『 °*•❀ Jazzlyn ❀•*°』
Aquel atardecer donde la campana de las clases se escuchaba anunciando el final de un día más, muchos estudiantes de la escuela comenzaban a salir entre sus amigos, sus parejas o solos para poder volver a sus hogares. Estaba terminando mi clase de deportes, aunque no me daba tiempo de poder cambiarme a mi uniforme común para poder volver a mi casa. Ya deseaba volver, mi mamá me prometió hacer para comer ahora unas hamburguesas caseras.
Algunos compañeros y compañeras de mi clase ya se habían salido de la clase al terminar más rápido, pero como era una de las ultimas. Un poco lenta termine mas tarde, camine por el pasillo con mi mochila recargada en mi hombro mientras caminaba por el pasillo de parte de las canchas sola, estaba concentrada en acomodar unas pulseras que me había comprado anteriormente en una salida que hicimos a un parque.
Aunque alce la mirada a las risas de unos jóvenes. Me detuve al ver al grupo de chicos de preparatoria reunidos en la salida de las canchas tan cercas de la salida de la escuela; ser un instituto donde los grados escolares de secundaria, preparatoria y universidad estaban juntos. algunas veces podía ser algo divertido por poder ver a chicos guapos algo mayores a nosotras como chicas de secundaria. La ilusión de tener a un novio mayor a nosotras.
Aunque… no del todo era bueno poder encontrarse con un grupo de chicos de universidad o preparatoria, sobre todo sola…
Trague nerviosa antes de retroceder unos pasos queriendo tomar otro camino alejada de esos chicos, pero me asuste un poco cuando uno de ellos señalo a donde me encontraba y todas sus miradas girándose a mí. retrocedí unos cuantos pasos mas antes de correr en la dirección de donde venia intentando alejarme.
Tampoco era un día bueno; viernes, fin de las clases y siendo una de las ultimas estudiantes del edificio… muy mala idea suerte.
Me escondí detrás de las escaleras respirando agitada escuchando algunos pasos cercas, vi a dos de esos chicos seguir su camino ignorándome, respiré tranquila creyendo que ya me había salvado. Sali de mi escondite viéndolos alejarse, aunque unas manos me tomaron de mis hombros como sus voces.
-hey, tenemos una linda chica virgen aquí_ me gire viéndolo temerosa y a sus otros tres amigos
-yo… solo quiero irme a casa
-oh, que tierna. Irse a casa lo malo es que ya no tienes salida
-por favor
-ruega todo lo que quieras niña. Ya no tienes salida_ retrocedí, aunque cuando quise huir pude ver a los otros dos chicos volver a donde estaba, estaba rodeada. Solamente retrocedí mi espalda golpeando en la pared viéndolos temerosa
-que sexy se ve_ menciono otro de ellos_ usando ese uniforme deportivo tan provocativo
-puedo ver que te gusta el color azul_ baje la mirada a mi sujetador que podía verse en la blusa deportiva, cubrí mi pecho temerosa de ellos, y creí que me harían daño solamente pude abrazarme a mí misma nerviosa
-mira como tiembla igual que un ratón asustado. Que tierna
-tranquila, tal vez te dolerá. Pero luego rogaras por más y más_ negué temerosa desviando la mirada cerrando los ojos
- ¡hey! _abrí de nuevo los ojos viendo a otro lado a un hombre que se acercaba a nosotros_ dejen de intimidarla
-tu no te metas. Este es el edificio del grado de secundaria
-igual que ustedes no pertenecen aquí_ se acerco a donde estábamos empujando a uno de esos chicos alejándolo de mí, mantenía mis brazos cubriéndome y su cuerpo cubriéndome de la vista de ellos
-hey… te conozco_ menciono uno de ellos_ tu… si, tu eres el boxeador ese. El cocodrilo
-ahora que saben quien soy. Lárguense de mi puta vista antes de que me hagan perder la paciencia con ustedes ¡ahora! _su voz fuerte me hizo encoger temerosa, esos chicos parecieron murmurar algo antes de alejarse dejándome sola con ese hombre. Mire como se alejaban de donde me encontraba
-gracias_ me miro con seriedad manteniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón_ creí que realmente me harían daño
-deberías cambiar esa blusa_ bajé la mirada aun cubriéndome con mis brazos, pero me sorprendí al verlo lazarme la sudadera que tenía puesta_ cúbrete bien_ me la puse con cuidado viendo lo grande que me quedaba parecía un pijama
-gracias…_ me sorprendi9 al sentir su mano cercas de mi oreja quitando mi pendiente para ocultarlo en su mano y poner en su lugar un piercing escuchándose el “clic” al ajustarse en mi oreja. Lo mire dudando por ello
-nadie se acercará a ti de nuevo, ahora todos sabrán que eres mía con mi marca. Una de las mujeres del cocodrilo_ no pude evitar sonrojarme y solo pude verlo alejarse dejándome totalmente sola
-o-oye_ se detuvo mirándome por encima de su hombro_ ¿Cómo te llamas?
-solo conóceme así, como el cocodrilo_ se alejó sin decirme más, mis manos apretaron suavemente la orilla de la sudadera que me entrego como subí mi mano tocando el piercing en mi oreja. Me siento tan feliz de haber sido defendida por ese chico, aunque algo triste por no saber realmente su nombre.
Esos recuerdos aun vuelven a mi cabeza, aunque esa sudadera aun la conservo en una caja entre otras cosas antiguas no se ha desgastado del todo. Aun la marca de Nike como la tela sigue conservándose, aunque su color desafortunadamente no ha sido el mismo. Solamente suspire suavemente en recordar a aquel chico que me salvo de ese grupo de jóvenes.
-cocodrilo_ susurre suavemente pasando mi mano por la sudadera suave, aunque Sali de mis pensamientos al ring ton de mi móvil, deje la sudadera deportiva de lado tomándolo viendo el nombre de mi novio marcado en la pantalla haciendome sonreír feliz. Conteste la llamada de inmediato llevándolo cercas a mi oreja.