Cómo era de esperarse, aquella búsqueda del misterioso Danner no estaba llegando a ninguna parte, se estaba volviendo en vano y parecía casi imposible encontrarlo, tanto para Yannet cómo para Némesis, parecía cómo si no existiera o más bien eso era lo que realmente deseaba, o quizás si se encargó de que la tierra se lo tragara, cómo Yannet le dijo a Némesis el era muy audaz en todo y en especial si de pasar despercibido se tratara
-Lo e buscado en casi todo lugar posible, pero nada aún -.
Le causó gracia a Yannet escuchar esa actitud de el.
-Por eso te dije que no sería tan fácil cariño, debemos tener paciencia, lo encontraremos-.
Era difícil de entender para él, pero debía seguir en esa búsqueda aunque se viera tan complicado el Panorama.
Miro a Yannet y su maletín de estudio.
-Tal vez llegué un poco tarde mañana -.
Eso la desconcerto un poco pero también la alegró.
-¿No me digas que tienes una cita cariño?-.
No le causó nada de gracia esas palabras.
-No es eso-.
-¿Y entonces a que se debe eso?-.
-Es un trabajo de la Universidad solo eso-.
-¿Y dime es linda la joven?-.
Le asombró mucho lo dicho por ella, su mirada fue de sorpresa, era poco probable que ella lo vigilará, no podía salir de día y leerle la mente a él no era posible.
-¿Cómo sabes qué es una joven?-.
-Porque tú me lo acabas de confirmar-.
Yannet le dedicó una risita tierna, no había duda de la astucia qué ella tenía y la ventaja en eso sobre él.
-Si es una joven, pero eso no me interesa solo quiero cumplir con ese trabajo y Seguir manteniendo las apariencias-.
-Esta bien, me alegra escuchar eso, se qué nuestro objetivo es muy diferente y el tiempo puede estar corriendo en nuestra contra, pero debes vivir y descubrir cosas que se te han impedido por tu situación y aquél incidente, pasaste casi dos siglos en ese cristal y aunque tenemos esa vida eterna, de algún modo se debe disfrutar-.
-No lo se, pero si así fuera tengo un sólo objetivo en mi supuesta vida eterna-.
Se retiró para su cuarto sin decir algo más.
La gran verdad es qué incluso aunque no quisiera esas pocas palabras que Yannet le dijo tuvieron un efecto en el, lograron despertar la curiosidad por la palabra amor, tomó un par de libros y leyo sobre esto, durante un gran rato, romance, pasión.
Contempló las estrellas, una noche bella con la luna brillante, casi un aspecto azul en esa noche, todo en silencio, la tranquilidad.
Pero eso tranquilidad se vio interrumpida por la imagen de Jessica y su sonrisa en su cabeza, sin darse cuenta sonrió, ante la idea de una mujer tan bella como ella, el tiempo pasó y rápidamente llegaron las seis de la mañana, mientras la hermosa luna se ocultaba lentamente, al verla por ultimos momentos sintió algo muy extraño, una sensación de escalofríos, salió de su habitación y estando sobre el techo puso atención en todo, miro cada dirección, pero no logró nada, la sensación desapareció por completó.
Dejo de pensar en eso, ingresó a su casa de nuevo sin darle importancia a lo sucedido.
Parqueo su Gt500 y durante la entrada a la Universidad estaba rodeado de cientos de estudiantes ingresando a la Universidad de igual manera, todos al parecer con algo de prisa, hablando de tantos temas todos diferentes, el lograba escucharlos todos perfectamente, no nada importancia eran solo humanos y nada más, continuó su caminó hasta que volvía a el la misma sensación que tuvo al inicio de aquél amanecer, de nuevo ese escalofrío volvió a él, reaccionó rápido sin llamar la atención, buscando entre todos, se concentró pero de nuevo no encontró nada, voltio para ver atrás suyo y entre tantos estudiantes logro ver algo muy inusual a distancia, una figura cubierta con una capucha de un sacó, alguien dando la imagen misteriosa y luego sin tregua la figura desapareció sin dejar señal alguna y junto a él aquélla sensación de escalofríos,¿ quien era y qué hacía en ese lugar?,¿acaso lo estaba siguiendo?, pero eso era prácticamente imposible, su habilidad para detectar era letal y no permitiría que lo siguieran fácilmente, durante las clases sólo pensaba en lo ocurrido, en saber ¿quien era?,no logro descubrir si era hombre o mujer no logro nada durante el cortó momento en que lo pudo ver, sus poderes estaban siendo inútiles, no estuvo al tanto de las clases por tener en su mente esas dudas, hasta que llegó el momento de descanso, salió del gran salón y notó los árboles, la fuerza del viento y el día Bastente nublado a cómo era al inició de la mañana, era una sensación agradable pero extraña, recordó su compromiso con Jessica ese día.
Una de las cosas que más le gustaba a ella era estar en ese lugar tranquilo en la Universidad, lejos de todo, poder pensar en tantas cosas y leer, junto ese día pensaba comenzar a leer un libro nuevo llamado "la realidad del amor", lo sacó de su mochila y lo abrio apreciandolo cómo un objeto con un valor incalculable, jamás logro percatarse del par de ojos qué la observaban detenidamente en tanto silencio, notando lo bella que era cada día, el misterio que causaba en él, lo llebaban de preguntas qué no deseaba responder por el bien de ella y él.
Jessica continuaba con su inició de lectura, aún creyendo estar sola hasta qué él decidió tomar la primera palabra.
-Es un buen libro-.
Decir eso cuándo ella creía estar sola produjo un gran terror, buscó la voz que la asusto tanto y la calma volvió cuando lo vio sentado sobre el muro en él que ella estaba recostada a su lado derecho, lo miró sin él corresponder ala sonrisa qué ella le brindó, miró el libro que sostenía.
-¿Esa es tú opinión sobre este libro?-.
La mirada de él aún no se enfocaba en el pero su mente sí.
-Creó qué tiene mucha razón en varios cosas el escritor -.
Miro de nuevo su libro.
-Entonces supongo que ahora tengo mas intrigada para leerlo y así darte mi opinión,¿no lo crees?-.