RICARDO…
No puedo dejar de pensar en el hijo de Aria, es un hermoso niño, rubio como el sol, muy vivaz y curioso. La pase bien almorzando con ellos, hay algo en el que se me hace familiar pero no sé con exactitud que es.
Me hubiera gustado que fuera mío, fue fácil conectar con él, sus ojos morrón claro brillan de alegría y se le sonrojan las mejillas que resaltan sobre su carita blanca, creo que me enamoro ese pequeño, o serán ms deseos frustrado de tener un hijo lo que me atrajo hacia él.
-Hijo, me escuchas?
-Perdón mamma, me decías? – Hoy vine a casa, estaba demasiado cansado y quería que me consintieran un poco.
-Que tienes? Tengo rato ofreciéndote torta al cioccolato¹. Y estas en las nubes.-
-Perdón nana, es solo cosas de trabajo.
-Lavori molto².-
-Es porque estamos recibiendo pedidos nana, es igual cuando somos nosotros los que entregamos.
-Y ella tampoco se encarga de eso?
-Si igual que yo, se fue tarde a su casa.
-Para eso son dueños, si no le atienden a su empresa otros se la llevan.
-Cuando se piensa ir?
-No creo que lo hada.
-Por qué lo dices?
-Joe y Ele regresaron y trajeron al hijo de Aria.
-Tiene un hijo?- Pregunta con cara de sorpresa mi nana.
-Si es muy lindo, y amistoso.- Sonrió al recordar su cara seria cuando dijo estudiar en la universidad de pañales.
-Porque estas sonriendo tan divertido.-Curiosea mi nana.
-Le pregunte hoy mientras comíamos si estudiaba y muy serio me dijo que si en la universidad de pañales,- No puedo evitar reírme.
-Que cosita tan linda. Quien le habrá dicho tal cosa.-
Voy a contestarle a mi nana cuando mi madre nos interrumpe.
-Qué edad tiene?
-No lo sé, en realidad no se lo pregunte?
-A quien se parece?- Me extraña sus preguntas.
-Imagino que al padre, es rubio de ojos marrón claro y las mejillas llenas de pecas, es muy lindo.
-No me gusta que traiga su hijo aquí.-
-Bueno madre eso es cosa de ella, a nosotros no nos perjudica lo que haga,
No hablo de nuevo pero tenía el entrecejo fruncido y se quedó pensativa, termine mi cena y me fui acostar necesitaba descansar y arrancar temprano si no queríamos perder las ganancias de la producción de este mes.
Antes de dormirme pensé en ese niño que me resultaba familiar pero no lograba ubicarlo. Antes que el sol saliera ya me dirigía a la empresa, hoy llegaban los materiales que faltaban a primera hora, los que nos prestaron no llegaban hasta la tarde.
Llevaba dos horas en la oficina cuando Aria apareció en mi puerta.
-Llego el insumo que falta?
-Aun pero no debe tardar mucho porque llegaba a más tardar 8 de la mañana.
-Bueno esperemos que no haya más contratiempo. Se tomó las precauciones que estaban en nuestras manos.
-Es cierto; te ves cansada.- Le comento
-Lo estoy, mi padre llego ayer, y estuvimos hablando hasta tarde, y Aless estuvo incómodo imagino que extraña su casa.
-Bueno cuando vuelvan se contentara.
-Sí; te dejo trabajar.
-Cierra mi puerta y me sumerjo en mi trabajo.
ARIA…
He pasado mi mañana muy ocupada, este día será igual al de ayer, casi al mediodía mi padre llega a mi oficina junto con mi hijo quien no se aparta del nada más que para darme un rápido abrazo y un beso.
-Hola mami, Belito y yo jugamos mucho.
-Qué alegría pichichi. Hala papi.- Me levanto y le doy un abrazo.
-No has ido a ver a Bubu-
-No princesa iré contigo en la tarde, como está todo hoy aquí?
-Ya llego otro de los pedidos sin contra tiempo, la materia prima que pedimos prestada un llega hoy la otra dentro de dos días.
-Qué bueno, por lo menos no hay más contra tiempo. Que has sabido del chofer herido.-
-No lo sé , temprano vi a Ricardo y se me olvido preguntar.
-Bueno voy a su oficina y le pregunto, pequeño me esperas aquí?
-Voy contigo Belito, Ricardo también es mi amigo.
Salen de mi oficina y espero que Ricardo no recuerde a su papa y sepa que mi hijo es del, eso pondría sus vidas en peligro.
RICARDO…
He pasado mucho tiempo sentado en mi silla que me duele la espalda, así que me recosté del sofá.
Llaman a mi puerta y hago pasar es Alessandro con su nieto Aless en brazos, me levanto a saludar al mejor amigo de mi padre .
-Señor Alessandro, como esta?
-Hola Ricardo, mira mi Belito.
-Hola campeón, si ya vi a tu abuelo.
-Mi Belito se llama como yo Alechando.
-Qué bueno.- Sonrió el niño anda feliz con su abuelo.
-Muchacho como has estado? Supe del chofer tiroteado, como sigue?
-Señor Alessandro que placer verlo. El pobre hombre sigue en CI, no dan muchas esperanzas.
-Ojala se recupere. Me dice mi hija que esto es posiblemente un sabotaje.
-De esa manera la estamos manejando, si no lo es, no pasa nada pero si lo es estamos protegidos.