La Mansion Nublada

El Inicio del Fin

- Es una cara de enamorada- le replico.

- Pues no me pienso enamorar tienes ojitos de borrego a medio morir.- Se burla Joe un moreno de 1.83 de alto fornido y nariz aguileña, tiene una sonrisa de chico malo moja bragas, pero lo veo como mi hermano.

- Par de zopencos los voy a ver perdiendo la cabeza cuando estén enamorados.

Ambos se persignan con cara de horror.

Nos echamos a reír. Cuando estamos más calmados les pregunto. - Cual es el plan para esta noche? es mi despedida de soltera, No?-

Ele se endereza en el silla y comenta - Creo que iremos al lago nos bañaremos desnudos y haremos una orgia a la diosa de la luna como tributo.- y todo lo dice seriamente.

Joe y yo nos vemos las cara y después a ella con las cejas levantadas.

Ella se hecha a reír fuertemente - Deberían verse las caras par de idiotas- se seca las lágrimas y se recompone.

- Vamos al lago asamos carne, bebemos cerveza y recordamos las travesuras de la infancia, hasta que llegue la niebla y contemplemos los cocuyos-

- Buen plan, voy por la carne. Me ofrezco mientras voy a la cocina

- Yo por la cava para cerveza.- Dice Joe

Elena se acomoda y dice _ Yo los espero querido mayordomo y ama de llaves-

Ambos tomamos cojines del mueble y le caemos encima.

- Bien, bien! busco las cobijas- se ríe huyendo de nosotros.

Llegamos al lago y ya hay sillas puestas y la parrillera esperando que la prendamos, me acerco a Ele y la abrazo.

- Que hubiera ocurrido si en vez del lago hubiéramos querido ir al pueblo.-

Se sonríe y contesta - Los conozco como si los hubiera parido.- me devuelve el abrazo. Sé que no te agrado la despedida que preparo tu mama.- Se encoje de hombros y agrega - Así que Joe y yo decidimos darte algo que si es de tu gusto.

Mis ojos se llenan de lágrimas. - Por eso los quiero ustedes son los hermanos que nunca he tenido.

- Claro que si gorrión- dice Joe.

Tenemos rato conversando, ya es media noche y siempre nos ha gustado la niebla pues los cocuyos o luciérnagas como dicen los fisfirinais del pueblo alumbran mucho.

- Atrapemos una luciérnagas en un frasco trasparente para los cuartos.- Ofrece Joe.

Ele y yo nos vemos las cars tomamos unas ramas que están cerca y le pegamos a Joe rezando.

- Sal de ese cuerpo demonio fisfirinais, abandona este pobre chico que nunca te ha hecho nada malo- Seguimos golpeándolo, el intenta levantarse y salir corriendo pero se enreda y cae sobre su trasero gritando.

- AHH ESTA BIEN COCUUYOS, DEJEN JODER QUE DUELE!-

Nos privamos de la risa mientras el loco se levanta todo desgarbado y regresa a su silla.

- Están locas sicópatas!

Estamos recuperándonos cuando un grito aterrador nos calla

- Qué diablos? dice Joe levantándose, nos acercamos a el asustadas.

El grito se repitió más cerca y unos pasos de alguien que venía en carrera hacia donde estábamos.

Joe reacciono rápidamente tranco la parrillera que aun tenía braza encendida y nos arrastró detrás de un gran samán. Escuchamos atentamente cuando un cuerpo pesado cayó al suelo, nos quedamos muy quieto sin respirar pendiente de que ocurría.

- Po...por favor dejenme ir.- Conocia esa voz, trate de salir para ver que sucsdia pero Joe me detuvo y tapo mi boca haciendome sena para que me cayyara, nosotros no podiamos ver pero el si.

Asentí y retrocedí, escuche a un hombre hablar. - Claro que te dejaremos ir, pero al otro lado viejito!

Una risa femenina llego hasta mis oídos y me tense, la reconocía mire a mis amigos que tenían cara de susto, imagino que al igual yo, di un paso para salir pero ellos me agarraron haciendo señas con sus cabezas para que no lo hiciera.

Empecé a temblar y llorar, no entendía lo que pasaba esta era una traición que nunca espere de la persona que me tenía que querer y proteger.

- No se sal...saldrán con la suya, ya verán que los voy a encarcelar.

- Pobrecito el cree que va a salir vivo de aquí! No es una ternurita.- dijo ella con sarcasmo

Quería salir y gritarles que se detuvieran, escuchaba los gritos del anciano y el sonido de los golpes.

Ele y yo estábamos llorando con las manos en la boca para ahogar el ruido, Joe apretaba las manos en puños tan fuerte que tenía los nudillos blancos. - NO NO NO NO Por favor no lo hagan! escuchamos al anciano suplicar y el sonido de la lucha, imagino que lo arrastraban hasta el lago pues se escuchó el chapoteo del agua.

- Trae esa roca querida- Pidió el hombre. - Pero como se van a explicar el golpe? No va a parecer un accidente- El hombre se hecho a reír.

- Claro que si toma mi pañuelo, ya verás.-

Se escuchó un fuerte golpe y el forcejeo se detuvo, quise gritar así que apreté más fuerte mi boca y me acerque a Joe que me abrazo al igual que Elena.

- Ahora pasa el pañuelo por la herida de la frente, empápalo bien con eso lo untaremos en el bote.-

Ahh! ya veo tu plan, ahora dejemos que se ahogue.

- Los chicos, no estarán por aquí?- Pregunta el hombre lo imagino viendo a todos lados.

- No que va, ya es más de media noche deben estar acostados- Responde ella con seguridad como si nos conociera.

- Tal vez están haciendo un trio, No crees?-

Ella se carcajea. - Tal vez, siempre he pensado que esa amistad es medio rara, Mira se está moviendo!- grita ella.




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