El grupo entró en el templo, buscando respuestas. Pero la entidad los siguió, su presencia oscura llenando el aire. Sofía se sintió aterrorizada, sabiendo que estaban atrapados.
De repente, escucharon pasos detrás de ellos. Se dieron la vuelta, y vieron a Tomás, su rostro vacío y pálido. "La entidad os ha encontrado", dijo.
El grupo corrió, intentando escapar. Pero el templo parecía cambiar, y ellos se encontraban perdidos en un laberinto de pasillos y cámaras.
La entidad se manifestó, una presencia oscura que los rodeaba. El grupo se sintió aterrorizado, sabiendo que estaban atrapados.
Sofía intentó encontrar una salida, pero las puertas estaban bloqueadas. La entidad los había atrapado, y ellos sabían que no podrían escapar.
De repente, escucharon un ruido detrás de ellos. Se dieron la vuelta, y vieron a uno de sus amigos, Mateo, siendo arrastrado por la entidad.
"¡Mateo!", gritó Sofía.
Pero era demasiado tarde. La entidad lo había consumido, y Mateo desapareció en la oscuridad.
El grupo se sintió aterrorizado, sabiendo que estaban siguientes. La entidad los perseguía, y ellos sabían que no podrían escapar.
Sofía tomó una decisión. "Tenemos que encontrar el origen de la maldición", dijo. "Tenemos que detener a la entidad".
El grupo asintió, sabiendo que era su única esperanza. Pero la entidad los acechaba, y ellos sabían que estaban en peligro.