón. Vaya, quizá no todos aquí sean tan cabezas huecas como Chris. No obstante, yo aún tengo mis dudas, y decido todavía no escoger sobre quién escribiré. De momento lo único que me preocupa es mi compañera de trabajo. Lo que me hace pensar...

—¿Por qué el trabajo es en parejas si es un ensayo personal? —hago énfasis en personal.

—Buena pregunta. Alguien tenía que hacerla —Y el idiota fui yo, supongo—. La idea es que  elijas un personaje con el que te identifiques, ¿de acuerdo? Se lo presentes a tu compañero y viceversa —miro a Andrea, o mejor dicho miro la esbelta espalda de Andrea—. Ustedes no escribirán sobre ustedes mismos o el personaje que eligieron. La idea es que lleguen a conocer tanto a su compañero, que podrán redactar quince hojas sobre él, en relación al personaje que eligió.

Estoy tan jodidoTan putamente jodido. Suspiro. De cualquier manera, basta ya de lamentaciones. ¡Enfréntalo, amigo!, me animo. Espalda recta. No más hombros caídos. ¿Qué puede salir mal? Sólo tengo que escribir un ensayo de quince hojas sobre Andrea. Andrea e-Bitch, como la llama el resto de la Prepa. Y me prometí no ser pre-juicioso. Quizá esto resulte bien.

Igual no pongo atención el resto de la clase. Decidí hacer un listado mental sobre qué puede salir mal con Andrea y conmigo haciendo equipo. Porque ese es un defecto en mí, ser negativo:

- Andrea puede haber decidido que soy un perdedor y no quiere hacer el trabajo de Español conmigo.

- O puede ignorarme y trabajar por su cuenta.

- Cuando Andrea me dirija la palabra será tan impresionante que a partir de ese momento también tendré embolia cerebral.

- Cuando yo le dirija la palabra algo saldrá mal, y ella me va a mirar como si yo fuera un idiota. Entonces me atragantaré con mi propia saliva... y después moriré.

- Todos en la Preparatoria seremos víctimas de un ataque alienígena y...

Cuando suena el timbre Andrea se levanta de su banco en tiempo record y es una de las primeras en abandonar el salón. No dice nada. No es como si la quisiera ver aplaudir por estar juntos en esto, pero ni siquiera se volvió para mirarme y dar fe de que sí existo. ¿Cómo nos vamos a poner de acuerdo? Quizá no sepa quién es Oliver... Pero yo me siento detrás de ella. ¿Tiene que saberlo, no? O tal vez no. Bien, de cualquier modo, tenemos quince días para hacer esto. Supongo que podemos ignorarnos uno o dos días más, porque yo tampoco quiero hablarle. Pero algo es un hecho, en algún momento tendré que hacerlo.




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