La Mansion Nublada

Se Declara la guerra.

ARIA…

Estoy terminando de clasificar los pedidos para mandarlos al departamento de facturas, cuando mi puerta se abre y mi tormento la atraviesa.

-Así que te sientes toda poderosa en la silla del viejo?- Alicia entra como si fuera dueña del lugar.

-Deseas algo, Alicia?- La miro de arriba abajo, a pesar de su edad se conserva muy bien, es una mujer espectacular pero una muy mala persona.

-Quería saber porque razón estas viviendo en otro lugar?- Me mira con desdén y con desprecio.

-No sabía que fuera de tu incumbencia donde estoy viviendo Alicia-

-Bueno soy tu madre, me preocupa tu vida.-

-Jajaja eso es lo más gracioso que me has dicho.- Finjo limpiarme una lagrima – Que nadie diga que no tienes sentido de humor.-

-Donde estás viviendo?- Me exige

-No te debo explicaciones Alicia, así que sal de mi oficina y no vuelvas a la empresa.-

Sigo con los papeles y la ignoro.

-Tu vuelves a la casa esta noche, ahí es donde debes vivir.-

Golpeo el escritorio y me levanto, haciéndola saltar de donde está sentada.

-Te vas Alicia, y no vuelvas aquí, donde yo viva no es tu problema, nunca más vuelvas a mi empresa.

-Tienes que ir para allá, esa es tu casa que dirán las amistades.-

-ME IMPORTA UNA MIERDA QUE DIRAN LOS DEMAS.!- Pierdo la paciencia y grito.

-No solo es tu vida, también la mía.- Levanto una mano y respiro profundamente.

-Veras que tal si le decimos que te vi acostándote con un tipo en el cuarto y la casa donde vives con mi padre?

-No te atreverías?-

-Lo hare, tu no me importas, así que te vas o hago que te echen, me entiendes.-

-TE ODIO, MALDITA!- Ahora ella es la que pierde a paciencia y comienza a gritar.

-Jajaja acaso crees que me importa? Hace mucho que se eso Alicia y lo supere.-

-Te voy a matar, por Dios lo juro que te matare!-Así que para eso me quieres en la casa, para tratar de matarme?- Ella abre mucho los ojos al darse cuenta que se delato.-

-No, yo no…-

-Tranquila sé que eres una asesina, y aunque no lo puedo probar en este momento, si algo me pasa a mí, mi padre o a Bubu, tengo una carta donde te hago responsable a ti y un amante desconocido como la autora de nuestras muertes.-

-No puedes hacer eso.-

-Está hecho, y no es una sola, hay varias, por si intentas encontrar quien las tienes.-

Ella grita histérica mientras se me lanza encima, el esquivo

-TE VOY A MATAR MALDITA, VOY A BAILAR EN TU TUMBA Y LA DE TU MALDITA FAMILIA-

Esta fuera de control, trata de arañarme por lo que debo agarra sus manos, no la quiero golpear pero si no se calma la noqueare.

-Hazlo Alicia, porque no disfrutaras de la fortuna de los Estrepo, esa se perderá porque tú y tu amante se pudrirán en la cárcel.

-NO SOY ALICIA, IDIOTA Y TE JURO QUE IRAS AL INFIERNO IGUAL QUE ELLA.-

Sus palabras me descolocan totalmente, lo cual ella se aprovecha para golpear mi cara, en el momento que entra Ricardo a ver qué está pasando.

La fuerza del golpe nos lanza al piso, reacciono doblando la mano que tengo agarrada de Alicia y se la doblo hacia atrás para que el dolor la paralice, ella grita mientras yo me impongo sobre ella y la levanto.

Ricardo me la quita, mi furia es tal que le doy un codazo en el estómago, y el solo se queja un poco y me abraza por la cintura, Alicia se agarra la mano y la lleva hacia su pecho sollozando.

-Está loca.. Solo me ataco, me quiere matar.- Me acusa lo que me enfurece mucho más.

-Si Alicia o como te llames, estoy loca, pero está loca está muy bien protegida y así mates hasta el último de los Estrepo nunca tocaras nuestra fortuna.

-Te voy a denunciar.-

-Jajaja- Me rio sin humor –Hazlo, pero t informo mi oficina tiene cámaras y todo lo que has dicho fue grabado, así que mejor te inventas una de vaqueros porque yo sí puedo probar que tu esta de manicomio.

-Alicia retírate y no vuelvas a esta empresa Don Albert te lo prohibió.- Le dice Ricardo.

-Como la puedes defender, esa perra te abandono por otro hombre, no tienes respeto por ti mismo?- Le pregunta con desprecio.

-Eso no es tu problema, vete o te hago echar.

-Esto es la guerra, y pienso ganar.- Me amenaza y sale dando un portazo, en ese momento me doy cuenta que Marta y Melania están observando todo, escondo mi rostro en el pecho de Ricardo y no puedo evitar llorar.

El me acaricia el cabello y me lleva hasta el sofá sentándome en sus piernas.

-Shuu ya paso nena, ella ya se fue, tu madre no volverá aquí.

-No lloro por ella hace mucho que no siento nada, pero me arruino la vida desde que tengo doce años por culpa de ella me tuve que ir de aquí y dejar todo, a mi padre a ti. Me dejo sin nada y una así pretende seguir quitándome.

El sigue acariciándome hasta que me calmo, me levanto de sus piernas y me dirijo al escritorio, tomo los papeles y mi cartera para irme.

-Lo siento Ricardo, pero no poder salir contigo lo dejamos para otro día.- E me detiene por el brazo y me mira con ternura.

-No vamos a salir hoy pero no te voy a dejar sola- Me agarra la mano y salimos de la oficina el entra a la suya sin soltarme toma sus cosas y volvimos a salir.

Se acerca a su secretaria y le entrega unas carpetas mientras yo hago lo mismo con Marta.




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