La melodía de un alma #1 (2025)

CAPÍTULO 18

Un par de horas más tarde, Álex se preparó para ir a buscar su coche a la discoteca para después desplazarse hasta la casa de Juanmi y Noe. Justo acababa de llegar hasta él, cuando cayó en la cuenta que no sabía qué le iba a decir a sus amigos. Si mentía, la iban a pillar y eso sería mucho peor. Lo único que se le ocurrió fue llamar a René.

—Hola ¿Estás ocupado?

—No, decime ¿Para qué me llamás?—acababa de terminar el entrenamiento con el equipo.

—Pues la verdad… No lo sé, perdón…

—Álex, podés contarme lo que sea ¿Qué pasa?—le daba la sensación que ella quería confiar en él, pero no se terminaba de animar—¿Dónde andás? Se escucha mucho ruido.

—He venido a por mi coche, anoche se quedó en la discoteca. Iré a hablar con Juanmi ahora y… No sé qué decirle, me conoce tanto que sabe cuándo miento, a ver que se me ocurre…

—¿Querés que te acompañe? Si me llamás por eso, no tengo problema Álex, podés hablarme con confianza.

—No, no era por eso. Pero bueno, da igual… Te dejo, adiós—y colgó inmediatamente.

René soltó el móvil sin entender nada por más que lo intentaba. Pero le había hecho ilusión que lo llamara y esta vez no era para insultarlo.

—Ey ¿Qué vas hacer ahora?—le preguntó Toni.

—¿Te digo la verdad? No tengo idea.

—¿Cómo está Álex después de lo de ayer?

—Bueno, más o menos. Uno de sus amigos se enteró y le envió unos mensajes que dan miedo. Me ha dicho que ahora iba a verlo.

—¿La vas a dejar ir sola? Si dices que le envió ese tipo de mensajes…

—Es lo que ella quiere. Todo lo quiere hacer sola, ese es el problema—resopló desesperado.

—Ve con ella y ayúdala, aunque no te lo pida—sugirió Toni.

—¿Sabés qué? Tenés razón, lo haré. Llamá a Bea, necesito la dirección del amigo de Álex, seguro que ella sabe dónde puedo encontrarlo.

━━━━━━✧❂✧━━━━━━

Antes de ir hasta la casa de Juanmi y Noe, decidió desviarse un poco y pasar por la suya sólo para asegurarse que todo estaba bien. Una vez hecho, ahora sí había llegado la hora de enfrentar las consecuencias de sus actos.

Álex llamó a la puerta, estaba más nerviosa de lo que creía, Juanmi gritaría un poco y con el tiempo se le pasaría… O al menos eso esperaba.

—Hola—fue Noe quién le abrió. La notó un poco seria, pero era normal.

—Hola—saludó sin apenas moverse—¿Puedo pasar?

—Claro—la chica se hizo a un lado y cerró después que Álex entrara—Juanmi está en el salón.

—Vale—soltó el aire de golpe para liberarse un poco—Hola Juanmi… ¿Qué…tal?

—No tan bien como tú. Enhorabuena por tu boda, imagino que nuestra invitación se traspapeló o quizá ahora que perteneces a una clase social más selecta te avergüenzas de nosotros.

—¡Por supuesto que no! ¿Cómo puedes pensar eso de mí? Noe y tú sois mi familia.

—Bueno, eso es lo que tú dices…—el muchacho se encendió un cigarrillo, fumar lo ayudaba a pensar—¿Por qué te has casado con él? Se supone que no lo tragas y al poco tiempo se convierte en tu flamante marido. Llámame loco, pero no entiendo nada.

—Te prometo que tiene una explicación—quiso acercarse a él, pero Juanmi dio un paso atrás para alejarse—No me mires así por favor…

—¿¡Que no te mire así!?—finalmente explotó—¿Sabes la cara de imbécil que se me quedó ayer cuando vi esas fotos en redes sociales? ¡Eres un fenómeno viral! Y yo, que se te llena la boca diciendo que soy un hermano para ti, no tenía ni la más remota idea de qué narices pasaba contigo, y no sabes cuanto me dolió.

—Siento que te enteraras así, pero te prometo que no es lo que piensas…

—Entonces explícamelo, necesito saber en qué estabas pensando para casarte con el hombre más prepotente, arrogante, creído y mujeriego que pisa Sevilla.

—Pará un poco amigo…—René acababa de llegar al salón donde Álex y Juanmi discutían—No tenés idea de cómo soy—se defendió—Ahora sí te creo que son como hermanos, prejuzgan a las personas igualito—añadió mirando a Álex.

—¿Qué haces aquí? ¿Quién te ha dado esta dirección?—la joven pelirroja no estaba nada contenta con que él estuviera allí.

—Le pregunté a Bea y ya. Mucho gusto, René—le ofreció la mano a Juanmi y el sevillano por supuesto no la aceptó—Muy amable.

—No te pases de gracioso conmigo, campeón—se acercó hasta él para intimidarlo—¿Qué le has hecho para que se haya visto obligada a casarse contigo?

—¡Yo no le hice nada! Este matrimonio se realizó de mutuo acuerdo ¡Decile vos Álex!

—Me casé con René porque quise, es lo único que debes saber—lo enfrentó—Y si no lo hemos hecho público es para que no pasara lo que al final ha terminado pasando.

—Dos personas se casan cuando hay algo entre ellos… Y sé que tú lo último que querías hacer en tu vida es casarte, más aún con un tipo como él… Hay algo entre vosotros ¿No?

—Te estás equivocando amigo—intervino el argentino—Álex no me ama y yo no la amo a ella. Lo único que nos une es un papelito que no tiene validez alguna para nosotros. Podés quedarte tranquilo, no corre peligro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.