Su primer dia de clases en Harvard fue plegado de miradas por cantidades, el rumor era cada vez mas grande del estudiante genio, todos querian saber quien era, pero aún era misterio.
Revisó su itinerario y horarios en clases, su primer clase fue química, llego a el salon correspondiente algo tarde, ya todos estaban sentados esperando el inició de su clase, tocó la puerta de ingresó, como si fuera una alarma todos giraron su rostro hacía el, el por su parte no sintió ningun tipo de presión en eso, Némesis no sentía emoción alguna hacía los humanos para el no eran nada.
El maestro era un hombre de estatura alta, Delgado, ojos agotados de color cafe, cabello corto y mirada un poco seria pero amable, lo miro un breve momento y asintio para que este ingresará a su clase .
-Bienvenido, tome asiento la clase comenzara-.
Ingreso y tomo un puesto en el fondo del salon sin deseó de llamar la atención, aunque ya era imposible por su fisico y su mirada, justo al sentarse la voz del maestro se hizo presenté otra vez.
-Joven....umm joven-.
Era señal de no recordar quien era ese nuevo estudiante, aquél maestro no sabía quien era este nuevo alumno, pero si sabría reconocer ese nombre.
-Amadoriy- la voz de Némesis fue leve-.
El maestro tomo su registro de alumnos, miro la lista rápidamente.
Empezo a buscar, pronunciando cada nombre.
-Amadoriy, ama...doriy, ¿Yannick Amadoriy?-.
Poso sus ojos de manera sorprendida en el.
- Así es señor-.
-Vaya, vaya así que eres tú el famoso genio que sorprendió a los directivos-.
Esas palabras fueron miel para cada uno de ellos, los estudiantes presentes lo observaron sorprendidos por esta revelación, por todo el lugar se habla de ello, pero hasta hace unos segundos era un misterio.
La clase se llenó de toda clase de murmullos rápidamente, incluso los mas minimos fueron escuchados por el.
-No parece un genio-.
-Es muy guapo-.
-De seguro es de pladres ricos-.
-Mira sus lindos ojos-.
-Le ayudaron en eso-.
-¿De dónde es?- .
-Estoy segura que es extranjero- .
Ningúno de esos murmullos tenía importancia, solo cerro un momento sus ojos, el maestro hablo.
-Joven Amadoriy por favor presentese con la clase, y dinos de donde eres y edad-.
Umm que incómodo, responder eso cuando no deseaba hacerlo, ¿de donde era? Estaba claro que debía de mentir en todo, miro a cada uno de los prsentes y hablo.
-Mi nombre es Yannick Amadoriy, tengo veinte años y vengo de polonia-.
Cada uno de los presentes en aquél salon lo miraban de pies a cabeza, incluso cuándo la clase ya estaba en marcha, el en su puesto no podía evitar sentír la mirada de ellos, era imposible el era algo distinto un demonio o algo peor, sus sentidos y reflejos eran tan agudos como ningun otro.
Fue el tema en la clase el profesor le hacía preguntas, en ninguna logro sorprenderlo y eso creo mas asombro en los estudiantes.
Al descanso entre clases, todos ya sabían el nombre del nuevo genio universitario, todo aquello que el procuro evitar se le salió de las manos, casi todos hablaban de el, aunque no prestaba atención, era conciente de su alrededor, y mas la presencia de tantos observandole.
Las voces hablando en secreto no lograban escapar de su oído.
-¡Es el!-.
-Es de otro país-.
-Miralo que guapo-.
-¿Donde vivira?-.
-Trampa debio hacer trampa-.
Esa última frase le causó algo de gracia en su interior, en parte si había hecho trampa en casi todo menos en las horas de la presentación de los exámenes, eso no fue muy complicado para el.
Busco un lugar apartado de todo y de todos, no sintió presencia cercana, se recosto contra una pare con sus manos a los lados de su cabeza y cerro sus ojos, pensó en lo difícil que sería todo ahora que ya se sabía de el, había considerado esa idea un día antes pero la realidad es que no lo vio tan importante, su nuevo sobrenombre "genio universitario", el sitio en el que estaba era muy tranquilo, no se escuchaban ruidos, el silencio era grande, se dejo llevar por la calma del lugar sumergido en pensamientos, hasta que uno de esos pensamientos tomó control de el, su lucha contra Gotham y sus sirvientes, tanto caos, tener que luchar contra cada uno de ellos en especial esos tres últimos que los atacaron, eran muy fuertes, ese poder ese misterioso poder que broto de el, aquélla aterradora sensación pero increíble a la vez, ver el rostro de Marcos por ultima vez.
Su cabeza se llenó mas y mas de voces, cada vez eran mas fuertes, se repetian en distintos tonos pero decían lo mismo, Marcos,¡Marcos!, Marcos, Marcos, mas y mas fuertes al pasar los segundos.
Némesis continuaba con sus ojos cerrados atrapado en aquel gran laberinto de sus recuerdos, incluso después de tanto seguian tan frescos en su mente.
Su mente jugaba con el o tal vez no, tal vez le mostraban eso por alguna razón, Su mente le hizo ver a Marcos atado completamente por cadenas, siendo torturado y sufriendo.
Empezó a hablar sin el notarlo, aún sumergido en sus pensamientos.
-Marcos, ¡Marcos! ¿dónde estas?-.
Aún no reaccionaba.
-¿Dime donde estas?,¡Marcos!-.
Su ser lo llevo a una profundida horrible en el fondo de su subconsciente, dandole ese terrible dolor por Marcos, seguía repitiendo ese nombre hasta que algo lo hizo reaccionar.
-¿Estas bien?-.
Era una voz dulce ya escuchada antes.
Abrió sus ojos con temor y temblor en todo su cuerpo y justo frente a el se encontraba Jessica mirándolo sorprendida porqué sin el saberlo sus ojos tomaron ese peculiar y extraño color dorado, ella quedo hipnotizada al ver algo como eso, tanta belleza, contempló todo durante unos segundos, sus ojos volvieron a su color habitual.
Hasta que el hablo.
-¿ Que haces acá?- su voz era firme y fuerte.
Jessica lo miro con sorpresa ante ea pregunta, dio un suspiró.