La Mansion Nublada

Perfida

RICARDO…

Estoy en las nubes, la noche fue mejor de lo que esperaba, ayer solo esperaba una sencilla cita pero las circunstancia cambiaron mi suerte y en esta ocasión es para bien.

Hoy voy  a llevarla a pasear con Aless dspues de hacer un fuerte en su cuarto, ese chiquillo me tiene el corazón robado, tal  vez por que es de mi ángel, y aunque me hun=viera gustado que fuera mío, el pequeño no tiene la culpa, además lo pasado pisado, sin rencor sin venganza, busco un nuevo comienzo.

Salgo a comprar un rico desayuno para llevarle a mi ángel, recuerdo lo mucho que le gustan los submarinos, son su favoritos, así que voy donde preparan ese tipo de pan.

Una vez lista mi compra de los submarinos, compro un mocachino como le gusta, hoy la voy a mimar para hacerla sentir mejor, después de la discusión con Alicia lo necesita.

Toco la puerta y escucho el grito de Aless –Yo abro tía Chelen.- -Esperate monstro, la llave esta pasada-

Escucho pasar el seguro y se abre la puerta dejando ver la carita del pequeño.

-Campeón, buenos días.-

-Ricardo viniste, que bueno vamos hacer el fuerte.- Grita ell niño.

-Deja los gritos monstro, me dejas sorda.- Lo reprende Elena mientras me deja pasar.

-Buen día Elena, como amaneces?

-Buen día Ricardo, muy bien gracias.-

-Toma traje desayuno.- Le entrego las bolsa y la sigo a la sla

-Gracias, me quitaste trabajo- Se ríe –Hoy me toca cocinar.

La sala parecía una explosión de juguetes, Alessandro estaba sentado en el suelo armando una pista de carreras, Aria con las piernas cruzadas sentada en el sofá observaba todo.

-Mami vino mi amigo, voy a busca mi fuerte.- Sale dispardo hacia su cuarto

-Buenos días.- El desastre era excesivo, de tal palo tal estilla, mi ángel sabia desordenar y su hijo era igual.

-Oh! Buenos días Ricardo.- Mi ángel tiene una mirada apenada, lo que me hace preguntar si es por el desorden o por lo de anoche.

-Ricardo hijo, pasa ven a jugar una partida de carreras.- Me invita Alessandro con una gran sonrisa en el rostro.

-Claro, pero traje el desayuno para todos, aunque no sabia que estabas aquí, traje suficiente.

Aria se levanta y se me acerca.

-Gracias pero no era necesario.- Sin pensarlo la tomo de la cintura la acerco a mi y le robo un casto beso frente a todos.

Cuando me aparto ella tiene una linda sonrisa en el rostro y los demás nos miran sorprendidos.

-Ahh mejor voy a organizar la comida.-Dice Elena

-Yo voy a prepara café.- Aria se disponía a companarla pero la detengo.

-Yo te traje tu favorito de donde Tony.

-Gracias, pero igual preparare mas café para ustedes.-

Se va a la cocina y me siento en ell sofá mientras Aless aparece nuevamente con algunas sabanas y Joe detrás de el con otras.

-Buenos días- Saluda Joe que viene en short y sin franela.

Aless tira la sabanas y empiezan a levantarlas encima de los muebles.

-Buen día, que tal dormiste?- Pregunta Alessandro, me incomoda su presencia y la intimidad que se permite en la casa de mi mujer, recuerdo que ella se fue con el y Elena,

-Mas o menos-.contesta con una mueca.

-Sigues preocupado por tus padres.

El baja la mirada y asiente.

-Debes entender que ustedes desaparecieron sin darnos una explicación es normal que estén molestos, sino fuera porque conozco a mi niña yo también lo estaría, pero le daré la oportunidad de que me explique en su debido momento.- Observo aquella conversación con detenimiento.

-Lo se- Contesta mientras ayuda al niño armar una carpa.

-Elena, hoy vas tu donde tus padres, no?-

-Si señor Alessandro.- Elena entra con la bandeja de submarinos y la coloca en la mesa del centro.

-Bueno espero que te valla bien.-

-Jajaja señor Alessandro, mi madre tratara de golpearme, e dira lo plasta de mierda que soy, como no la valoro como madre ni la respeto.- Dice con amargura la chica.

-Hija debes entenderla, se fueron.-

-Señor Alessandro, lo entiendo pero mi madre no es como usted o la madre de Joe, siempre fue demasiado dura, y nunca me dijo que me quería o me abrazaba mas que en mi cumpleaños y fin de anoo.  Así que no importa lo que yo haga siempre seré la plasta que no valora ni respeta.

La amargura de Elena es evidente, siempre tuvo una mala relación con su madre hasta violenta.

-Bueno aquí esta el café y jugo de naranja.- Llega Aria.

-Bebe pones las sabanas después,primero vamos a comer- Le dce a su hijo

-Mami ni es una chabana es un fuerte.- Se molesta Aless.

-Perdón bebe, tienes razón, recoge tu fuerte y lo armas después de comer.- Lo besa en la cabeza mientras ella y Ele despejan la sala.

El desayuno pasa entre risas y cuentos de Aless en su colegio y con sus amigos, Elena se retira a la casa de su padre, mientras que el niño y yo armamos las sabanas para hacer un fuerte.

-Tú crees que tu mami puede cher mi Belita?- Me sorprende el niño con su pregunta.

-Por qué me preguntas?-

-Ella y mi Belito chalieron conmigo y ella dijo que no tenía nietechito, yo no tengo Belita.-

-Ah okey, bueno yo te puedo prestar a mi mami para que sea tu Belita.- El niño se me lanza a los brazos gritando.




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