Capítulo 17: Viaje

NOTA DE AUTORA: Hola a todos mis  queridos lectores, se que estuve todo un año desaparecida, sin subir capítulos, si les soy sincera no tuve mucha motivación, la carga de la universidad, supongo que fue mucha y con las cosas que tuve que pasar pocas ganas me quedaron de escribir. No quiero decirles muchas excusas, pero al abrir hace meses mi laptop y ver este proyecto que tenía supe que no podía dejar otras, no podía dejar que la tristeza que había en mi, me impidiera hacer lo que más amo y eso es escribir.

Estudiar algo que no te gusta te mata lentamente, sobre todo si tu pasión es otra y ves como se va alejando, tener que elegir entre aprobar una materia o seguir escribiendo, no quiero dejar mi sueño, no quiero soltar y así espero que ustedes tampoco suelten los sueños que tengan, persiganlos, no descansen hasta cumplirlos. Se que se puede ver difícil porque yo por poco estuve a punto de abandonarlo, pero quiero seguir aferrandome a él y espero que ustedes también se aferren a sus sueños.

Por eso me complace decirles que he acabado el libro, así que desde hoy, les estaré publicando un capítulo por día, para compensar el tiempo en que me fui, espero que les guste y su ven que necesito mejor algo me gustaría que me lo dijeran. Los amooo, ahora sí el capítulo y perdón por la biblia que escribí :((

Justamente cuando se marchó Orfeo, bajo por las escaleras Scarlett luciendo como una noble; su cabello cobrizo estaba semirrecogido atado en un lazo largo de color rosa claro con encaje blanco en un moño. Su vestido era de color rosa claro con un estampado de pequeños corona y cruces doradas, las mangas era semilarga, la mitad de color rosa y la otra mitad era blanca hecha de chiffon con el puño ceñido de encaje, el cuello era circular y tenía un pequeño moño amarrado del mismo color que el vestido con una pequeño cruz colgando en él, el escote no se podía ver ya que estaba totalmente cubierto por una tela cuadrada blanca con bordes de encaje blanco rodeado de hilo dorado.

En la cintura tenían un moño rosado grande. La falda era escalonada y esponjada, tenía un estampado de dos ángeles cargando una cruz adentro de un círculo hecho de rosas, en la parte inferior de este. Se sentó a un lado de Jayde, no tardó en llegar una doncella sirviéndole su desayuno, tan rápidamente como llego también se marchó dejándolos a solas.

-Parece que tuvieron una charla sin mí -especulo Scarlett, le dio un sorbo a su té-. Lo digo por la cara de angustiados que tienen.

-Asuntos sin importancia -dijo Jayde sin relevancia-. Lo que sí importa es que nos menciones donde se encuentra Antonella Zenari.

-Mi tía es una tía política no comparto sangre con ella -relató-. Con quien comparto sangre es con mi tío Víctor, quien es el hermano menor de mi padre. Al fallecer mi padre se le concedió a mi tío el título de Marques de Vercelli, desde entonces viven en lo que alguna vez fue mi propiedad, según la última carta que me envío mi tía se mudaron a la casa del campo cerca de los arrozales de la familia, ahí podremos encontrarlos.

-Claro como lo olvide -dijo Luka obvio-. Los Zenari fueron una gran familia noble que obtuvo su fortuna mediante el comercio del arroz, son quienes abastecen a todo el país y otras partes de Europa.

- ¿Por qué no vives con ellos? -preguntó Jayde incrédula-. Vivirías mejor y te tratarían como una sobrina no como aquella vieja que llamas tía y que te echa de su casa.

-Esa es mi tía Simona, ella es la hermana mayor de mi madre -explico cansada-. Cayo en desgracia cuando su esposo un gran general huyo en combate, es decir, desertó, desde entonces han vivido en la miseria. Claro que mis tíos querían que yo me quedará con ellos a vivir, pero sabía que, si me quedaba con ellos, la venganza y el rencor me corrompería. Así que decidí irme con mi tía materna pobre, pero mis tíos no quisieron desampararme después de todo soy la hija de un marqués, cada mes me mandan dinero para que pueda llevar una vida plena. Lástima que mi tía cada vez que llegaba el dinero me lo quitaba "según para abastecer la casa" -hizo comillas-. Cuando sé que lo utilizaba para sus caprichos y conseguirle un buen partido a mi prima Amelia.

-Si te trata tan mal tu tía ¿Por qué no les dijiste a tus tíos? -dijo confundida-. ¿Por qué aguantar tanta miseria?

-No quiero depender de mis tíos -respondió seria-. No quiero nada que ver con los culpables de la muerte de mis padres, ellos tratan de exiliar su culpa a través de mí, pero no dejaré que eso suceda -apretó con fuerza la taza de té que sostenía con sus dos manos, su mirada estaba perdida-. Cada año voy a visitarlos para que vean mi rostro y les recuerde lo que hicieron... que en sus manos se tiñe la sangre de mis padres
.  
-Lo siento Scarlett -se compadeció Luka-. No por tu situación sino por lo de tus padres.

-Bueno tendrás que hacer de un lado tus diferencias porque deberás llevarnos con ellos -repuso Jayde-. Y será mejor que sea rápido porque tenemos que ir hoy para poder regresar a tiempo cuando regresen los padres y hermana de Luka.

- ¿Quieres irte ahora? -preguntó incrédulo-. ¿Por qué?

-Mientras más rápido resolvamos este asunto -dijo indirectamente, para que este entendiera-. Será mejor para nosotros, recuerdo que el tiempo se nos agota.

- ¿No crees que es muy pronto? -cuestiono.

- ¿Temprano para qué? -replico Jayde-. ¿Quieres planear algo?

-Puedo llevarlos sin problema -intercedió Scarlett-. Solo necesito una estúpida excusa para decir que los visito.

- ¡Genial! -exclamo alegre-. Ahora tenemos un plan -miro a Scarlett-. Ve a empacar al menos tres prendas para el viaje -se puso pensativa-. Que sean cinco por las duda no sabremos cuanto vamos a tardar.

-En cinco días mis padres habrán llegado -le recalcó-. Tiene que ser en tres días.

-Bien -accedió de mala gana-. Intentaré resolverlo en tres días -volvió su mirada a esta-. Dile a una doncella que te ayude y tu Luka dile a tu mayordomo sobreprotector que te surgió un problema en Vercelli y tienes que atenderlo de inmediato y que nosotras te acompañaremos.