El semblante de Caden era solemne cuando me llevo a traves del jardin hacia el invernadero. En sus manos sostenia un llavero de hierro pulido. Para nada como lo oxidado que habia estado el candado.
Ajuste su capa sobre mis hombros. El sereno de la noche estaba muy fresco para mi gusto. Aprete mi agarre sobre la vela que llevaba y observe su llama flaquear ante la brisa.
–Hace mucho que no venia aqui.
Mis ojos volaron hacia el. No me estaba mirando. Tenia la vista fija al frente. Su mandibula ligeramente tensa.
Chasquee la lengua.
–Si, no parece haber sido usado en mucho tiempo, –añadi sin pensar. Giro el rostro hacia mi con una expresion divertida. No le llegaba a los ojos, pero algo era algo. – La noche en que nos conocimos. Vine por aqui y el candado daba la impresion de no haber sido abierto en anos.
Nos acercamos a la puerta de vidrio. Mi corazon trono en mi pecho. Amenazaba con salirse de su cuenca.
–Ja, pues si ha sido abierto. No por mi personalmente, pero hay que cuidar lo que hay dentro, –intento decir en tono burlon, pero su voz salio suave y baja. Como un murmullo para si mismo.
–Ya veo. Vaya, debe ser util tener tantos recursos a tu disposicion. Mi madre nunca dudo en mandarme a atender los oficios a pesar de nuestras sirvientas.
Sus labios se curvaron hacia arriba ante aquello. Tomo el candado en su mano mientras buscaba la llave correcta. Frote mis manos entre si mientras lo observaba.
–Que impropio para una dama, –recalco ironicamente. Bufe rodando los ojos.
–Ni me lo digas.Si en algo quisiera que fuera constante seria en eso.
–Y porque no lo era? –Enconbtro la que buscaba. La inserto en la abertura y me dio su atencion.
Me encongi de hombros. Suspire, mi aliento haciendose visible por el frio.
–Supongo que no teniamos suficiente personal para sobrecargar. –Mire hacia un lado. Como si redirigiendo mi atencion pudiera alcanzar a ver mi antigua casa a la distancia. –Pero mi madre tambien aprovecho aquellas oportunidades como castigo, –a;adi de forma ligera con una risita.
Caden mantuvo su atencion en mi.
–No es por los sirvientes, –aclaro abruptamente. Frunci el ceno. Caden jugueteo con las llaves su mano y tomo un respiro profundo. –En mi caso, me refiero. No me encanta este lugar.
Señalo la estructura frente a nosotros con la barbilla.
–Oh.
Cambie mi peso de una pierna a la otra.
–No tenemos que…no tenias que traerme aqui si no te agrada, Caden. De verdad.
Coloque mi palma sobre su brazo. Sus ojos buscaron en los mios pero antes de que pudiera decir algo, un maullido nos hizo a ambos volver la atencion hacia la gata que trotaba hacia nosotros.
Continuo maullando desesperadamente, lo que me causo risa. Seguramente esperaba que alguno de nosotros sacara comida de algun lado.
Me arrodille y la recibi en mis brazos.
–Ahi estabas, preciosa.
La mano de Caden le acaricio la cabeza y ronroneo en respuesta.
–Si entras conmigo, puedo conseguirte algo de comer. Si?
Le dije estrechandola entre mis brazos. Escuche que Caden contenia la risa a mi lado.
–Asi no conseguiras que te quiera. Ya tiene comida aqui afuera.
Arruge la nariz. No queria imaginarme lo que comia aqui afuera. Mire al chico disgustada.
–Wow, si que te falta tacto.
–Una de mis muchas virtudes.
Estreche los ojos en su direccion. Por un minuto nos quedamos ahi en el suelo, jugando con el pelaje de Cassidy. La voz profunda de Caden corto el silencio ameno.
–Ven.
–Ya vamos a entrar?
–Quiero que veas el interior–. Se puso de pie y me extendio una mano para ayudarme. Lo observe con los ojos engrandecidos de la sorpresa.
–En serio no es necesario si lo prefieres.
Pero si que tenia curiosidad. Muy rara vez presionaba al chico cuando chocaba con una de sus barreras. Era un tremendo avance que el lo ofreciera sin mi interferencia.
–Prefiero que lo veas, entonces.
Tome su mano.
Caden abrio la puerta sin dificultad. El candado crujio un poco bajo su agarre, pero la puerta se abrio en un movimiento fluido.
Me gire hacia Cassidy, quien ya no estaba tumbada en el suelo. Estaba puesta de pie y con las orejas de punta.
–Ven, Cassi. Adentro no hara tanto frio.
La gata tenia los ojos abiertos y las pupilas…diminutas. Una raya en sus ojos blancos. Dio un paso atras y solto un largo maullido.
–Cass?
Di un paso hacia ella, pero eso la espanto y se echo aun maspara atras. Me gire hacia Caden, quien se veia horrorizado por igual.
–Que le pasa? –Se congelo en shock. No me respondio. No aparto sus ojos de Cassidy, quien contino maullando como si le doliera algo. –Caden, que esta pasando?
Su rostro se giro hacia mi antes de que sus ojos encontraran los mios. Trago saliva.
–A la gata no le gusta.
–Que cosa? Que cosa no le gusta?
La gata maullo por ultima vez. Cuando noto que no nos moviamos, sencillamente salio corriendo lejos. Algo la habia espantado. Caden aun seguia paralizado a mi lado. Sus largos dedos apretando mi mano.
–Que fue eso? –volvi a preguntar. Caden apreto los labios y cerro los ojos por un momento. Cuando los abrio, ya no quedaba un rastro de aquella escena en ellos. Aquello me desconcerto incluso mas. Abri y cerre la boca, a medio camino de exigir otra explicacion.
–Supongo que no le gustan los espacios cerrados, –digo llanamente.
–Eso no es lo que parecia, –Ladee mi cabeza lentamente. –Nunca se ha comportado asi…
–Siempre prefiere estar fuera. Debe ser eso, Solar.
Me miro esperando a que me lo creyera. Lo mire esperando a que anadiera algo mas. Pero ninguno le dio al otro que esperaba. Por un segundo nos quedamos en silencio, tantas preguntas en el aire. El viento me paralizo los vellos, pero no fue aquello lo que me produjo un escalofrio. La gata habia sentido algo. Los animales son criaturas instintivas. Aquello no era solo un capricho. Y Caden parecia entender aquello mejor que yo.