La marca de la noche

Capítulo 32.

(Territorio Alemán).

Parte 1.

 

La bienvenida a ese lugar fue repleta de vampiros con sus miradas frías y análisis al ver a Gotham y sus acompañantes llegar sin inmutarse a ver al resto.

Gotham mantenía sus ojos cerrados hasta llegar a la puerta principal, resguardada por dos guardas, abrió sus ojos y esto fue mas que suficiente para que ellos le abrieran la puerta con miedo ante alguien que no demostraba nada pero era ya temido entre tantos.

Mientras caminaban, no evito ver la gran cantidad de vampiros a su alrededor.

-dime Rander, ¿siempre a tenido tanta gente esta aldea?- .

-Señor a crecido y se han hecho fuertes, es un aliado importante en todo esto-.

-Ya veo, curioso...-.

Siguieron su camino hasta llegar al templo con un grupo de veinte vampiros, todos con aspectos, de horror y maldad en sus ojos, sentados en una gran mesa y en el centro de ella aquel que era su lider, de nombre Glennor, un poco mas alto que todos, desprendía un aspecto frío y de mando, todos menos este se pusieron de pie al ver a Gotham entrar en aquél sitio con sus hombres.

Gotham los miró detenidamente a cada uno de los presentes en silencio por un momento, hasta que al final puso su mirada en Glennor y sonrió levemente.

-Dime gotham ¿que tal el viaje?- la voz de este era muy fuerte y gruesa.

Aún con su leve sonrisa Gotham hablo.

-A estado entretenido.- Aguardo un momento mientras veía su mesa-.Veo Glennor que tienes demaciados en esta aldena o creo que ya no se le debería llamar aldea a este lugar tan amplio, mas bien una pequeña ciudad.

-Eso es porqué nos hemos preparado bien para servir a nuestro propósito.

Eso provocó una sonrisa mas amplía en el, se sentó en uno de los lugares de la mesa.

-Buena respuesta, bueno escuchen, solo hemos venido para verificar todo y darles sus instrucciones en lo que deben hacer, y ya veo que todo esta bien, así que Rander se encargara de decirles todo eso, quiero descansar un poco-.

-¿Acaso el gran Gotham, guerrero fuerte se agota en un viaje como este?-. Fueron palabras de uno de los  veinte vampiros en la mesa, que dijo esto con tono de burla y varios rieron con el

Gotham aún con su mirada tranquila se levantó.

-Tal vez si, pero quizas si acabó con cien de ustedes también me sentire mejor, ¿no creen?- 

Su tostro cambió y la maldad se reflejo en sus ojos.

Fue suficiente para acabar con el tema .

Cuando iba a salir del templo uno de sus súbditos se acercó a el.

-Señor Gotham ¿desea que le consiga algo de ropa?.

Lo escucho y miro que aun andanba sin camisa y con gotas de sangre de los osos que el mato.

-No, no creó que sea conveniente por el momento, pero tenme listo algo para cuando vuelva-.

Su súbdito lo miró confundido, pero asintió y se aparto.

Salió del lugar, pero se percato que entre tantos al rededor de esa aldea uno de ellos daba una sensación de preocupación, muy minima pero para el detetable.

 

Se apartó lo suficiente de este lugar, hasta llegar a un sitio en medio de un bosque profundo, dejo su espada clavada en el suelo y salto a lo alto de un arbol, aún con la luna llena presente iluminando todo, se cruzó de brazos y cerro sus ojos, sin dar señal de preocupación alguna.

Calma, mucha calma.... y luego un viento fuerte proveniente de ningún lugar..

Sonrió y dijo una sola palabra.

-Bruja-.

Y el viento le respondió.

-Odio esa palabra.

Voz femenina.

Gotham abrió sus ojos y delante de el, en otro arbol una figura cubierta total mente por una niebla no dejaba ver a la portadora de esa voz.

 

Dio la idea de que el tiempo por un breve momento se detuvo y luego esa sombra, lo atacó sin dar mas palabras.

La velocidad de esta era sorprendente, pero no lograba atinar golpe a Gotham, este por su parte solo esquivaba, aún alegre dando la idea de disfrutar, se detuvieron, fue el turno de el por atacar, veloz, veloz muy veloz, pero sus golpes eran esquivados con gran facilidad, la sombra ataco e incrustó su garra en su pecho, Gotham perforo una parte de la sombra igual, heridos los dos, Gotham aún sonreía, los ataques continuaron, la sombra lo tomo del brazo y lo lanzo contra un arbol, se puso de pie al instante, Gotham salto y ataco a la sombra, no lograba dar con precisión, hasta que en un mínimo descuido logró atravesar la niebla de esa figura, se hirieron un poco más, hasta que decidieron parar y cada uno volvió al punto en el que había iniciado todo.

Sus heridas sanaron, Gotham se recosto de nuevo contra el árbol, mientras la sombra inmóvil en su punto aún aguardaba en silencio.

-Dime ¿a que se debe el honor de tener en este lugar a dos de las legendarias perlas sangrientas?-. 

Al decir esto la niebla de aquella figura desapareció.

la mujer que estaba en esa niebla, era hermosa, con su piel, clara, ojos rojos cabello dorado y atras de su espalda una gran espada, vestida de gris por completo.

Esta dijo una palabra.

-¿dos?-.

Gohtam se burló.

Y sin dar espera otra sombra aparecido en otro arbol.

Otra mujer, tan hermosa como la primera, vestida igual que la primera, pero con su cabello blanco y ojos rojos tambien, piel clara y guanteletes en pies y manos.

-Veo que el tiempo no solo te a hecho fuerte sino astuto Gotham-.

-Y yo veo que aún no le enseñas modales a tú hermanita-. Esto molesto a la primer mujer que dio un pasó para lanzarse sobre el pero la mujer de cabello blanco la detuvo.

-Detente Melen-. 

Ante la voz de la segunda mujer (su hermana), se detuvo, pero observaba con odio a Gotham, que tenía su sonrisa burlona mas amplía.

-¿Que quieren en este lugar Silvia?-.

-Solo cumplimos ordenes-.

Sonrio, intrigado

-Ya veo, pues debe ser algo grave para que mi Señora Aura las envie personalmente-.

-¿Que hace un idiota como tu en este lugar?-. Melen tenía una voz hermosa.




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