SILVANA…
Regreso de la oscuridad poco a poco escucho voces a la distancia, no entiendo muy bien pero creo que me llaman.
-Mamma, te encuentras bien?
-Sii… que..me paso?-
-Te desmayaste, estas enferma?- Veo borroso al abrir los ojos, no logro enfocar aun.
-Sera mejor Marta que llames al médico, que llevo a mi mama.-
-No hijo solo fue un desvanecimiento.
-Creo que mejor vas al médico, como dice Ricardo, Silvana.- Me fijo que es Alessandro Estrepo.
De pronto recuerdo porque me desmaye, me siento rápidamente y me mareo, cuando me calmo veo a mi alrededor y ella está observándome con el entrecejo fruncido, la odio lastimo a mi hijo al abandonarlo, pero creo que es peor lo que le hizo y el todavía no sabe.
Me levanto para poder hablar con esa mujer, no voy a permitir que siga lastimando a mi niño.
-Tengo que hablar contigo Aria.-
-No veo de que tengamos que hablar Silvana, y ahora soy Aria hasta hace poco era Cagna, si me disculpan debo regresar a trabajar.- Da media vuelta y sale.
Me enfurece pero debo hacer bien las cosas, ese niño es mi nieto y estoy segura que Ricardo no lo sabe, pero esto lo aclaro hoy mismo y se lo digo a mi hijo.
-Estoy bien, me descompense por el calor hijo búscame un vaso de agua fría y con eso tengo.
-Está bien madre.- Se voltea hacia la secretaria.- Martita por favor me lo puedes traer?-
-Claro señor, en seguida.
-Silvana estas segura que te sientes bien?
-Perfectamente Alessandro. Que alegría verte cuando regresaste?- Me doy cuenta que el deseo que tenia que el regresara para que su hija se fuera se me va hacer realidad, por eso dicen ten cuidado con lo que deseas. Si ella se va el niño se ira con ella debo evitarlo.
-Muy bien dentro de lo que cabe con lo de mi padre, llegue ayer.-
-Y tu hija se ira ahora que regresaste?
-Madre?.-
-Tranquilo Ricardo, te entiendo Silvana, odias a mi hija por lo que hizo, pero no ella se queda conmigo y espero que no le vuelvas a faltar el respeto.-
-No sé de qué hablas?-
-Puede que no sepa hablar italiano, Silvana pero estoy seguro que eso que mi hija dijo que la llamaste no es de cariño.
-Está bien, lo dejare en el olvido por el bien de todos.- Lo miro directamente a la cara, sé que me entiende a que me refiero.
-Okey me retiro, mi nieto quiere ir a comer hamburguesa.-Se nota el orgullo al decir mi nieto, yo quiero eso y lo voy a tener.
-Aquí está el agua señora Silvana.- Entra Martita con el agua.
Me tomo el agua rápidamente pues necesito habla con Aria de inmediato.
-Me voy mi niño no te quito más tiempo.
-Mejor te llevo, no te pase algo manejando.- Se dirige a su escritorio, me entra nervios si viene no podre hablar con ella.
-No amor me voy en taxi, quédate tienes mucho trabajo.- Lo beso en la mejilla y me voy.
-Está segura?.- Se ve preocupado.
-Claro amor nos vemos.-
Salgo y cierro la puerta para que no vea hacia donde voy, toco la puerta de su oficina y escucho pase.
-Necesitamos hablar ya Aria.-
-Silvana no tengo nada que decirte, te pido salgas de mi oficina porque te aseguro que en esta ocasión te va a doler a ti.
Me amenaza si dejar de mirarme a los ojos, se nota que dice la verdad.
-No vengo a golpearte y ofenderte, quiero que me expliques porque no le dijiste a Ricardo que tienen un hijo?- Se cruza de brazos y se hecha hacía para atrás.
-No te olvides que soy una alimaña, que soy igual a mi madre, así que un hijo mío sería igual que yo Silvana.
Quiero bajar la cabeza pero debo hacerle frente, tengo un nieto y es muy parecido a mi difunto marido, quiero conocerlo.
-Vine hablar antes de decirle. Que te hizo mi hijo para ocultarle algo tan importante? no es justo él no fue malo contigo.-
-No tengo que darte explicación de nada, y no tienes derecho a decirle a Ricardo algo que no es verdad.
-Es su hijo, ese niño es la viva imagen de mi marido, sus ojos la forma de su nariz, tengo una foto de mi Salvatore y ese niño es igual a él.
-Eso no prueba nada, no te metas en mi vida, sigue dándole gracias a Dios por que no tuve un hijo con él.
-Lamento haber dicho eso, hablo mi odio de madre, si alguien lastima a tu hijo que harías Aria?
-Lo odiaría.
-Exacto, él tiene derecho a saber que es su hijo si lo sigue negando con pedir una prueba de paternidad bastara.
Ella suspira y cierra los ojos, cuando los abre veo una tristeza que nunca imagine, se levanta y va a la puerta pienso que me va a echar pero solo la asegura, se dirige al sofá.
-estoy cansada Silvana, son cinco años huyendo y ocultándome, pero no puedo permitir que le digas nada a Ricardo eso sería peligroso.-
Me levanto alarmada ante sus palabras.
-Que peligro puede haber en que él sepa la verdad.
-Silvana mi padre no sabe esto, solo Bubu y el abuelo Alex y ahora te lo voy a contar porque puedes poner en peligro mi vida, la de mi hijo y también la de Ricardo.
Me extraño ante su declaración y me siento frente a ella.
-Mi madre con un amante mataron a un hombre, yo fui testigo y aunque al principio no supieron que los vi después se enteraron y amenazaron con matarme y a mis amigos.- Hace una pausa y se pasa la mano por la cara.