La Mansión De Wisteria

V: Dos Finales sin Conclusion

No hace falta decir que mis padres, mi madre específicamente, se desmayaron al escuchar que Caden Wisteria quería casarse conmigo. A la mayor prontitud posible. Pero igualmente lo voy a decir. Casi les da un infarto.

Mi madre no necesitó mucha persuasión para acceder a aquello. Creo que en su interior, temía que cualquier magia que hubiese caído sobre el chico se desvaneciera con tiempo si no actuabamos rápido. Max estaba eufórico por mi. No paraba de decir que el sabia que algo bueno me sucederia al venir aqui. Mi padre vacilo mas que el resto. Supongo que no creia que me casaria pronto. Que fuera posible que tuviera que verme crecer tan pronto. Pero igualmente, Caden era demasiado ideal como para que el se la pusiera dificil.

Realmente, nadie objeto como tal. Pero los dias posteriores al baile, llegaron comentarios a mi sobre la naturaleza de nuestra relacion. Eran vulgares y crueles. No hacian justicia a los momentos que habia pasado con el amo de la Mansion de Wisteria. Algunos chicos parecieron creerselos, y me miraban de forma escalofriante cuando pasaba cerca. Los gemelos, especificamente Amos, se veian increiblemente desubicados ante tan desenlace de eventos. Un dia, escuche que uno de ellos decia algo entre las lineas de que el sentido de honor de Caden no le habia dejado disfrutar de un “simple gusto.”

Al dia siguiente, ya no habia rastro de ellos en la propiedad.

Luego de eso, no volvi a escuchar ningun comentario que no fuera alegre por nuestro compromiso. Caden no dio indicios de haber hecho nada, pero sus ojos grisaceos se endurecian cuando alguien trastabillaba ante algo que fuera menos que un cumplido hacia mi. Supongo que porque no lo era conmigo, a veces olvidaba lo imponente que era. Su presencia no pasaba desapercibida. Aun si el no hiciera nada por convocar atencion, esta le caia detras como un perro domesticado. Y aun asi, sus ojos solo se fijaban en mi.

La fecha de la boda se fijo para un mes posterior al baile. Dandole tiempo a los preparativos, pero sin extenderse mas alla de lo necesario. Cada mirada entre nosotros, cada roce y cada beso, indicaban que esperariamos por siempre, al igual que no habia pronto que fuera suficientemente corto.

Caden y yo pasamos los dias rodeados de paz. Y no porque hubiese falta de cosas por hacer, distractores que nos separaran. Sino porque, cada dia, luego de que mi familia se hartara de intentar hacer conversacion, luego de que no hubiese nadie reclamando la atencion del amo para asuntos oficiales, luego de que cualquier organizacion de la boda hubiese sido manejad, siempre nos encontrabamos. Y aquellos momentos hacian que el resto desapareciera. Las pocas veces que se precipito lluvia en la propiedad, esperabamos a que todos se durmieran y nos sentabamos frente a una chimenea. Tazas humeantes en las mesitas y un libro en mis manos. Me dedicaba a leerle en voz alta cuentos e historias que sacabamos de su biblioteca privada. Cafden se la pasaba peinandome el cabello. Distraidamente sostenia mis mechones y los trenzaba torpemente.

Una noche, le lei una historia de un libro antiquisimo. Pense que se caeria a pedazos en mi manos, pero el dejo que lo escogiera y lo leyera sin preocupaciones. La historia, era mas bien un relato mitologico, hablaba sobre unas criaturas que solian vivir en el bosque. Las driadas eran una especie de hadas que resultaban del espíritu de los arboles. Criaturas que vagaban, no muy lejos de su arbol y que se hallaban eternamente atadas a su fuente de vida. Las manos de Caden se ralentizaron en mi pelo durante el relato.

Una doncella, de una casa alta e influyente, vago por el bosque un dia. Y al caminar, mas lejos de lo que habia llegado alguna vez, se dio cuenta se que se habia perdido. El dia se iba apagando y ella aun no habia logrado hallar su camino de vuelta. Hasta que entre los arboles se abrio un claro. Como si fuera una aparicion especialmente para ella, se encontraba un joven, recostado del borde de un arbol alto y colorido. Inicialmente, sintio aprehension y penso en retroceder sigilosamente. Pero las criaturas que no pertenecen al bosque nunca pueden pasar desapercibidas como las que lo son. El joven la vio. Al compartir una mirada, la doncella tuvo un presentimiento de que el peligro que corria no era de la indole que le asustaba. Habia algo amable en sus ojos, lo cual no le era familiar a ella. Se sento a su lado, en silencio al principio, y luego sin suficientes palabras. Cuando ya estuvo a punto de oscurecer, el joven le indico el camino que la llevaria de vuelta a su hogar y le entrego una flor purpura que le aseguraria no perderse, segun el. La doncella se mantuvo esceptica y le pidio que el la guiara, en su lugar. Con una mirada triste, el joven le conto que las criaturas como el no podia abandonar sus raices. Por lo que la doncella se fue, guiada por su flor y llego a casa a salvo. Dias pasaron y con ellos, se hizo evidente lo inutil que eran sus esfuerzos por mantenerse lejos del bosque. Ignorar su llamado era como pretender que sus ojos no buscaban algo que aun no habian perdido. Por lo que un dia se marcho sin intencion de volve. Encontro al chico en el mismo claro, y este la recibio con un reflejo de la alegria que ella sintio. Construyeron su vida alli. El joven la introdujo al resto de los espiritus de los arboles. La adornaron con flores y plumas caidas, y se casaron. Una noche tragica, al bosque entro una multitud que no buscaba la paz que podian ofrecerles. El padre de la doncella, buscandola y dandola por muerta, la encontro junto al driada y se torno colerico. Una bestia del bosque, la llamo. No le permitio misericordia al amado de ella, ni al resto de los habitantes. La arrastro lejos, dejando detras un incendio que consumio toda la vida que hubo a su paso.

A partir de ese punto, habian dos finales con especulaciones totalmente diferentes. En una, el driada logra escapar del incendio y corre detras de su amada. Su dolor es tan profundo que no se percata de que mientras mas se aleja de su arbol, se empiezan a formar costras de madera en su piel. Al llegar a la propiedad donde esta reside, a penas logra penetrar al jardin, y cuando esta lo ve por la ventana, sale a su encuentro. Pero al salir, el jardin esta vacio. En su lugarr encontro un monticulo de lo que parecia ser madera oscura. A medida que se acerco, noto que daba la impresion de ser el remanente de algun arbol caido. Pero cuando lo miro bien, noto que tenia la figura que ella tanto habia amado y el rostro de madera congelado en una expresion de afliccion. Con las lagrimas que lloro, se rego y de ahi creio un precioso arbol, al cual ella atendio por el resto de su vida. El espiritu de su amado bendijo la tierra y de ahi crecio todo tipo de flora. La doncella nunca abandono sus tierras y paso el resto de sus dias en aquel lugar donde moraba su espíritu.




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