Capítulo 11

Melody Hall :

Salgo del baño en toalla y me dispongo a colocarme la ropa interior y una camisa que le robé a Daen hace algunos años, lo bueno de vivir sola es que podría andar desnuda por toda la casa y nadie me puede decir nada.

Reviso mi celular todos los mensajes que no leí ayer, pues me dedique a pensar y analizar toda mi situación, leo y respondo los mensajes que tenía, menos los de Daen, puesto que son muchos. 
Le escribo un "Hola" tras leer todos sus mensajes exagerados, llenos de signos de admiración. Tengo un mejor amigo muy dramático.

Mi celular vibra sobre mis manos y la fotografía que Daen tiene de perfil aparece en mi pantalla; dudo en contestarle, pero seguramente esta preocupado.

—Hola Daen —digo con tono meloso tras contestar la llamada.

—¡No, nada de hola Daen! —habla con tono molesto —¡¿Donde has estado?! ¿O al menos que hacías para no contestar?

—¡Hey, cálmate! A tu edad no es bueno alterarse tanto, te puede dar algo —bromeó

—No estoy jugando Melody, en serio me tenias preocupado —dice irritado —a parte, no me jodas soy tres meses mayor que tú—se defiende

—Solo he estado ocupada y por eso no te respondí —me excusó —solo fue eso

—Aja ¿Esperas que me trague eso? ¿Qué paso en realidad?

—Nada Daen, que fastidioso y paranoico eres —me muerdo el labio nerviosa, puedo mentirle a todos menos a él

—Pues perdón entonces —dice molesto dispuesto a colgar

—Solo bromeo —me disculpo —tengo que contarte algo —murmuró muy suave

—¿Qué? —cuestiona confundido —no te escuché

—Me pasó algo muy feo —hablo levantando las voz

—¿Qué paso? ¿Estás bien?

—Es que hace dos días fui a una fiesta con una amiga de la universidad, me emborrache y allí alguien intentó besarme, pero no sé lo permití y luego de eso todo es borroso —hablo muy rápido y suspiro con fuerza — y lo peor es que amanecí en un cuarto de hombre.

—Por favor dime que no...

—¡No! —lo detengo

—¿Entonces?

—Él me secuestró —las lágrimas se acumulan en mis ojos al recordar todo — yo, yo pensé que nunca volvería a escuchar tu voz, estaba muy asustada, pensé que iba a violarme o algo —sollozo —y luego todo se puso tan raro, yo creo que me estoy volviendo loca —suelto todo eso sin siquiera pensar si tiene coherencia, solo me desahogo.

—¡Hey! Cálmate ¿si? —habla calmado —no estoy entendiendo nada, no hables tan rápido —Respiro barias veces —bien, ahora cuéntame que paso.

Le relato todo, cada detalle, sentimiento, sensación, todo, hasta donde Connor se fue de mi departamento. Daen se queda en silencio, no responde hasta dentro de unos minutos.

—¿Estas segura que no te drogaste? ¿Nadie puso nada en tu bebida? —cuestiona confuso

—¡No! Estoy segura de lo que vi, todo esto me está volviendo loca, no sé qué pensar. —hago una pausa —yo... Yo pude escuchar como sus huesos crujían y tomaban una nueva forma. Casi me dio un infarto

—¿Estas segura? Porque esto es muy grave Melody, no puedes jugar con algo así, no es gracioso —advierte

—¡Ya te dije que es real! —digo levantando la voz frustrada —tengo miedo —susurro al sentir como va formándose un nudo en mi garganta

—Ay Melody— murmura, casi podía verlo pasándose las manos por el cabello frustrado —me cuesta mucho creer todo lo que me estas diciendo, pero tienes que tener cuidado.

—Lo sé —digo casi sin voz —no se que hacer. Estuve a punto de contarle todo a Adam, pero se como actuaría y no quiero mas drama en mi vida.

—Podrías pedir un traslado para aquí, viviríamos juntos e iríamos a la misma universidad, todo sería perfecto ¿no? —hace una pausa esperando que agregue algo, pero no lo hago —y lo mejor es que el psicópata ese no te seguiría hasta aquí y si lo hace yo te protegería —comenta.

—Yo.... Yo no sé Daen, perdería la beca si me cambio de universidad, y tampoco quiero ser una carga para mis padres —digo pensando en las consecuencias que traería cambiarme de universidad, todo será mejor, eso si; pero no puedo.

—Sabes en este momento me arrepiento de no haber estudiado  psicología, así podria atenderte gratis, porque estas completamente loca. —sonrió al escuchar eso — No, mejor les daría una oferta, dos por uno, para el hombre psicópata y para ti.
Me haría millonario ¿no? —cuestiona burlón

—Si, así también te automedicabas. Todos saldríamos beneficiados ¿no? —digo en el mismo tono

—Los psicólogos no pueden medicar —comenta —no estoy seguro, pero creo que eso solo pueden hacerlo lo psiquiatras —informa interesado cambiando de tema.

—Ahhh, ¿en serio? —cuestiono sonriendo de forma malvada — ¿Eso te lo dijo la chica psicóloga? —preguntó refiriéndome a la chica que estudia psicología y de la que estaba enamorado desde hace tiempo

—Contigo no se puede hablar nada serio —bufa — y no, no me lo dijo ella,  sabes que me da vergüenza hablarle.

Hablo con Daen un tiempo más, bromeando y charlando sobre todo y nada a la vez. 
Lo extrañaba mucho hacia casi cuatro meses que no lo veía, y cuando lo vi casi ni pasamos tiempo juntos. Extrañaba las tardes que pasábamos juntos luego del colegio, extrañaba hasta sus chistes malos. No se que sería mi vida sin él.

                               *******
Mi última semana de vacaciones pasó muy rápido y tranquila, no hice más que ver televisión y mis necesidades, lo que más me sorprendió y agradecí fue que no volví a saber nada sobre Connor, eso me alegraba de una gran manera, quizá se había olvidado de mí, como yo intentaba hacerlo cada día con él. He intentado con todas mis fuerzas olvidarme de él, olvidar el horrible fin de semana que viví en su casa.

Quizá dentro de unos años esto solo sea un mal recuerdo, con el que asustare a mis futuros hijos para que no vayan a fiestas.

Coloco los cuadernos en mi mochila y verifico que no me hace falta nada, aunque el primer día del semestre no se hace mucho.

Salgo del edificio y emprendo mi camino hacia la universidad, que quedaba a unos quince minutos de mi edificio; así que decidí caminar, me apetecía caminar hoy, cosa rara en mi siendo tan temprano.