La Maldicion de la Bruja Roja

Capitulo 41: Revelaciones

Jayde y Scarlett se la pasaron la mayor parte de la tarde inventando una historia por si preguntaban cómo se habían conocido, como era Baviera o sus padres, para su suerte Scarlett había estudiado la cultura y la historia del reino así que se la paso transmitiendo todo su conocimiento a esta que no tardo en memorizárselo. Para la cena ya estaban preparadas y tenían cubiertas todas las respuestas para las posibles preguntas que pudiera hacer la madre o hermana de Luka, dudaba que su padre fuera a preguntar algo o sería simple solo por pura cortesía. Una doncellas las dirigió por un largo pasillo alfombrado de color rojo, lleno de pinturas de ángeles y retratos de antepasados. Llegaron hasta una puerta de cortina roja aterciopelada, la doncella les indico que pasaran, al entrar se dieron cuenta que eran las únicas que faltaban para cenar, los padres de Luka se encontraban sentados en la cabecera de una mesa con una mantel rojo, enfrente de ellos estaban sentados Luka dejando dos sillas vacías. Era diferente a la mesa larga en la que había desayunado anteriormente, supuso que debía de ser el comedor principal y este el familiar. En cuanto llegaron Scarlett les hizo una reverencia a todos y Jayde una simple inclinación.

-Buenas noches -se presentó-. Espero que no sea una molestia si mi dama pueda acompañarnos a cenar.

-Para nada querida -dijo sin importancia-. Me imagino que debe de ser como de tu familia.

-Aunque solo crecimos nuestra infancia juntas la siento como una verdadera hermana -respondió cordial-. Claro que tengo a mis otras dos hermanas menores: Alejandra y Clara, pero ellas son más insoportables que mi querida Scarlett.

Se sentaron en los asientos vacíos sintiéndose incomodas al saber que estaban bajo la mirada de la familia real, hubiera preferido el comedor principal, no estarían tan cerca de ellos. Tuvo que ocultar su incomodidad bajo una sonrisa encantadora.

-Dime querida Camelia ¿Cómo es por allá en Baviera? -preguntó Amalia-. ¿Es muy húmedo como dicen?

-Ah sí y hace un frio del horror, es en estas épocas donde desciende más la temperatura y casi siempre llueve -respondió amable-. Sin duda el clima en su país es mucho mejor que el nuestro.

-Planeamos hacerte una fiesta de bienvenida como es debido -anunció-. Espero que no les moleste.

- Madre -hablo Luka-. Podemos hablar…

-Es una estupenda idea Amalia -dijo extasiada, la miro apenada-. Por supuesto se me olvidaba, ¿puedo tutearla? Me siento emocionada de tener otra madre.

Amalia sonrió de oreja a oreja sintiéndose dichosa.

- ¡Por supuesto querida! -exclamo emocionada-. Serás como una nueva hija para nosotros.

-Entonces me gustaría pedirles a todos que me llamarán por mi cuarto nombre -mencionó, la miraron confundidos-. Es que Camelia solo lo utilizo formalmente, me gustaría que me llamarán Jayde -Luka sintió que se atragantaba con el vino y Scarlett dejo el bistec de lado mirándola sorprendida-. Fue el apodo que me dio mi dulce abuela, significa “belleza de jade” me gusta mucho más que Camelia.

-Como gustes querida -dijo sorprendida-. No sabía eso de ti.

-Claro que ante la nobleza prefiero que me llamen Camelia -respondió-. Me emociona poder conocer toda la nobleza de Turín, pero me dejaría darle un consejo sobre la fiesta.

-Claro.

- ¿Qué tal le parece una fiesta con temática? -le propuso, recibió una patada debajo de la mesa por parte de Luka, teniendo que disimular el dolor-. Siempre he querido tener una ya que mi madre no me dejaba, ¿Qué tal le parece la idea de un baile de máscaras? Sería misteriosa y emblemática -le devolvió más fuerte la patada, haciendo que se mordiera el labio-. He escuchado mucho acerca de esto en Italia ¿carnaval de Venecia? -miro a Scarlett-. ¿Podrías explicármelo?

-Era un festival anual celebrado en la ciudad de Venecia al término de la celebración de la Cuaresma alteza -explico Scarlett-. Pero se prohibió con la llegada de Napoleón Bonaparte en 1797 y desde entonces se fue perdiendo la tradición. Utilizan mascaras elaboradas y vestido llamativos típicos de un carnaval.

-Oh sería maravilloso hacer una temática de eso -mencionó alegre, miro sutilmente a Amalia-. Imagínese la nobleza viniendo toda colorida hacia el palazzo y una decoración digna de un carnaval.

-No lo sé -dijo dudosa-. Preferiría algo más discreto y elegante.

-Apoyo a su alteza Camelia -habló Fernando por primera vez-. Sería bueno recuperar aquellas tradiciones que dejamos atrás, aunque no seamos venecianos, bien podríamos hacer una fiesta acorde a la temática. Daría mucho de qué hablar entre la corte, sería vista como una de las fiestas del año, sería histórico.

Aquellas palabras bastaron para convencer a Amalia quien su mirada se ilumino por completo antes sus palabras.

-Por supuesto querido tienes razón -concordó pensativa-. Seríamos los primeros en volver a traer aquel festivo de nuevo a nuestras tierras y que fuera el primero después de varios siglos en celebrar en Turín -la miro admirada-. Tienes estupendas ideas.

-Y si me ocurren más -comentó emocionada-. Bien podría ayudarle si me lo permite, a organizar todo esto, sería como una actividad en la que podríamos conocernos mejor.




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