El comienzo de una nueva semana en la que Némesis seguía en su búsqueda y Jessica se llenaba de más preguntas, por temas del destino se cruzaron de nuevo en la clase de filosofía, al verlo nuevamente sintió una ligera punzada en su corazón, sonrió en su interior y se reflejaba en su exterior, poderlo ver de nuevo era algo fascinante.
El rostro de el no reflejaba emoción alguna, pero algo en su ser le dio un ligero cosquilleo al verla en ese sitio.
busco un puesto algo distante de ella,mientras el maestro de turno iniciaba su clase.
El transcurso de la clase fue bastante aburrido para todos, incluso cuando el maestro trataba volverla interesante era algo en vano, se podía notar como muchos estudiantes luchaban contra el deseó de dormir y otros simplemente lo hacían.
Némesis claro que no, sus ojos estaban fijos en cada explicación, escuchando atentamente y también percibiendo cómo una presencia lo miraba al otro extremo del salón, para ella la clase era interesante, le agradaba la forma de explicar del maestro, siempre a sido muy atenta a todo, pero ese día en especial no podía dejar de verlo a él, al joven que la salvo, él joven de los ojos azules y dorados a la vez.
Aunque ella no lo deseaba sus ojos lo buscaban a él y solo volvía en si cuando de momentos el maestro subía los tonos de su voz.
Llegando al final de la clase el maestro anunció, que dejaría un proyectó largo y que sería en parejas, saco de uno de los bolsillos de su maletín, una bolsa con papeles.
Le entregó a la mitad de la clase un papel con un número apuntado y a la mitad restante un papel igual,consistía en que todos los del primer grupo dijeran su número en el papel, el estudiante que del otro grupo tuviera el mismo número dicho en él papel conformaban una pareja.
Todo se daba normal cuando llegó el turno de Jessica, mostró su papel dando muestra de su número nueve, el otro grupo quedó en silencio esperando el poseedor de ese mismo número.
Jessica pensó por un segundo en la posibilidad de hacer pareja con el, pero luego creyó que era su imaginación y despertó de ese leve sueño pero... de entre los alumnos del grupo dos, alguien alzó su mano con el mismo número de ella y cuándo todos se apartaron para ver con claridad, ya no era algo imposible, se volvió real, el que sostenía él papel en el aire erá Némesis, mientras todos la miraban a ella y muchas con tanta envidia ya que todas las jóvenes querían quedar con él para hacer él proyectó
Se dio el fin a la asignación del proyectó con los grupos ya armados, la clase terminó, todos comenzaron a salir del salón, en el pasillo ella esperó un poco y fue hacía él.
-Hola Yannick-.
Solo la apreció por un segundo odiando querer eso. Debía responder los modales eran algo arraigado a el y más si de una dama se tratase, además sentía deseos de hacerlo.
-Hola Jessica,¿cómo estás?-.
Ella no esperaba eso por parte de el, la tomo de sorpresa esa pregunta.
Le dio una pequeña sonrisa tierna y dulce, Némesis maldijo por unos segundos tanta belleza y no poder resistirla.
-Estoy bien,¿y tú?-.
-También lo estoy-.
Ella seguía con esa destructiva sonrisa para el.
-Es genial, ¿ te gustaría que nos vieramos en algún sitio para el proyectó que nos asignaron?-.
El solo aguardo en silencio, pensando en eso, en tener que convivir tiempo cerca a ella, a esa belleza y sonrisa, ¿porque el destinó o lo que sea los unió en algo cómo eso?.
No había respuesta de el, Jessica decidió tomar de nuevo la palabra dudando de lo que el deseaba.
-Si te molesta realizar el proyectó conmigo, podemos hablar con el maes...-.
El la detuvo.
-No me molesta para nada-.
Dejo de mirarla a ella, en el fondo no entendía esa actitud que estaba desarollando cuando la tenía cerca, debía controlar eso mínimo, fuera lo que fuera.
Némesis hablo de nuevo.
-¿El proyectó es en tres días cierto?-.
-Si-.
-¿Te parece si iniciamos mañana Jessica?-.
Su voz tenía un tono suave que creó en ella un colapso, parpadeo y asintió.
-Me parece bien, podría ser en tú casa o en la mía o en quizás en la biblioteca-.
-No se podrá en mi casa, tú casa me parece bien, claro si no tienes ningún problema-.
-No hay problema, esta bien para mi-.
Jessica sentía que deseaba decir algo más, pero no tenía ese valor, mientras Némesis miraba un punto fijó en ese lugar, controlando las ganas de verla.
Ya era el momento de marcharse.
-Adiós Jessica-.
Sin esperar respuesta de ella se fue de aquél lugar, cuándo iba algo lejos de ella, logro ver por un espejo la sonrisa de ella en su rostro, algo particular en los humanos y un misterioso para alguien como él.
Pero ese misterio se estaba revelando lentamente, sonreír era algo normal, algo qué los humanos siempre han llevado en ellos y si mal no recuerda esa sonrisa también estuvo en el cuando era niño.
Quizás sonreír era parte del todo, pero su sonrisa estaba atrapada en cadenas, atrapada y sufriendo por él, por no saber que era realmente, por Marcos, por odio y deseó de venganza.
Recordó todo eso y entendió qué aunque la sonrisa y alegría pueda estar en todo, tal vez él este condenado a no conocer realmente eso, pero si ese era el riesgo que debía correr para salvar a quien tanto estuvo con el, entonces se sacrificaria con gusto.
Cerró sus ojos un momento y continuó su caminó, alejándose más de ella y su mente se sumergia en su verdadero objetivo.
No tenía nada por hacer aquél día salvo continuar con la búsqueda del misterioso Danner sin saber, sabía que encontrarlo sería el pasó fundamental para sus planes, para lograr entrar en ese lugar y saldar cuentas pendientes.