Durante dos semanas, Álex no volvió a verlo, cosa que agradecía al espíritu santo, como ella decía. En ese tiempo estuvo averiguando todo para poder pedir el préstamo que tanto necesitaba a cambio de poner su casa como aval, y finalmente fue aceptado.
Después de ir a ver a su madre, decidió ir a pasear por la capital andaluza, que al menos eso seguía siendo gratis y serviría para despejarse un poco, por fin empezaba a respirar.
Su móvil sonó, era Bea. Le pareció extraño porque a su amiga no le gustaba nada hablar por teléfono, debía ser algo importante.
—Hola Bea.
—¡Ey Álex! ¿Qué tal? ¿Cómo estás?—saludó efusivamente.
—Bien ¿Y tú? Me parece muy raro que tú llames por teléfono ¿Pasa algo?
—Tengo que pedirte una cosa… Y aunque sé que te vas a negar, quiero que al menos lo pienses y lo hagas por tu amiga del alma que soy yo.
—Si ya me dices eso, es porque no me va a gustar ¿Me equivoco?—esperó una respuesta que jamás llegó—A ver, desembucha.
—Toni me ha invitado al partido de esta noche, me ha dado dos entradas y no quiero ir sola… ¿Vendrías conmigo?—preguntó a toda velocidad.
—¿Qué? Lo siento Bea, pero yo no soy muy fan del fútbol. Creo que paso.
—Por favor Álex, ven conmigo. Te invito a cenar, tú no tienes que pagar nada. No quiero que Toni piense que no valoro su trabajo o que no me importa lo suficiente.
—¿He de suponer que vais en serio?
—Sí Álex. Estamos sintiendo cosas muy fuertes el uno por el otro, aunque aún no nos lo hemos dicho—le explicó totalmente emocionada—Esto es mucho más que una aventura, te lo aseguro. Por eso quiero ir al dichoso partido, para Toni es importante que yo vaya y no lo quiero defraudar.
—Yo mañana tengo que madrugar muchísimo Bea…
—Quédate en mi casa a dormir, así no tendrás que madrugar tanto para venir a trabajar porque ya estás aquí.
—¿Y si Toni quiere quedarse a pasar la noche contigo? Sería bastante incómodo—trató de excusarse.
—Le digo que no y punto. Entonces ¿Qué dices? ¿Aceptas?
—Está bien, iré. Pero me deberás un favor muy gordo.
—Los que quieras—respondió con alegría—Eres la mejor amiga del mundo.
—Si me haces la pelota, no voy—bromeó la muchacha.
—Vente a casa en cuanto puedas.
Álex colgó y suspiró resignada. No debería haber aceptado, pero tampoco quería dejar a Bea sola en algo que la tenía tan entusiasmada. Esperaba ir al campo, ver el partido y volver a casa de su amiga sin ningún tipo de incidente.
━━━━━━✧❂✧━━━━━━
Poco antes de saltar al terreno de juego, el entrenador ya les había dado la charla a sus chicos y se había marchado dejándolos solos en el vestuario. René se acercó a Toni, lo notaba muy distraído esa noche y no sabía por qué.
—¿Qué pasó? ¿Todo bien?—apoyó la mano en su hombro.
—Estoy un poco…no sé…nervioso.
—Hace rato lo noté ¿Pero por qué andás nervioso?
—Invité a Bea esta noche al partido y…ha venido. Sé que es una tontería porque llevo jugando al fútbol toda mi vida y contra equipos mejores que este, pero…no lo puedo evitar.
—Te debe gustar un montón esa mina ¡Mirá como te tiene!—René no pudo contener la risa—Lo vas hacer bien, como siempre. Confiá Toni, la vas a romper esta noche.
—Ojalá que así sea… Lo que no sé es con quién habrá venido, le di dos entradas para que no viniera sola. Habrá traído a alguna amiga o algo—ya tenían que salir, y René debía hacerlo en primer lugar por ser el capitán del equipo, tras él iría Toni—Sé exactamente dónde está Bea, así que pronto saldremos de dudas.
Cuando saltaron al campo, la afición enloqueció dejándose la voz para alentar a los suyos. Después del saludo protocolario, se acercó hasta la zona donde debía estar su chica, la vio y le sonrió, Bea hizo exactamente lo mismo. También vio quién la acompañaba y se echó a reír mientras se acercaba a la portería defendida por René.
—Ya sé con quién ha venido con Bea—informó a su amigo.
—¿Ah sí? ¿Quién?
—¿No lo adivinas?—enarcó una ceja—Tu más admirada enemiga.
—¿Vino con la pelirroja desubicada? ¿Qué hace acá?—ahora era él miraba hacia la grada y las vio. Bea los observaba, mientras que Álex miraba hacia la nada con gesto aburrido.
—No lo sé, pero dudo mucho que esté aquí por voluntad propia, aunque me alegra saber que Bea tiene tan buenas amigas que son capaces de hacer cosas que no le agradan por ella.
El árbitro pitó el inicio del partido y tanto Toni como René, se olvidaron de todo factor externo y se dedicaron a lo que más le gustaba hacer, jugar al fútbol.
━━━━━━✧❂✧━━━━━━
Durante todo el partido Bea estaba de los nervios, no paraba de animar a Toni y se echaba las manos a la cabeza cada vez que alguien le pegaba una patada derribándolo al suelo.
En cambio, Álex al principio se estaba aburriendo, pero con el paso del tiempo, de los goles y de las espectaculares intervenciones de René, el partido le parecía cada vez más interesante.