Paso una semana desde el incidente, durante ese tiempo los aldeanos avanzaron 1/4 en la construcción de la muralla. Todo está tranquilo y los aldeanos estaban más calmados pues no ha habido ningún incidente desde entonces, pero el único que se estaba volviendo loco era Jack, desde que probó la carne de la chica no podía dejar de pensar en comerse a alguien, pero era muy cobarde y no sabía cómo hacer para poder conseguir a otra víctima. Otro problema que tenía era el caballo, él también estaba hambriento y no paraba de volverse loco día tras día cuando pasaba alguien cerca de la casa. Jack trataba de calmarlo dándole de comer lo que fuera, pero este no paraba sus alborotos. Harto de todo esto decidió hacer su jugada mañana en la noche cuando todos dormían. Espero pacientemente mientras intentaba apaciguar al caballo prometiéndole darle de comer carne.
La noche cayó y Jack y su caballo salieron a dar un paseo tranquilo hasta encontrar a alguien caminando por estos lares. Pasado un rato no encontraron a nadie y hambrientos y el caballo relinchando, Jack se le ocurrió entra a una casa de alguien que viva solo para poder matarlo y comérselo, pero el miedo por ser atrapado le quería explotar el pecho, vio a su caballo y él le miró a él y sentía como si él lo comprendiera y el caballo le acaricio con su cabeza, Jack le alboroto el pelaje y ahora lleno de alegría decidió tomar cartas en el asunto.
Jack volvió a su casa y tomo un martillo, luego volvió a la casa del viejo Jenka, con el martillo saco los clavos de la ventana de madera y cada parte lo sacaba cuidadosamente para no hacer ruido, cuando desarmo por completo la ventana entro, se dirigió al cuarto de Jenka, se acercó a su cama y alzando el martillo lo más alto que podía le propinó un fuerte golpe en la cabeza que le destrozó parte del cráneo y lo mato al instante. Con los sesos un poco a la vista pensó en comérselo ahí mismo, pero luego recordó a su caballo y decidió cargarlo, lo desvistió, se puso su ropa y lo saco por la ventana y junto a su caballo se lo comieron hasta quedar llenos, ahora el viejo Jenka era un montón de pedazos de carne y huesos. Jack se quitó la ropa del viejo Jenka, agarro un cuenco con agua que este tenía y se lavó dónde tenía manchas de sangre y seco con la demás ropa del viejo Jenka. Limpio se puso su ropa y la ropa con la que se había secado la rasgo junto a la ropa con la que comió y la dejo tirada en el cadáver del señor Jenka. Después se subió al caballo y fue galopando hasta el río para lavar a su caballo. Con todo el trabajo terminado y sin dejar ni una pista se fue contento a su casa y durmió tranquilamente.
Al día siguiente se armó un pánico entre todos los aldeanos. La gente comenzó a temer por su vida porque pensaron que esto era obra de un demonio, la noticia se expandió como la pólvora y ahora todos pensaban que necesitaban ayuda de chamanes. May no era creyente de esas costumbres y creía que esto debía ser obra de algún asesino caníbal. Cuando llegó al lugar de los hechos investigo todas las pistas que había y se dio cuenta de algo, había dos pares de ropa rasgadas en el cadáver, el cuenco que el viejo Jenka utilizaba para lavarse cuando despertaba estaba vacío, la ventana había sido desarmada con cuidado y no destrozada para no hacer ruido y por último mataron al señor Jenka en su cama, pero por alguna razón sacaron el cuerpo afuera para comérselo. Este caso era muy raro, el sospechoso había hecho todo meticulosamente para no dejar alguna pista que lo incriminase en la escena del crimen, pero aun así se había expuesto sacando el cuerpo afuera para comérselo. Decidió hablar de esto con sus demás colegas y el alcalde.
-May: Esto fue obra de un asesino caníbal, necesitamos poner en cuarentena toda la aldea.
-Alcalde: Como va a ser obra de una persona, esto es obra de un demonio, muchos de los residentes dicen haber escuchado relinchos demoníacos en la noche y caminando en medio de la noche a un ser con forma de caballo, con dos cabezas, una de un humano y otra de un caballo y este además tenía mano en vez de pezuñas. Debemos llamar a unos chamanes para que se hagan cargo del demonio.
-May: Tonterías señor alcalde, las pistas apuntan a una persona muy meticulosa que hizo todo esto.
-Alcalde: Para ser muy meticulosa dejo el cadáver en medio de la calle.
-May: Quizás lo hizo para darle miedo a la gente.
-Alcalde: Eso es lo que haría un demonio, se alimentan de la carne humana y les gusta más cuando estos están llenos de miedo, es su ingrediente favorito.
-May: Imaginemos que sea un demonio, que podrán hacer unos chamanes de pacotilla frente a uno.
-Alcalde: No será simples chamanes, llamares a los chamanes de las profundidades del bosque para que se hagan cargo del demonio.
-May: Pero señor alcalde...
-Alcalde: Basta, ya he tomado una decisión, alguien irá a por esos chamanes y los traerá para que se hagan cargo del demonio.
-Pedro: Yo me apunto.
-Marco: Yo también.
-May: Si no queda de otra yo también iré.
-Alcalde: Muy bien, entonces tomen 3 caballos del establo del señor Juan y vayan a por esos chamanes.
Editado: 29.06.2025