La Mansión De Wisteria

XXV: El Llamdo de Otro Lado

Mis dedos se aferran a las barras e inmediatamente siento mi piel amenazando con adherirse al hierro permanentemente. Esta tan gelido que me quema. Maldigo entre dientes por no ponerme guantes pero sigo empujandome hacia arriba. Se que si alguien capta el movimiento desde algun otro lado del jardin, no tardaran en interceptarme y evitar que continue. Debo apresurarme. A pesar del dolor que se apodera de mis dedos, lo peor aun no ha llegado. No pense en como cruzar los picos, pero se que no puede detenerme mucho a pensarlo. Mis dedos aullan al sotener mi peso y por la mordida del frio.

Mis ojos se aprietan cerrados cuando accidentalmente caen en el suelo y veo que estoy varios pies por encima. Una caida no seria mortal, pero podria herirme gravemente.

Empujo mi cuerpo hacia arriba tragandome las dudas. Mi mano izquierda se aferra a un pico primero. La palma de mi mano me insta a pensar rapidamente que hare. No hay una separazion muy grande entre ellos para que cruce por el medio. Pero no son muy altos. Tal vez la mitad de mi cuerpo. Podria cruzar un apierna por encima y luego la otra. Pero el riesgo de que me rompan la piel es alto. Sin pensarlo mucho, desabrocho la capa de Caden y la tiro abultada por encima de mi hacia los picos. Oro a todos las deidades para que no la rasguen. Apoyo mi pie en la ultima barra horizontal y sujeto con fuerza uno de los picos con mi mano izquierda. Tomo impulso y lanzo mi pierna derecha hacia el otro lado. No tengo mucho musculo ni flexibilidad. A penas logro alzarla lo suficiente como para que cruce al otro lado. Mi vestido lo dificulta y tengo que romperlo para intentarlo nuevamente hasta conseguirlo. El frio se cuela en mis muslos y mi cuerpo se sacude en un escalofrio. Mi perna patea un poco la capa de Caden. Con el momentum, apoyo la pierna derecha en la base e inmediatamente balanceo la izquierda hacia mi. Aquello termina de empujar la capa de Caden de los picos. No se rompe por lo gruesa que es, pero cae el suelo suavemente. Respiro aliviada. Mi piel me urge que la siga rapidamente. Una ventisca me sacude y se me erizan hasta los huesos. Mi cuerpo tiembla en respuesta. Mis dedos ya no sienten el hierro, mi agarre debil. Olvido moverme antes de notar que he perdido el control sobre mis extremidades entumecidas. Mis dedos se sueltan por su propia cuenta.

Tiro un alarido sin pensar y caigo, perdiendo el equilibrio.

Mi vision se nubla. La sangre ensordece mis oidos y no puedo escuchar nada por el shock. Levante mis manos hacia mi rostro y noto que estan ligeramente peladas. No habia notado aquello. Me duele la cabeza y siento liquido correr entre mi cabello. Pero cuando intento ponerme de pie, solo me duele el tobillo y la cadera. Soy capaz de caminar. Alcanzo la capa de Caden que esta tirada a unos pies de mi y me cubro con ella. Una gota de sangre corre por mi sien y la limpio antes de que pueda manchar su pureza. La abrocho ajustada alrededor de mi cuello inhalando el olor a madera que tiene. Todas las pertenencias de mi esposo huelen ligeramente a que se guardan por largos periodos en armarios de madera gruesa. Huele a hogar, pero tambien a confinamiento.

Sin embargo, ahora mismo es reconfortante.

Miro hacia el bosque y luego hacia los alrededores de la mansion. Pudiera rodar la propiedad, en caso de que Cassidy hiciera algo asi tambien, pero cuando cuelvo mi atencion hacia el bosque, se que es alli a donde debo ir. Hay algo provocativo sobre el. Y se que si yo lo siento, Cassidy tambien pudo sentirlo. Los animales sin seres instintivos.

A tras de mi escucho un grito a la distancia. Me doy la vuelta y distingo la silueta de uno de los hombres de Caden gesticulando hacia mi.

No, no puedo dejar que me lleven adentro antes de que busque propiamente. La respiracion se me desocntrola. Ya despojada de otra opcion, cojeo lo mas rapido que puedo hacia el bosque. Una vez dentro, podre restrasarlos y buscar a la gata a la vez. Luego lidiaria con Caden.

–¡Lady Wisteria!

Corro, si es que se puede llamar a eso correr. Apoyo mi peso en mi tobillo herido, ignorando los gritos de alarma que este me envia, y me apresuro hasta el bosque. Estoy tan cerca.

–¡Sol!

Aquella voz me frena. Vacilo un poco y me doy la vuelta. Distingo a Caden corriendo hacia mi freneticamente. Trago saliva. Si puedo distinguirlos es porque se estan acercando. Pronto estaran en la puerta y si salen, me alcanzaran en minutos.

¿Como se entero Caden tan pronto?

Su voz suena desesperada mientars me llama. Por un momento observo en sus ojos y se que el hae lo mismo. Se ve desaliñado, como si hubiese salido sin tiempo ni de tomar una capa para si, somo si lo hubiesen interrumpido para detenerme. Se ve adolorido y asustado, como si el bosque fuera a tragarme sin devolucion.

–¡Solar!

Pero no puedo detenerme ahora, si entro no volvere a salir. El no lo permitira.

Puedo lidiar con el luego. Cassidy ya lleva mucho tiempo esperandome.

Corro hacia el bosque con todas las fuerzas que quedan en mi cuerpo, cada musculo quemandome. La capa de Caden revolotea tras mi espalda y se que un destello blanco es lo ultimo que ven de mi cuando me interno entre los arboles.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.