En ocasiones incluso lo peor se puede volver realidad, bueno esto era lo que estaba por suceder para Marcos y Némesis, ese saludo irónico y lleno de supuesta felicidad era la punta del iceberg que tan solo significaba una cosa, claro que incluso Marcos jamás pensó en el desenlace que seguiría.
- Gotham - la voz fue sigilosa por parte de Marcos -.
Umm Gotham, se podría decir la esencia de la crueldad y la maldad más pura en un hombre, pero no humano claro, si había algo que no existía en él era rastro de que alguna vez fue un humano, su cabello era bastante largo y su físico era el de un ser casi perfecto, sus ojos eran terror en vivo, su frialdad y malicia recorría su ser a grandes cantidades, era algo que se sabía muy bien en aquel mundo, ¿cuántos no asesino el mismo? incluso a su propia especie sin dudarlo y con una sonrisa placentera en su rostro.
Marcos continúo hablando
- ¿Qué haces en este lugar? -.
De nuevo una amplia sonrisa por parte de él.
- ¿Dime como has estado amigo mío? -. Observaba a Marcos como un niño pequeño lleno de intriga.
- La verdad no he venido a socializar contigo -. Aun sin importar su reputación Marcos no temía en nada al ser que tenía cara a cara, pero tampoco lo subestimaba.
Gotham sonrió, sonrió con tanta fuerza como si Marcos acabara de contar el mejor chiste del mundo.
- No has cambiado en nada amigo mío, me alegra mucho eso, pensé que el retiro anticipado había cambiado umm, veamos, ¿cómo decirlo en palabras decentes para ti? ooh ya lo sé-. Hizo sonar en un chasquido los dedos de su mano, en forma de recordar algo. - Tu origen verdadero, esa actitud fría que hace que tantos te teman y esa mirada -. Volvió a reír y apunto con su índice a Marcos. - Justo esa misma mirada que tienes en este instante, extrañaba eso-.
Si algo estaba claro era que aquel ya estaba colmando la paciencia en Marcos, pero no podía dejarse guiar por el deseo de acabar con él.
- ¡Cállate!, veo que aun eres un demente, ni el tiempo cura eso -.
De nuevo esa risa. - Ooh en eso te equivocas, la locura existe por mi-. Y como si fuera un acto diferente la expresión de Gotham se tornó completamente seria, seria y fría reflejando su verdadero ser. - Esta bien, pero si no has venido a socializar entonces ¿qué te trae hasta este lugar? -.
- Yanet, ¿quiero saber dónde se encuentra -.
No deseaba andarse con rodeos, el único motivo por el que estaba en ese lugar y soportar la presencia de aquel ser era por ella.
Gotham miro su rostro un poco confundido.
- ¿Acaso ustedes dos tienen algo? -. Miro hacia el techo. - No tenía idea de eso amigo mío, pero si es un secreto lo mantendremos guardado, tu confía en mi soy una tumba-.
De nuevo esa personalidad de locura, puso su índice en su labio en un gesto de silencio y le dio una sonrisa de alegría a Marcos.
- Escúchame eso no es asunto tuyo -.
- Si entiendo. - Se toco la frente -. Lo siento yo y mi costumbre de ser curioso, como puedes notar los años tampoco me han logrado quitar esa mala costumbre ¿deseas tomar algo?, hace mucho no estábamos reunidos, hay que celebrar ¿no crees?
- Deja la decencia para tus víctimas, se quién eres, solo responde -.
- Vaya veo que has perdido los modales, yo solo intenso ser educado y ofrecerle a mi viejo amigo un poco de mi humilde hospitalidad.
Ya era suficiente de tantas tonterías, Gotham estaba logrando su objetivo, no había forma de lidiar con alguien como el, y dejándose guiar por su instinto marcos en milésimas de segundo tenia a Gotham sujeto del cuello y elevado del suelo con sus ojos completamente negros, llenos de ira al ver que ese idiota creía que estaba bromeando, lo inusual de esto es que ni aun así Gotham se alteró, el resto de los vampiros se tornaron en modo de ataque para defenderlo, aun así se podía notar la duda en el rostro de cada uno de ellos, sabían muy bien quien era aquel vampiro y su gran poder de batalla.
Esa molesta sonrisa seguía en él, aun cuando la fuerza de Marcos le habría roto el cuello a cualquier mortal, lo miro y le dio una amplia sonrisa.
- ¿Seguro que deseas hacer esto?, porque por lo que yo veo hay una enorme diferencia entre tu y nosotros -.
- Si, son muchos, pero de algo estoy seguro, cada uno de ellos sabe de lo que soy capaz -. Apretó con más fuerza su cuello. - Habla o acabare contigo en este mismo instante-.
- ¡Ya suéltalo Marcos! -.
Era otra voz, una voz femenina, pero esta voz si causo impacto tanto en Marcos como en todos los presentes, pero no en el rostro de Gotham.
- ¡Mi señora! -. soltó a Gotham e hizo una amplia reverencia para aquella mujer, todos en ese lugar lo hicieron incluso Gotham que parecía no respectar nada, pero su sonrisa aún seguía y Marcos percibió eso.
La belleza de esa mujer era inimaginable, solo con su belleza podría conquistar cualquier corazón, reinos enteros entrarían en guerra solo por tenerla, era un tesoro, el tesoro con el que cualquier pirata soñaría, su cabello era castaño y el color de sus ojos eran verde esmeralda, únicos eso eran, llevaba los labios negros, piel blanca como la nieve, su cuerpo era una escultura humana y su mirada tan poderosa y peligrosa, sus ojos denotaban maldad y poder, en aquellos ojos se podía denotar cuanto sufrimiento, gozo y amor se ha experimentado, pero su ser era maldad, maldad a gran escala y su nombre era Aura .
- Lamento mucho todo esto mi señora, solo e veni...-.
- ¡Silencio! -. Su voz era firme pero hermosa. - Yo sé muy bien a que has venido Marcos y lamento decirte que no tengo muy buenas noticias para ti.
Por un momento no hubo respuesta, el solo esperaba que ella continuará hablando, pero esto no ocurrió.
- A qué se refiere -.
- Se refiere a que yan...-. era la voz de Gotham.
- ¡Cállate! y retrocede Gotham-. Ella le dio una mirada que creo en los ojos de Gotham un terror inmenso, tanto como un pequeño solo de noche en medio de un inmenso bosque.