La Marca de un Beso

Uno

Mi nombre es Kathleen Whinter Thomas. Katy para todo el mundo, Kate para algunas personas en especial. Sinceramente no me gusta el nombre de Kathleen, hubiera preferido Katherine, Katya, Karla, o cualquier otro nombre común y corriente cómo lo es Kathleen.

La historia es que, ese es el nombre de la primera novia de mi padre. Esa de la cual nunca se olvidó, y la razón por la que siempre hemos sido solo mamá y yo.

No le guardo rencor, cuando me enteré de ello se me hizo muy bajo de su parte.

En fin.

El que papá nos abandonará cuando yo tenia tan solo seis años, obligó que mi madre buscará empleo desde entonces. Siempre trabajo de lo mismo, haciendo limpiezas en oficinas, de ayudante en comedores de las mismas, diferentes trabajos, mismos sueldos.

Apenas nos alcanzaba para vivir.

Las navidades nunca fueron como las describían mis amigos, llenas de regalos, momentos en familia, nada de eso. Apenas y teníamos un pequeño, y si mamá tenía suerte, había uno que otro obsequio.

Nada que no pudiera pagar. Nada de lujos, ni cosas de marca. Pero gracias a Dios y a mi madre que nunca se rindió, nunca faltó la comida en casa.

Por eso mismo me esforcé por estudiar, mis calificaciones me llevaron a conseguir una beca en una escuela privada que, solo por ser privada me abriría muchas puertas en el futuro.

Ahí conocí a Allyson.

Ella y su familia han sido ángeles en la vida de mi madre y la mía.

Cuando los demás chicos se burlaban de mi por ser becada, Allyson me demostró que no era igual. Entre esos chicos estuvo Ryan, y su molesto, soberbio y castrante hermano Clint.

De quienes ahora no se absolutamente nada.

Ryan y Allyson iniciaron su relación como novios. Cuando Gabriel tuvo problemas económicos con su empresa se vio en la necesidad de hacer socio al padre de Ryan, de ahí se sacó la idea de casarlos.

Si te soy sincera, creo que Ryan es una persona muy manipulable. El pobre no podía decir que no, y sé que Allyson solo lo hizo por su padre.

El chiste es que ellos supieron de alguna manera resolver los problemas que tuvieron al principio, y construyeron una relación sana.

Por eso, hasta la fecha sigo sin comprender que fue lo que pasó para Allyson decidiera firmar el divorcio.

No voy a mentir, fui testigo del cambio de Ryan. Hago tuvo que pasar para que mi amiga tomara esa decisión.

En fin, nunca le he criticado sus decisiones, solo me queda decirle lo que yo creo y apoyarla en lo que haga.

Cómo cuando se fue a Boston a seguir a Cameron. Lo hizo con esa excusa, pero yo sabía que era por Ryan. Porque no quería que el llegase a enterarse que mi bebé Jake es hijo suyo.

Y ahora que ha regresado, sigue aferrada a no contarle. Ella cree que Ryan vive en Londres.

Y yo lo vi el otro día en una cafetería con su nana. No obstante, decirle a Allyson sería darle un motivo para irse de nuevo.

En cuanto a mí, logre graduarme de la universidad con esfuerzo, trabajando y estudiando a la vez.

Ahora tengo un buen puesto en las finanzas de la empresa dirigida por Jamie.

He hecho amigos, muy pocos la verdad. Mientras tenga a mi mejor amiga a mi lado, y así pequeño retoño soy feliz.

De hecho, cuando me dijo que estaba buscando empleo, le ayude a conseguir un puesto en la misma empresa que yo. Lo que no me esperé es que Jamie fuera un poco dura con ella, pero agradezco que le haya dado la oportunidad en un buen puesto pesar de no tener un título.

Ahora ella tiene su oficina, yo tengo la mía, y Eric aún espera su ascenso.

—Katy, ¿Crees que Jamie me dé permiso de faltar mañana?

—Así nunca recibirás ese puesto que quieres.

Eric y yo nos habíamos vuelto buenos amigos. Pasamos mucho tiempo juntos.

—Dudo mucho que me lo de—murmuró dejando las hojas en mi escritorio—me he esforzado tanto, y ni siquiera lo nota.

—Seguro que lo hace—lo quise animar.

—Me había postulado para el puesto vacante de Marketing que le dieron a Allyson—comenzó—. No es que este molesto por que ella se lo quedó, pero me desanima un poco que la jefa no note mi esfuerzo.

—Te aseguro que lo hará. Te prometo que cuando tenga oportunidad le recordaré tu asenso.

—No es necesario Katy, he estado pensando en renunciar.

—¿Renunciar?—me hizo dejar de golpe mi ipad donde veía las estadísticas del mes—¿Por qué?

—Llevo tanto tiempo trabajando aquí como tu…

—Y por eso no puedes renunciar.

—No importa, hice cuentas y con lo que me toca podría poner un negocio.

Me quede viéndolo sin decir nada. Físicamente Eric es lindo. No es el tipo chico estereotípico de las películas. Es más ese chico agradable qué te hace reír.

—Vale, si es lo que quieres hacer…

—No quisiera, pero estoy cansado de que nadie note lo mucho que me esfuerzo.

—Yo lo veo.

—Eres la única, Kate. Y bueno, tu amiga también pero ¿Qué pueden hacer ustedes?

—Hablar con Jamie—sugerí en un intento de hacerlo cambiar de opinión.

—No funcionará.

—En serio quisiera hacer algo para ayudarte.

—No es necesario—medio sonríe—. Bien me decía mi mamá, si no te valoran en un lugar vete de ahí.

Asentí formando una pequeña sonrisa en el rostro.

—Tu mamá es sabía.

—Lo es.

Me mantuve en silencio un momento. Dios, si se va lo extrañaría. Eric fue el primer amigo que hice al llegar, juntos nos hemos mantenido aquí.

—Debo admitir que, si te vas extrañaré verte por aquí.

—Creo que serias la única.

La puerta de mi oficina se abrió de repente dándole paso a Allyson.

—No puedo más —soltó.

Su rostro contraído del cansancio.

—¿Qué pasa?

—No entiendo, dice que lo hago bien y al segundo esta reclamándome de que lo hago todo absolutamente mal—se acerca hasta sentarse a un lado de Eric, frente a mi —No se en que estaba pensado en aceptar un puesto tan grande e importante—pone sus manos en su rostro.

—Puesto al que yo estaba aplicando y que no me dieron por dártelo a ti—suelta Eric.




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