ARIA
Llegue a mi casa con la suerte que mi madre no estaba, así que subí a cambiarme para cambiarme y comer algo. Quería dormir pero mi abuelo tenía otros negocios a parte de NATHALESS, el financia un refugio para personas que viven en la calle. Y otra para mujeres maltratadas que se esconden de sus maridos o proxenetas abusivos.
Estoy viendo las finanzas cuando escucho a mi madre llegar con un escándalo.
- Ya llego la putilla de la familia?
Me tenso se prepara una batalla y no le voy permitir que gane, escucho sus pasos acercándose al estudio decido tratar de ignorarla pero sé que no va ser fácil.
- Ah! aquí está?- sin levantar la cara de lo que estoy haciendo le pregunto.
- Que quieres?
- Yo nada, pero ellos...- levanto la vista y mi temas se hace realidad los padres de Joe y Elena me están fulminando con la mirada, me recuesto de la silla y les devuelvo la mirada, recuerdo lo que dujo el abuelo Alex " No bajes la cabeza, no has hecho nada malo, eres víctima no victimaria"
- Gracias Alicia. Puedes retirarte- le sonrió para que no vea mi miedo al enfrentarme a los padres de mis amigos.
- No soy tu sirvienta, no puedes echarme.
- Claro que puedo, estas en mi estudio y no estas invitada a esta reunión?
- Que descaro, como osas hablarle así a tu madre, descarada- Me dice la madre de Ele.
Me encojo de hombros.- Bien entonces se pueden ir por donde vinieron porque tengo mucho que hacer y si quieren preguntarme algo será cuando ella salga de aquí.
Todos me miran sorprendidos y yo regreso a mi trabajo esperando a ver que deciden
La madre de Joe habla - Alicia gracias por avisarnos pero yo quiero saber de mi hijo, te pido por favor nos dejes.
Mi madre me fulmina con la mirada a lo que yo sonrió da media vuelta y la detengo - Alicia.- ella voltea - Por favor cierra la puerta al salir- Su furia aumenta pero sin decir nada tira la puerta tan fuerte que me extraña no se salga de sitio.
- Bien señores disparen de una vez para salir de esto de una vez por todas._ Sé que sueno fría pero debo ser fuerte ellos querrán saber de sus hijos pero eso sería peligroso.
La madre de Joe, Emilia Méndez, ella es rolliza morena, se casó cuando Joe tenía 12 años con Roberto Castillo quien la ayudo a criar a mi amigo. - Solo queremos entender que paso para que huyeran como lo hicieron?- pregunta con los ojos inundados de lágrimas, me conmuevo pero reacciono rápidamente.
- Esas preguntas no se las puedo responder yo, sino sus hijos, como sabía que vendrían a buscar explicaciones conmigo les traje esto.- Saque del escritorio las cartas que cargo conmigo a donde voy por si se presentaban en el momento menos inesperado.
Le entrego a cada madre una carta identificada con los nombres de sus hijos, ellas me miran y las abren, no es mucho lo que dicen las cartas sobre todo para cinco años de no saber nada de ellos.
- Esto es una burla? estos no son más que tonterías, no nos dicen nada- Gritaba la señora Elena de Canfín casi en la histeria el señor Oswaldo agarra la carta y la lee.
Todos me miran y sé que esperan una explicación, me duele hacerles daño pero es eso o morir. Me levanto para hacerles frente.
- No tengo que decirles, sus hijos le escribieron y yo cumplí con dárselas, no sé qué les dicen pero no puedo hacer más nada.
La señora Elena se lanza sobre mí y le agarro las manos para evitar los golpes, el marido la abraza para evitar su histeria.
- Aria creo que nos debes una explicación?- Dice tranquilamente el señor Roberto.
- No tengo nada que decirles, ya les entregue sus cartas más de ahí no puedo hacer, lamento sido es suficiente pero yo no les debo explicaciones a ustedes.- Me vuelvo a sentar y les señalo la puerta. - Si m disculpan debo ponerme al día con los pendientes de mi abuelo.
- eres un ser horrible- Me grita la señora Elena mientras se me viene encima, e agarro las manos para evitar que me golpee mientas que su esposo la aparta de mi abrazándola.
-Ya les di lo que sus hijos le mandaron, ahora debo seguir poniéndome al día con las cosas de mi abuelo, buenas noches.
Me vuelvo a sentar esperando que se retiren, el señor Oswaldo arrastra a la medre de mi amiga que va histérica mientras la madre de Joe me mira con tal agonía en sus ojos que solo deseo correr a abrazarla, pero me mantengo en mi sitio.
- Contéstame algo Aria.- me dice con tranquilidad.
-Dígame.- - Él está bien?- No esperaba esa actitud pasiva, solo gritos, insultos y hasta golpes, pero la señora Emilia siempre ha actuado con entereza aun en las situaciones más adversa, por lo tanto decidí ser un poco sincera.
- Esta bien, hizo una carrera en Marketing y es jefe del departamento de la empresa donde trabaja.
- Gracias por decirme esto- Se da la vuelta y me siento mucho peor con su actitud que con la de la señora Elena.
Mi conciencia no me deja concentrarme por lo que me retiro a mi habitación, caminado por el pasillo escuchas quejidos en la habitación de mis padres y rápidamente me preocupo así que abro la puerta bruscamente para encontrarme con lo más horroroso que le puede pasar a un hijo.
- Me lleva el...- enmudezco ante el espectáculo que veo frente a mí, mi madre esta con otro hombre en la cama que comparte con mi padre.