La Maldición de la isla del Ciempiés

La entidad

Tomás se acercó más, su rostro vacío y pálido. El grupo se sintió aterrorizado, sabiendo que estaban cara a cara con la muerte. De repente, Tomás habló, su voz no era suya.

"La entidad os ha estado esperando", dijo. "Ha estado esperando mucho tiempo".

El grupo se sintió confundido. ¿Qué quería decir Tomás? La entidad, ¿qué era?

Sofía intentó hablar, pero su voz temblaba. "¿Qué entidad?", preguntó.

Tomás sonrió, una sonrisa siniestra. "La entidad que os consumirá", dijo.

De repente, la niebla se hizo más espesa, y el grupo se perdió en la isla. La entidad los acechaba, y ellos sabían que estaban en peligro.

El grupo corrió, intentando escapar. Pero la isla parecía cambiar, y ellos se encontraban perdidos en un laberinto de árboles y niebla.

La entidad se manifestó, una presencia oscura que los rodeaba. El grupo se sintió aterrorizado, sabiendo que estaban atrapados.

Sofía intentó encontrar una salida, pero la isla parecía no tener fin. La entidad los había atrapado, y ellos sabían que no podrían escapar.

De repente, la niebla se disipó, y el grupo vio un edificio en la distancia. Era el templo, el lugar donde la secta había realizado sus rituales oscuros.

El grupo se acercó, sabiendo que era su única esperanza. Pero la entidad los acechaba, y ellos sabían que estaban en peligro.



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En el texto hay: terror, terror familia

Editado: 25.10.2024

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