Aloe Vera

ARIA

Estoy cansada, el trabajo es fuerte pero mi cansancio es emocional no físico. El Bubu sigue igual, de mi padre aún no se nada quien sabe en qué parte de áfrica estará.

Alicia no ha aparecido desde que la descubrí con su amante, pero mejor así no tengo la condición mental para enfrentarme a ella, no sé cómo le voy a decir a mi padre que la encontré en la cama con otro, no creo que lo pueda hacer.

Mis pensamientos son interrumpidos por un fuerte golpe en la puerta de la oficina, pido que pasen y entrar el tormento de mi corazón.

-Estas ocupada?- Pregunta Ricardo entrando y sentándose frente a mí.

-Solo trabajo, cuéntame?

- Revise tu propuesta y me parece muy buena.

Espero que me diga algo mas pero el solo se queda viéndome.

_ Bien, y que vas hacer?.

Se rasca la barbilla mientras piensa sin contestar poniéndome de los nervios cosa que desde que regrese no es difícil.

-Ricardo si no te gusta o no te parece buena solo dilo-

Él se hecha a reír lo que me deja confundida.

-Nunca has tenido paciencia.- Lo fulmino con la mirada lo que hace que ría más fuerte, y solo eso basto para que mi piel se erice hace tanto tiempo que no lo escuchaba reír y aún ahora mi cuerpo reacciona a él.

-Está bien te digo.- Levanta sus manos en señal de rendición. – Tu propuesta es excelente, quiero que visitemos al productor para negociar directamente con él.

Abro mis ojos muy sorprendida mientras el solo me regala una sonrisa moja bragas.

-No creo necesario que yo viaje, tu trabajo es la negociación yo solo hago las propuesta.

El asiente y se echa hacia delante dejando sus codos en las rodillas mientras junta sus manos al frente haciendo que su camisa si tense, no me había fijado en ellos y ahora no podía evitar verlos, el tenia músculos cuando estábamos juntos pero los de ahora Dios! Sí que se veían grandes y provocativos.

Él se aclara la garganta y cuando subo la mirada tiene esa sonrisa pícara que me dice que se da cuenta que me lo estaba comiendo con la vista.

-disculpa! Me decías?- Seguro estoy roja de la vergüenza pero rápidamente me sobre pongo, algo que aprendí en estos cinco años fue a mostrar mi cara de póker