La marca de la noche

Capítulo 40.

Para Yanet este nuevo siglo era bastante agradable, en especial la Tv, le gustaba ver todo tipo de películas de terror y aunque no lo hacía mucho, le gustaba ver lo patético que se veían muchas escenas de películas de vampiros y su forma de actuar que sin duda era muy diferente a como era la realidad de ellos, aún sabiendo la clase de ser que era Némesis y lo fuerte, noto la hora y sintió algo de preocupación pero trataba de mantenerse al margen de los asusntos universitarios del joven en especial por el hecho de que le agradaba la idea de que desviara su mente un poco de el deseo de salvar a Marcos y acabar con Gotham, aún no tenían señal de Danner por ningún lado y el tiempo no se detenía.

Tuvo deseos de llamarlo y saber como estaba todo pero se contuvo no sería muy prudente, además Némesis no era un niño y no le ocurriría nada, desistió de la idea, pero por cosas del destino el celular de ella sono en esos momentos viendo el número de Némesis.

-¿Cómo va tú estudio cariño?-.

No hubo respuesta, pero se escuchaba algo a distancia.

-¿Cariño?' ¡Hola!, ¿estas hay?-.

Nada, ni una sola palabra, pero seguía ese extraño ruido, supo en ese momento que algo no andaba bien, algo estaba ocurriendo.

 

 

Ya se podía notar en los dos el agotamiento en esos momentos al usar esos misteriosos poderes que los dos poseian, llevaban lo suficiente luchando pero la peor parte la llevaba el sitio en que lo hacían, estaba totalmente destruido, las heridas de Némesis no sabanan tan deprisa, pero las de su rival si que lo hacían, menos las de su espalda que lo hacían muy lentamente, el golpe de esa herida fue con demasiada ira, aunque a ese ser no solía importarle.

-Esto a sido asombroso-.

Su tono de voz era de extrema felicidad como un niño en un parque de diversiones y aunque la furia en Némesis permanecía, se tomó un momento y le lanzó una leve sonrisa a su oponente, en el fondo estaba disfrutando eso, aquél poder y ese gran deseo de luchar hasta el fin.

El ser hablo.

-Pero tengo cosas que hacer, así que acabaré de una vez -.

Némesis volvió a la mirada vacía y dominada por la ira, mientras su oponente era poseído por un poder que causó algo de asombro en él,¿cómo alguien tenía ese poder aún después de luchar de la forma en que lo hacían ?, aún así Némesis no tenía pensado perder, no importaba que tuviera aquél rival frente a sus ojos no se permitiría perder, justo cuando se preparaba para defenderse de aquél ataque que se aproximaba, noto cómo un escalofrío recorría su cuerpo y como ese poder que estaba en él se alejaba velozmente, mientras ese ser seguía igual o más fuerte que antes, sentía que no se podría mantener mucho en pie si esas fuerzas extrañas lo abandonaban por completó y si eso pasaba su fin sería en ese lugar, de nada serviría haber despertado de ese cristal y hacer todo para ir tras Marcos porque acabaría eliminado acá.

Su rival se lanzó contra él, mientras Némesis sólo aguardaba para poder defenderse y evitar ese impacto, pero..un fuerte golpe dio justo en el rostro de ese ser que lo envio contra un montón de escombros, Némesis  miró a su costado derecho y vio perfectamente el rostro de Yanet atrapado en la ira, era la segunda ocasión que la veía en ese estado, la primer vez fue cuenta él era niño, contra Marcos su entrenamiento se había salido de control  y terminó en un "me rindo" de Marcos, aunque en la mirada ella tenía sus ojos fijos en él ser que llacia en medio de ese montón de escombros, él se tomó su tiempo para ponerse de pie sin darle importancia a quien fue el causante de ese golpe.

-Ese golpe si me dolió, no sabía que tenías acompañante o más bien un protector...-.

Pero antes de decir otra palabra algo en el lo hizo detener, algo.... algo un poco absurdo pensó.

Alzó la vista para ver a Némesis y vio al lado del chico aquella mujer, su cara fue llena de mucho asombro.

-No me interesa quien seas, pero nadie lástima a mi hijo y se queda tranquilo-.

Incluso la voz de ella había adquirido un tono mucho más severo.

No hubo respuesta por parte de aquél sujeto, su rostro reflejaba duda y Némesis también lo noto, pero ¿porque ?, ¿acaso aquél ser tan fuerte era débil ante tanta belleza como la de Yanet o cual era el motivo ?.

-¡Oye!, ¿eres sordo o mudo?-.

Ella no lo perdía de vista ni un instante.

Él se sacudió el polvo de su cuerpo, camino despacio hacía ellos sin dar importancia a nada, pero esto hizo que Yanet y Némesis se pusieran en guardia, Némesis no deseaba seguir luchando en aquel momento, su cuerpo le decía a gritos que ese poder no volvería por el momento , no deseaba ver a Yanet luchar contra él sin el poder hacer algo, pero aunque el dolor en su cuerpo era grande no dejaría sola a Yanet, no dejaría que pasará con ella lo que ocurrió con Marcos, eso jamás .

Ella hablo.

-Detente hay idiota-.

El como una mascota obediente se detuvo y luego le dio una sonrisa.

-¿De verdad eres tú?-.

-No te conozco y si te acercas más no respondere-.

-No cambias en nada, sabes-.

Aquél ser había cambiado completamente su actitud, hasta el punto de sonreír demasiado.

Yanet sólo lo miraba de modo desconcertante.

-Yanet soy yo-

Ante esas palabras el rostro de ella perdió un poco esa expresión de ira, al escuchar que el conocía su nombre, pero eso no era posible no lo había visto jamás.

-No se quien eres-.

El sólo sonrió y le causó tanta gracia escuchar eso hasta que después se detuvo.

-Bueno eso lo entiendo, pero si sabes quién soy- 

De nuevo estas palabras sembraron dudas en ella, ¿como el podía afirmar eso ?, hasta que el hablo nuevamente.

-Soy yo, ¡soy Danner!-.

Toda la expresión de ella cambio al escuchar estas palabras por completó, Némesis la miró esperando respuesta de ella, pero... aquél nombre no iva de acuerdo con el ser que tenía frente a sus ojos, eran muy distintos, pero algo en ella la hizo dudar un poco.




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