La Mansión De Wisteria

XXX: El Arbol de Wisteria

Me apoyo en mi esposo, quien lleva los restos de la gata, y caminamos hasta llegar a la entrada de la mansion. Ya es de noche cuando llegamos. Los guardias de Caden nos esperan en la entrada y se incorporan desde que nos ven llegar.

Caden les da un asentimiento.

–Lord Wisteria. Lady Wisteria. Llamaremos a la enfermera de inmediato.

Otro se fija en lo que Caden lleva en los brazos.

–¿Que es eso? Permitanos que lo llevemos, Lord. Deben…

–Gracis, –lo interrumpe Caden, pero no hace amago de entregar el bulto. –Mi esposa y yo haremos una parada entes de entrar. Haganle saber a Eliza que nos espere en nuestro dormitorio. En cuanto a esto, me encargare personalmente.

Veo que al guardia no le parece buena idea nada de lo que Caden ha dicho, pero como no puede discutir con el sencillamente se inclina y da la vuelta.

Elevo una ceja en dfireccion a el.

–¿Una parada?

Caden aprieta mi mano levemente pero no dice nada.

Dejo que me dirija lentamente atraves de los jardines. Me duele el tobillo y el resto del cuerpo me arde. No se si me molesta mas el frio nocturno o la fiebre que amenaza con quemarme. Se que no puedo quedarme afuera por mas tiempo desatendida. La adrenalina pronto se acabara y caere rendida en donde este.

Noto que estamos yendo hacia el invernadero pero no hago ninguna pregunta.

Entramos por el lado que cayo por la tormenta y Caden se detiene frente al unico arbol de Wisteria que aun se halla en pie.

Pone el bulto en sus raices y se sienta en el suelo, visiblemente exhausto.

–¿Que estamos haciendo aqui? –pregunto.

–¿Sabes que es esto? –señala el arbol frente a nosotros con la barbilla antes de mover los ojos hacia mi.

Frunzo los labios y me encojo de hombros.

–Es un arbol de wisteria. Como tu emblema familiar.

Sacude la cabeza ausente.

–Sol, ¿puedes darme la mano?

Estira su mano hacia mi y entrelazado mis dedos con los suyos, confundida por lo que quiere decir. Me mira directamente a los ojos con aprehension y se humedece los labios. Toma una de mis manos y la coloca sobre el tronco del wisteria. Luego toma la mano que entrelace con la suya y la coloca en su pecho.

Me tarda un segundo entender que esta haciendo hasta que el silencio nos envuelte.

Entonces es que puedo sentir los latidos del corazon de Caden en armonia con un palpitar proveniente del mismo arbol. Me sobresalto y apartyo la mano del tronco. Mis ojos buscan en los de Caden, incredula. El permanece en silencio y vuelvo a colocar mi palma en el arbol. Los latidos son los mismos, el mismo ritmo. Paso mis ojos del arbol a mi esposo.

–¿Qu..que..? ¿Como es posible? –tartamudeo.

–Ya sabes la respuesta. Tu misma me la leiste.

El libro. El emblema familiar. Los jardines. La bendicion.

Nos quedamos en silencio por un largo rato. Los latidos de Caden como un murmullo en mi mente mientras lo proceso. En el fondo ya debia saberlo. Estuvo frente a mi desde un inicio. Por eso la mansion estaba rodeada de jardines idilicos, a la orilla de un bosque ancestral. Por eso no podia salir, no podiamos ir a ver a mi familia. Por eso la tormenta fue fatal. Por eso solo habian dos arboles con vida. Y luego de ver su dominio en el bosque, no me quedaba duda de su identidad.

De todas las preguntas que nublaron mi mente, solo una logra salir.

–¿Cual final es cierto, entonces?

Caden capta entre sus dedos la mano que tengo sobre su arbol y me da una sonrisa de lado.

–¿Que diferencia hace? Ambos terminan aqui.

En un arbol de la vida y un bosque de muerte. En una mansion aislada.

En amor que no libra de la perdida.




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