La Maldicion de la Bruja Roja

Capitulo 55: Mansión Cavaglieri

Scarlett se encontraba jugando con su collar plateado mientras esperaban dentro del carruaje a Luka. Jayde observó su peculiar collar en forma de llave: tenía una flor en el centro con una amatista incrustada, se desprendían cuatro alas pequeñas y cuatro grandes en todas direcciones, la punta era en forma de estrella de cinco picos que contenía una pequeña amatista. Solo esperaba a Luka que se encontraba hablando afuera con Amadeo. Matteo se encontraba a su lado luciendo igual de inquieto e impaciente que ellas.

- ¿Qué es esa llave? -preguntó curiosa-. Nunca antes te la había visto.

-Porque no sabias que soy una bruja -respondió seria-. Esta llave me permite invocar y abrir mi grimorio, es un pedazo de mi alma como tu collar, es lo más sagrado de una bruja si lo llegará a perder sería mi fin.

-Entonces ¿crees que eso funcione con las brujas plateadas?

-Ellas son brujas impuras, su magia es negra -le aclaró-. Muy diferente a la mía, se rige por otras reglas que desconozco.

Matteo se puso un chaleco dorado que resaltaba su cabello, encima se puso un abrigo azul marino, sus pantalones eran blancos y se amarro un pañuelo al cuello, lucía extremadamente tranquilo, sospecho que estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones. Quiso molestarlo, pero no se le ocurría nada para hacerlo hasta que una idea se le cruzo por la cabeza.

- ¿Qué tal la bruja? -preguntó curiosa-. Regresaste tarde al castillo.

- ¿Ahora me acosas? -reitero-. Pensé que ese era Luka no yo.

-Hablando de acoso -recordó Jayde-. Le prometí a Dilara que volverías a verlo para una sesión de ya sabes -Matteo la miro incrédula-. Era una situación de vida o muerte, sino jamás lo habría hecho.

-Te ofreció a cambio de una botella de vodka -confesó Scarlett, sin pena alguna, Jayde la miro traicionada-. Eso fue por decir que mi vestido era feo y porque te lo mereces -levantó su dedo regañándola-. No puedes ir por ahí prostituyendo a la gente a tu antojo.

- ¿Vida o muerte? -dijo ofendida-. Ya lo creo.

-Bueno para mí era un asunto de vida o muerte -murmuro cínicamente-. Como sea tienes que ir a verla, no me hagas quedar mal.

-No soy tu prostituto personal Jayde -le regaño-. No me puedes ir cambiando como si fuera dinero.

Hubiera seguido regañándola si no fuera porque Luka entro al carruaje, salvándola de escuchar sus quejidos. Luka vestía un frac marrón con un pantalón beige y un pañuelo alrededor de su cuello.

- ¿Con que te molestaba Amadeo? -preguntó curiosa.

-Quería saber dónde nos dirigíamos por la forma en que venían -respondió calmado-. Le dije que era una excursión al bosque, que tu querías apreciar los pájaros y el aire libre.

- ¿Lo creyó? -dijo sarcástica.

- Claro que no -respondió obvio-. Pero al menos no me cuestiono más -las miro extraño-. ¿Por qué están vestidas así?

-Porque no tenemos la suerte de usar pantalones -contestó Scarlett-. ¿Sabes lo difícil que es luchar con un vestido largo?

- Buen punto -coincidió-. Entonces ¿Cuál es el plan?

Todos dirigieron sus miradas a Jayde esperando una respuesta, esta saco del bolsillo de la capa los dibujos de los planos de la mansión para llegar. En el dibujo mostraba como llegar hacia la mansión entre todo el bosque y al reverso venía por donde podían entrar.

-Scarlett por la entrada trasera, Matteo por la entrada lateral izquierda -les informó-. Yo por la derecha y Luka se queda escondido en los arbustos  

- ¿Por qué yo estoy escondido? -preguntó ofendido.

-Porque no creo que tu anillo y tu presencia nos sea de utilidad -dijo sarcástica-. Al menos que lo uses como arma, lo cual dudo.

- ¿Entonces para que vine?

-Tu anillo es capaz de matar a esas brujas al ser una arma pura -recalcó Jayde-. Si llegáramos a fallar como nuestra última opción tendrás que matarlas.

- Pero no quiero -se negó-. Son las hermanas de Nirelle y le prometimos que no las dañaríamos.

-Si bueno prometo muchas cosas -dijo con desdén-. Piénsalo, son ellas o los siete niños que perderán sus vidas.

Luka prefirió no responder, el resto del trayecto se la paso meditando sobre la decisión que tomaría si llegará ocurrir, prefirió no pensar más en ello. Llegaron al bosque se quitaron sus abrigos dejando relucir sus atuendos, las miraron anonadados, era una prenda extraña que no se acostumbraba a ver, no dijeron ni una sola palabra, los miro amenazante.

-Digan una palabra al respecto y les corto la lengua -les amenazo.

-Yo iba a decir que te ibas genial -comentó Luka.

Siguieron las indicaciones que le había puesto Nirelle, la mansión se encontraba detrás del lago encima de una colina, era una de las formas para llegar. Scarlett sentía que su vestido no le cubría nada, el viento fresco se colaba en su cuerpo, el sol estaba en todo su fulgor lo cual les daría ventaja gracias a Matteo, pero aun así no calentaba como desearía. Se escuchaba la dulce melodía de los ruiseñores al cantar perdiéndose en su sonido, el viento soplaba fuertemente volando su cabello junto con las hojas secas del suelo. Al pasar por el lago se encontraron con un pequeño ciervo, Jayde se quedó perdida mirándolo, pues hace siglos que no venía uno.




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