Prólogo

Mía:

— ¡Cumple años feliz, te deseamos a ti, cumpleaños querida Mía que los cumplas feliz! — escucho que mi familia canta

Siento un gran peso encima, por su aroma se que es mi hermano Connor, el aroma de mi hermano es como el olor del chocolate y la menta.

— Quítate de encima Connor — digo gruñendo

— Arriba hoy es tu transformación — si es cierto

~Hola Mía soy Jane tu loba interior~

Hola Jane, por fin puedo conocerte

~Ya casi me podrás ver~

Si, estoy muy emocionada

~Yo igual, te advierto que te dolera mucho~

Lo se, pero igual gracias.

Corto el link con mi loba, Connor sigue arriba mío entonces utilizo mi fuerza y lo tiro al suelo, escucho como se queja, solo suelto una carcajada.

— Cariño, ya casi es hora de irnos, levantate y cambiate por algo cómodo, no olvides tu ropa extra para que vayas a la escuela — dice mi madre

— Claro mamá, ahora llevense a don me creo mucho porqué me tocó el tango de Alfa — digo viendo a Connor

— No es mi culpa que la diosa me otorgará ser alfa y a ti te toque ser beta — dice el muy creído

— Vamos ya, Connor — dice mi padre

Me levanto de mi cama, camino a mi armario, tomo un top negro y una pantaloneta corta de color blanco, además de unas tennis.


 

Voy al baño para darme un rápido baño, quito toda mi ropa y me meto a bañar con la lluvia artificial, el agua es fría es justo lo que necesito para quitarme el sueño. Salgo del baño me secó con una tualla, luego me visto, peino mi cabello y lavo mis dientes blancos.

Salgo de mi habitación con una mochila, donde llevó mis celular y ropa de cambio, mi familia me espera en la parte de abajo listos para salir, Connor y mi papá gruñen por como voy vestida, no pueden evitarlo son celosos y sobreprotectores.

— Vamos — ellos afirman moviendo su cabeza

Salimos de casa y empezamos a correr al bosque, obvio ellos van transformados en lobos, el pelaje de mi padre es de color chocolate, el de mi madre es un color rojo como el fuego y el de Connor es un tono castaño claro.

Llegamos a un lugar perfecto para mi transformación, mis padre y mi hermano paran, yo camino un poco más, dejo la mochila a un lado del piso y me siento en la yerba.

Unos minutos después estoy sudando helado, un dolor insoportable se apodera de mi cuerpo, siento mis huesos romperse, por la diosa yo sabía que dolía pero no tanto joder. Cierro mis ojos con fuerza, pasan un par de minutos los cuales para fuerón eternos, el dolor desapareció por fin.

~Abre los ojos Mía ~

Escucho a Jane mi loba, le hago caso y veo que ya no tengo brazos ni piernas, me levanto y empiezo a correr hasta una laguna, se siente raro no tener piernas ni brazos. Me acercó al la laguna y observo mi reflejo soy una loba de ojos verdes con el pelaje blanco.

Mi loba es realmente hermosa...