Lo esperaba aun lado del auto algo ansiosa y con una sonrisa.
-Listo, pero mi ropa no tiene un buen aspecto- ella sonrió un poco y eso creo una sonrisa en él.
-Aun te vez muy apuesto-. Escucharla decir eso lo dejo un poco sorprendido viniendo de ella que era tan hermosa, el no era consciente de lo guapo que era para los demás.
-Te llevare a casa -.
-Está bien -.
Durante el comienzo del camino no hablaron mucho, él se sentía aun molesto por el hecho de que se arruinara todo lo planeado, debió ir a otro lugar, no hubiera pasado esto, pensó en el estúpido de Danner, claro que solo lo pensó para sí y creyó que era momento de hablar.
-Siento mucho todo esto, tu has sido muy agradable conmigo, te lo agradezco – ella negó con la cabeza.
-No debes agradecerme nada, gracias por lo que hiciste por mí con aquellos sujetos que nos querían lastimar junto a mi amiga y gracias por permitirme saber más de ti.
-Aun sigo explicándome porque …-
- ¿Por qué? -.
- ¿Como puedes estar tan tranquila sabiendo lo que soy?, siendo consciente de que nos atacaron unos asesinos, que te secuestraron por mi culpa ¿cómo puedes estar tan tranquila? -.
Desvió su mirada del camino para fijarse en ella mientras ella tenía su vista fija en él y hablo.
-Note algo distinto en ti cuando nos atacaron aquellos hombres, aunque no imaginaba que fueras lo que eres, pensé que solo sabias defenderte, pero luego cuando paso lo del hombre que me secuestro y todo eso entendí que no eras normal, nada era normal, pensé mucho, tus formas repentinas de aparecer y entendí que cuando supiera la verdad aun así quería seguir aquí-.
Hablo con tanta seguridad en esas palabras, su forma de mirarlo.
-Aunque aún hay muchas cosas que quiero saber de ti.
- ¿Cómo cuáles? -.
- ¿De dónde eres? -.
Esa pregunta lo hizo recordar muchas cosas, en especial de donde venia y no solo eso también porque se encontraba en ese lugar, aquel enorme motivo, pero no quería seguir en silencio con ella, en gran parte esa cita era para contarle parte sobre él.
-Noruega-.
- ¿Noruega? -.
-Si, o ese es el lugar que recuerdo desde muy niño –.
-Creo que quiero saber más de ti, pero tendré calma, además puedes invitarme a otra cita para remediar esta –. Su voz tomo un tono algo coqueto pudo mirarla un instante y entender que ella no tenía prisa por saber todo sobre él, que estaba satisfecha con lo poco que él le contaba, no sabía si podía llegar a contarle todo y en especial si después de ingresar al palacio podría volver a verla, tanto misterio en todo que debía enfrentarse paso a paso.
La dejo en su casa, pero no sin antes recibir dos besos de ella, uno lento en sus labios y otro cálido en su mejilla, se dirigió a su casa, guardo el auto y entro a la casa, Yanet aun estudiaba los planos cuando el ingreso, lo miro de forma extraña y supo de inmediato que se percató de su ropa sucia aun así no pregunto sobre eso.
- ¿Cómo estuvo todo? – la miro y dio un suspiro.
- Un poco complicado – subió las escaleras y en su habitación pudo escuchar lo que ella dijo.
-Mejorara con el tiempo cariño-.
Podría tener razón, solo deseaba darse un baño y descansar, aunque nada durmiera, leer lo ayudaría a relajarse era un poco más de las doce de la madrugada ya debía reunirse con Edrick, Berenice y Barry para ir a revisar aquellas aldeas que menciono Danner.
El momento llego, debía regresar de nuevo a ese lugar.
Después de su lucha con aquellos vampiros y estar con ella debía concentrarse por completo en lo que vendría.
- ¡Yannick! – fue la expresión de alegría que tuvo Berenice al verlo de nuevo, el solo guardo silencio al estar en ese lugar, estaban los tres esperando su llegada.
-La próxima vez nos marcharemos sin ti niño – la voz de Edrick sonaba tan vacía como era costumbre, aun así, no hubo respuesta de Yannick, incluso Barry guardo silencio un silencio que se rompió al instante cuando Berenice hablo de nuevo.
-Debemos visitar dos aldeas hoy esas son las ordenes de Danner- Yannick solo se limitó a observarla y asentir.
-Creo que debemos marcharnos ya, el aire está un poco tenso –. Barry como siempre usaba sus palabras con un tono de burla, aunque al parecer en gran parte de lo que dijo se producía un tono de seriedad ya que era muy claro que la sensación de hostilidad que se producía entre Yannick y Edrick cuando estaban cerca, pero en lo que hablo Barry se notó que ambos estuvieron de acuerdo.
Y sin más que hablar se encaminaron a su destino a una aldea que quedaba bastante apartada de la ciudad y de todo, en un lugar oscuro y repleto de vegetación pero que aún con esto poseía cuatro mansiones llamativas a la vista por su forma de terror y por aquel pesado ambiente y frio que haría que un humano templara de dolor y sintiera el crujir de sus huesos, tan pronto se detuvieron en aquel lugar un pequeño grupo de seis vampiros llegaron a su encuentro, Edrick saludo al que por su semblante y mirada parecía ser el líder en aquel sitio, Berenice también hizo lo mismo mientras que Yannick y Barry estaban un par de pasos más atrás.
-Pensamos que ya no vendrían hoy-.
Su voz era suave, pero se notaba un aire de preocupación en ella, su mirada se posó en la persona atrás de ellos.
- ¿Quién es el? -. Su mirada fue directa en Yannick que no daba señal de nervios o duda al estar en ese lugar.
-Es un nuevo miembro, amigo de Danner.
-Ya veo joven Berenice-. Lo observo un segundo más. – A lo largo de mi vida he conocido vampiros que me han impresionado o han hecho que sienta pena por ellos, pero déjame decirte algo joven, también he conocido un par que han hecho que sienta curiosidad por ellos y terror como lo es el caso de Edrick y Danner, pero tú me haces pensar que la maldad del mundo es pequeña comparada con lo que siento que descansa en tu interior-.