Aria…
Me he quedado dormida, Ricardo no me dio tregua, pero aun con lo cansada que estoy a las 3 de la mañana despierto con prisa para regresar a mi apartamento, intento moverme pero Ricardo me tiene presa en sus brazos.
-Ricardo suéltame debo regresar a mi casa.- Intento empujarlo pero es como tratar de mover una pared.
-Un ratico más, ángel.- Me dice mientras mete su nariz en mi cuello y aspira profundamente.
-No puedo amor, recuerda que el niño se pasa a mi cama temprano para seguir durmiendo.- Beso su pecho, me gustaría acurrucarme con él hasta la mañana pero esa no es mi realidad, no sé qué pasara con nosotros una vez que se entere de todo, sobre todo en la parte de Aless siendo su hijo.
-Bien te acompaño a tu puerta, vamos a vestirnos.
-No es necesario, solo me abres tu puerta.- Me toma de la cintura pegándome a su pecho y me besa apasionadamente, cuando estamos sin aire se separa de mí, coloca su frente en la mía.- Te acompaño a la puerta de tu apartamento.-
Se levanta en todo su esplendor, es un hombre grande con un cuerpo hermoso, si bien no es de fisiculturista se mantiene en forma, tiene sus brazos son musculosos al igual que sus piernas, tiene caderas estrechas y un trasero prieto que provoca morderlo.
Lo sigo para vestirme, busco mi ropa en su baño y la encuentro doblada encima de una mesita, me hace sonreír donde yo soy ordenada él es impoluto. Una vez lista tomo mi bolso y zapatos que había dejado en su sala y ahora están en el cuarto en su zapatera, salgo a buscarlo y él está esperándome mientras bosteza.
-Vamos ángel para que puedas descansar, mañana llevaremos a Aless al lago a pasear, que te parece?-
Lo abrazo por la cintura y me inclino para besarlo, feliz que piense en nuestro hijo aunque él no lo sepa.
-Perfecto, pero que no sea tan temprano, estoy dolorida por el ejercicio así que dormiré hasta las nueve.
-Si te quedas te doy un masaje relajante para aliviarte.- Dice mientras abre la puerta dejándome salir.
-Aléjate de mí demonio tentador.- Le digo apuntándolo con un dedo, él se ríe. Me pasa un brazo por los hombros y besa mi cabeza.
-Nunca ángel, me vuelvo alejar de ti me entiendes?- Suspiro de felicidad, la aprovechare mientras pueda, porque tal vez cuando esta olla podrida se destape lo pierda para siempre.
-Vamos necesito dormir.- Camino hacia me apartamento y abro con el mayor silencio para no molestar, una vez está abierta me volteo a despedirme de Ricardo, cuando este me estampa contra la pared y me devora la boca sin darme chance ni de respirar, aprieta mi muslo y lo sube a su cadera pegando su erección a mi centro.
-Me vuelves loco.- Dice jadeando –Regresemos a mi casa, después te traigo.- Intenta jalarme hacia el otro lado.
-Jajaja no amor, voy a irme a dormir en mi cama, mañana nos vemos.- Tomo su cara y beso sus labios con ternura y me voy a mí a dormir.
- Descansa ángel- Se despide mientras cierro la puerta y voy a mi cuarto, paso a revisar al niño y mi padre se encuentra dormido con Aless encima de su pecho.
Me da ternura la vista, me provoca darle un beso a cada uno, pero me alejo sin molestarlo.
Entro a mi cuarto y me desvisto lentamente, cuando me estoy poniendo una pijama noto que estoy sensible abajo, sonrió es una incomodidad placentera.
-Ricardo ojala no me odies mucho, cuando te enteres toda la verdad.- Digo antes de cerrar los ojos y caer totalmente agotada por el ejercicio.
No se cuánto dormí, solo siento una pequeñas manos en mi cara y besitos húmedos en mis mejillas, abro los ojos y veo a mi amorcito con una gran sonrisa.
- Hola mi pichichi, como dormiste- Lo saludo con un besote y un abrazo fuerte.
-Bien mami dormí con el Velito.- me rodea con sus bracitos el cuello.
-Si mi amor te vi en tu cuarto con él, por eso no viniste conmigo?-
_ Shi mami mi Belito es muy bueno de almohada, jijiji-
-Pequeño traidor, me cambiaste por esa almohada humana.- Le hago cosquillas mientras él se retuerce riendo mucho.
-Mami, déjame, me voy a hacer pipí.- le doy besitos por todos lados. Mi padre entra al cuarto y me ve con una sonrisa muy grande.
-Vamos hombrecito, el desayuno está listo y tu tía Elena se va enojar.-
_ Belito ella se llama Chelen no Elena, jeje mi Belito che equivoca chiempre con los nombres de mis tíos.
Mi niño sale corriendo aun en pijama riendo.
-Que paso ayer princesa?- Me pregunta
-A que te refieres, papi?-
-Tu madre llamo histérica que le habías pegado.- Suspira y se acerca a mi.- Pequeña sé que ella no ha sido buena pero debes entender que es tu madre y merece respeto.-
-No lo es papi, ella me lo dijo, no se quién es esa mujer pero no es mi madre.
-Hija Alicia sufrió un cambio con el accidente donde casi perdió la vida, pero sigue siendo tu madre.- Me reprende con el ceño fruncido.
-No papa no lo es, esa Alicia no es nuestra Alicia, esa mujer es alguien falso y te lo voy a probar.-
Mi padre está sorprendido por mis palabras pero niega con la cabeza.
-Que dices hija? Alicia no es Alicia? Creo que estas estresada.-
-Esa mujer es una usurpadora, ayer me grito que no era mi madre y le creo.
-No hija, eso no. Donde estaría mi esposa todos estos años? Con quien me estaba acostando?- Se pasa la mano por el cabello y se lo levanta en punta, sus ojos se muestras desesperados y angustiados.