La Maldición Del Anillo.

Capítulo 10. Volviendo a casa.

- ¿Emocionado por tu primer día? - preguntó un hombre mirando desde el espejo retrovisor a su hijo sentado en la parte trasera del auto.

- Nervioso, sería la palabra correcta del como me siento en estos momentos - refutó el joven de dieciséis años, conectando su mirada con la de su padre.

- Todo irá bien, te lo aseguro - alega el hombre - Freddy, cuídalo -  le pidió al otro chico de cabello teñido de azul, el mejor amigo de su hijo.

- No tiene por qué pedírmelo, señor. Yo cuidaré muy bien de él - aseguró el chico.

- No soy un bebé, ¿Saben? Puedo cuidarme yo mismo - dijo de manera ofendida el primer chico.

- Lo sabemos, Ryan - acotó su mejor amigo dirigiendo su mirada en él durante unos segundos. Posteriormente volteó la cabeza para mirar por la ventanilla del auto el instituto donde varios alumnados ya iban entrando al interior del edificio - Supongo que ya es hora de marcharnos.

- Si - Ryan soltó un suspiro - bueno papá, nos vemos en la tarde - se despidió de su progenitor bajando del auto al mismo tiempo en el que su amigo bajaba también.

- Hasta luego, señor - se despidió el joven.

- Cuídense chicos, ¡Vendré a recogerlos por la tarde! - alzó un poco la voz para que los dos jóvenes lo escucharan, al ver que los chicos entraban en el interior del instituto, puso en marcha su vehículo.

Ryan y Freddy, al bajar del auto no tardaron en robar las miradas de los pocos estudiantes que estaban afuera del instituto, lo mismo pasó con los que ya estaban adentro, parados por los pasillos. Freddy se sintió de maravilla al recibir tanta atención, pasando su mano derecha por su cabello, le guiñó el ojo a una chica recargada en su casillero y quien no tardó en ponerse roja. Ryan en cambio, se sentía cohibido, a él nunca le gustó ser el centro de atención, prefería mil veces pasar desapercibido entre todos.

- ¿Puedes dejar de coquetear por un momento? - deliberó dándole un ligero codazo a su amigo - debemos buscar la oficina del director.

- Bien, bien - Freddy pasó uno de sus brazos por los hombros del mas bajo y juntos siguieron caminando.

- Tú nunca cambias - especuló Ryan negando con la cabeza, de repente sintió un empujón al chocar su hombro con otro chico - lo siento - se disculpó antes de alzar la mirada.

- Está bien,no te preocupes, ha sido mi culpa en realidad - habló el chico, alzando la mirada se encontró con unos ojos azules pertenecientes de un chico de cabellera rubio - soy Liam Dunbar, ¿Son nuevos? Nunca los había visto.

- Si, somos nuevos - declaró Freddy mirando igualmente al chico frente a ellos, por alguna extraña razón sentía desprecio hacia ese rubio - si nos disculpas, debemos buscar la oficina del director - reafirmando su brazo por los hombros de Ryan comenzó a caminar, por lo que Ryan no tardó en moverse también.

- ¡Esperen! - Liam alzó la voz deteniendo a los dos chicos, estos giraron levemente la cabeza y miraron por sobre sus hombros al rubio - Puedo llevarlos, si gustan - ofreció.

- No hace falta, Liam. Nosotros podemos encontrarlo por nuestra cuenta - sentenció Freddy, y sin decir nada más retomaron su caminata dejando al rubio en shock por la manera tan fría en la que lo dijo, ¿Por que sentía que ese chico lo odiaba? Apenas se concocieron y ya sentía el desprecio que ese chico de cabellos azules sentía hacia él.

Encogiendo se  de hombros, decidió irse, Scott le había llamado hace tan solo unos momentos atrás, informándole que no iba a ir a clases y que necesitaban a la manada entera reunida. Despues de lo sucedido el día anterior, tanto Scott como el resto de la manada, aún con la confusión por lo que había pasado, decidieron ir a ver al druida para informarle sobre lo acontecido. Stiles, quien se había ido antes que ellos al ver que la manada se encontraba en distracción, decidió volver a su casa donde aguardaban su hijo e Isaac.

Mientras tanto, reunidos en la mansión Hale, se encontraba la manada en espera del beta de Scott, todos intentaban pensar en una buena respuesta a sus preguntas sobre lo ocurrido con el nemeton, Deaton, la tarde anterior no les pudo dar explicaciones ni respuestas pues el hombre tampoco sabía el por qué algo así había pasado, inclusive fue a ver él mismo el nemeton con sus propios ojos para creer en las palabras de la manada.

Por lo tanto, el druida informó que iría a visitar a uno de sus colegas para saber si ese hombre tiene conocimiento de algo así, por lo que Deaton se había marchado esta misma mañana al pueblo donde residía su amigo y colega.

Boyd y Theo miraban a los miembros de la manada sin interés alguno, ellos se enteraron de la situación despues de que la manada volvió a la mansión, por momentos sus ojos se conectaban y sentían un escalofrío recorrer sus cuerpos al recordar lo que el día anterior pasó entre ellos. Theo aun podía sentir la sensación del duro, grueso y enorme falo penetrar su interior mientras su boca era tomada por Boyd en un apasionado beso, no tardó nada en sentirse caliente.

- ¿Que demonios..? - Kira arrugó la nariz, pues al estar sentada cerca del muchacho, el olor de la excitación de Theo era más potente.

- ¿Es en serio, Theo? - espetó Aiden - estamos tratando de lidiar con el problema del nemeton, y tú solo... - no terminó la frase, aún así, se quedó mirando a Theo con desagrado.

Theo rodó los ojos y se cruzó de brazos, Boyd por su parte, miró con una ligera sonrisa de lado al joven.

Segundos después, Liam llegó al lugar de la reunión.

- Bien, ahora que todos estamos reunidos, comencemos con el tema - declaró Ethan.

- Ya todos sabemos que Deaton a ido a buscar respuestas por lo que está ocurriendo con el nemeton - comenzó a decir Scott parándose en medio de la sala - estaba pensando que nosotros también deberíamos buscar información en otros lugares, Derek y yo hemos estado buscando en los libros y bestiarios de su familia pero no hemos encontrada ninguna información sobre lo ocurrido con el nemeton...




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