La marca de la noche

Capítulo 39.

Era muy veloz, Némesis era muy consciente de esto, pero por nada del mundo permitiría que le sucediera algo a Jessica y menos sin luchar, fue tras el sin dudarlo, era casi imposible seguirle pero no se rendía, aún ante la ventaja de ese desconocido no lograba perderle el rastro por completó, quería recuperar a la joven esa era su mayor prioridad pero también quería saber quién era ese atacante y porque estaba haciendo esto, no podía llegar a la casa de ella y decirle a su madre que su hija fue secuestrada por un ¿vampiro? O ¿que diablos era ese sujeto?, porque aunque sentía en parte la esencia de vampiro había algo mayor en el que era desconocido para Némesis.

Debía recuperarla cómo fuera, sin darse cuenta ante su afán de ir tras el no noto que se había apartado demasiado de todo, tanto que cuando lo noto y se detuvo por un segundo porque no pudo sentir más su presencia, se dio cuenta que estaba en medio de la nada, parecía un bosque inmenso pero frío y lleno de neblina, parecía un lugar muerto con arboles muy altos y silencioso, con su ambiente escalofriante, busco el rastro de este pero no lograba nada hasta que el ruido de un gran grupo de cuervos se escuchó algo alejado de ese lugar, aún no sabía que dirección tomar y si era un tipo de trampa, pero de nuevo la risa de ese infeliz llegó hasta él, supo de donde provenía, fue directo a ese lugar hasta llegar a una casa grande sacada de una película de terror para cualquier humano, el lugar era espeluznante por su aspecto tétrico nadie querría entrar a ese lugar en sus cinco sentidos, afuera de ese lugar estaba ese ser con esa sonrisa de gusto en su rostro, la joven Jessica estaba recostada sobre una pared con los ojos cerrados, sintió molestia ante la idea de verla muerta en ese sitio, despejó su mente de la molestia y se centró en saber si estaba bien y lo confirmo al escuchar los latidos de su corazón, un poco débiles pero presentes, sólo estaba inconsciente nada más, y en parte era algo bueno así no sería testigo de lo que sucedería, de aquél terrible enfrentamiento que se aproximaba, sintió cómo la furia recorría su cuerpo, ese bastardo no debía haberse metido con él y menos con ella, no importaba que no supiera bien de quien se tratara no escaparia y lo haría pagar por esa insolencia

-Oye-.

Su voz tuvo un fuerte estruendo y la sonrisa que mantuvo en su rostro todo ese tiempo y que tanto molesto a Némesis ya no estaba, ahora tenía una mirada fija en él con un rostro serio y lleno de maldad, Némesis pudo sentir esa sensación, se percibía en él ambiente de todo ese lugar, pero también percibía esa sensación de calor en sus venas, algo estaba despertando en él sobre todo en su brazo izquierdo miró la palma de su mano y le hablo a ese ser.

-¿Qué es lo que quieres?-.

Alzó su mirada y lo vio con tanta ira, una ira que estaba creciendo en él sin explicación pero que necesitaba.

-Puedo notar que no eres de este lugar  y de ningún otro que se parezca, ¿dime de donde vienes?-.

Su voz se hizo más fuerte en tono de reclamó.

-Eso no es asunto tuyo-.

Cada palabra sono seca y sin temor ante él ser que tenía frente a sus ojos, aquél ser alzó su dedo índice de su mano derecha e hizo un gesto de negación.

-mala, muy... mala respuesta, ummm-.Dio un gran suspiró cómo alguien impaciente, miró su hombro y limpio una pequeña Mancha de tierra, miró a Némesis y con esa mirada vacía hablo.-Entonces tendrá que ser a la fuerza-.

Su velocidad aumentó mucho más que antes, en milésimas de segundos llegó hasta Némesis y con un gran golpe le dio un puñetazo en él rostro, lo lanzó casi veinte metros sobre el aire, la caída fue muy fuerte, pero rápidamente reaccionó aunque no fue tan veloz cómo su atacante, que sin imaginarlo salió de debajo de la tierra y al salir llevaba una sonrisa que reflejaba sus dientes y largos colmillos, el golpe en la mandíbula fue increíble y de nuevo lo lanzó por los cielos, un humano normal no abría soportado el primer golpe, mientras iba por el aire aquél ser lo sobre pasó y le dio una gran patada en su espalda que lo hizo bajar mucho más veloz, calló sobre una gran montón de rocas que se destruyeron al tener contactó con su cuerpo, su atacante en cambio bajo lentamente con una gran clase y virtud de todo un guerrero en su  potencial.

-Vaya, vampirito pensé que darías más pelea si es que a esto se le puede llamar pelea, pero bueno creo que me equivoque-.alzó una piedra y la lanzó hasta clavarse justo en la cabeza de un cuervo que aleteo en su ultimo aliento fuertemente.- Me marcho y me llevaré a la dulce jovencita conmigo, ella será mi premio de consolación-.

Giro su cabeza para ver a Jessica e ir por ella pero en ese Precisó momento escuchó cómo las rocas se movían derumbandose por alguien saliendo de ellas, lo miró y la sonrisa de ese sujeto se volvió más amplia de placer.

-¡Lo sabía!, Si eres fuerte y por lo visto muy resistente-.

Poco a poco se Fue incorporando Némesis, aún afectado por los fuertes golpes que destrozaron varias partes de su cuerpo, su mirada estaba posada por completó en el suelo como quien busca algo.

La mirada de felicidad y adrenalina se estaba incrementando en ese extraño ser al ver cómo él joven se ponía de pie incluso ante tanto daño ocasionado, decidió decir algo.

-Esto será geni....-.

Némesis alzó su vista y su atacante quedó en silencio, su rostro ya no era el mismo, su mirada era de destrucción, sólo su ojo izquierdo se tornó de un color dorado y aquella extraña enredadera negra cubrió una parte de su brazo izquierdo, en su brazo también se empezó a formar una extraña marca, el sujeto aún ante eso tenía una sonrisa.

-¡Genial!, no eres cómo los demás y sabes algo yo tampoco lo soy-.

No hubo respuesta por parte de Némesis, en el preciso momento en  que Némesis se disponía a atacarlo dominado por la ira, ocurrió algo, rayos de color negro empezaron a caer al rededor de el lugar y en especial cerca a ese ser, hasta que dos calleron sobre Némesis haciendo que gritara de dolor, mientras su atacante sólo observaba en silencio, los gritos de Némesis eran impactantes, tanto dolor en él y tanto poder, Némesis ante ese dolor que lo tenía inmovilizado logró ver en la muñeca de la mano de ese ser un extraño símbolo pero no supo que era, el dolor  aumentó, hasta que todo se detuvo y nuevamente la mirada de Némesis llena de ira, aún cuando le ocurrió eso, la velocidad de él era increíble, fue al encuentro con su adversario, el cuál resistió el primer golpe que iba direcionado a su rostro, pero no reaccionó al segundo que fue directo a su abdomen, este dio un gran golpe a Némesis en el pecho que le hizo retroceder un poco, pero rápidamente salto sobre  él y con sus garras de acero rasgo todo el pecho de ese ser que hizo un gesto de dolor, retrocedió pero  no fue para evitarlo más bien fue para lograr atravesar el brazo derecho de Némesis que dio un gran gritó de dolor.




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