La Melodía del Beta

Capítulo 12

Melody Hall :

Sábado.

¡Hoy es sábado!

Sigo sin asimilarlo, este día ha sido mi mayor miedo durante la semana. No sé si estoy lista para verlo, no puedo estar tranquila sabiendo que llegará en cualquier momento. Camino frustrada y en ropa interior por la habitación, sin saber que usar.

Acordamos que estaríamos juntos por la tarde, pero cuando comienza la tarde según él ¿a las 3:00 pm? ¿A las 4:00 pm? ¡Ay! 
Una de las preguntas que más carcome mi mente es ¿estaremos en mi departamento o saldremos a algún lugar?

Sacudo la cabeza ¿Por qué habría de importarme? Solo estoy cumpliendo con mi palabra de acompañarlo durante una tarde por semana. 
Esto me recuerda que hace unos días me dí a la tarea de buscar información en Internet sobre los hombres lobo, pero lo único que me apareció es que son criaturas mitológicas y varias recomendaciones de películas, no lo negaré, si me vi algunas, pero no me gustaron mucho. El punto es que no encontré una fuente confiable en la cual saciar mi curiosidad; creo que en el peor de los casos tendré que preguntarle directamente a Connor, pero no estoy segura si deba hacerlo.

Reviso mi closet y tomo una sudadera marrón y la colocó sobre la cama indecisa sin usarla o no; hace un poco de frío, pero es soportable. 
Al final tomó un pantalón de mezclilla y una camiseta con la imagen de kakashi en ella, era una de mis favoritas. 
Cepillo rápido mi cabello y lo dejo suelto, pero coloco una liga de cabello sobre mi muñeca, así si me molesta el cabello lo recojo.

Escucho el timbre de mi departamento, me quedo parada sin estar segura si abrir o hacerme la muerta y esperar que se vaya, veo la hora en mi teléfono. 3:00 pm.

>>Ya está aquí, te aviso 
como me fue.>> le escribo a 
Daen rápidamente

>>Bien, me llamas 
por cualquier cosa.
Cuídate >>

>>OK >>

 

El timbre suena nuevamente haciéndome reaccionar, camino rápido y respiro profundo al estar frente a la puerta, me quedo varios segundos allí, con mi corazón latiendo con fuerza y mis piernas casi temblando de nervios y no de los buenos, si no como cuando iban a recibir mis notas de matemáticas.
 

Abro la puerta rápido temiendo a arrepentirme, veo a Connor parado frente a la puerta, este al verme sonríe feliz. 

Él va vestido muy ¿normal? No se porque pensé que iría de traje o algo así.

 

—Hola Melody ¿Cómo has estado? —cuestiona sonriente 

 

—Hola, bien, gracias  —digo con  una mueca parecida a una sonrisa —¿Y tú? ¿Quieres pasar? —cuestionó intentando ser amable, él asiente adentrándose en mí departamento. 
 

—Estoy mejor ahora que te veo —sonríe, yo asiento incomoda sin saber que responder — disculpa que no te traje nada, pensé en traer flores, pero no sé si te gustan. 

 

—No tenias que traer nada —sonrió incomoda. 
 

Nos quedamos un momento en silencio, sin saber que decir, aunque yo no quiero decir nada, lo único que quiero es que esto termine, y así colocarme mi cómoda pijama. 
 

—¿Te apetece ir a dar un paseo? —cuestiona incómodo 
 

Al menos no soy la única que siente este ambiente tan tenso. 
 

—Si quieres —digo encogiéndome de hombros.
 

Él asiente sonriendo. 

—¿Vamos? 

Asiento, me dirijo a la salida y él va detrás de mí, antes de salir mi celular vibra avisándome que tengo un nuevo mensaje. Lo enciendo y encuentro un nuevo mensaje de "Daencito" como lo tengo registrado. 
 

<<Lleva un cuchillo, por cualquier cosa. >>

Sonrió divertida al ver su mensaje. 
 


 

>>Claro :) >>

>>Te amo >>
 

Apagó el celular y lo guardo en mi bolsillo trasero, Connor pasa por delante dándome espacio para cerrar la puerta con llave. 
 

Caminamos en completo silencio, nadie dice nada, solo nos limitamos a seguir el paso del otro. No me acerco mucho a él, trato de estar alejada, pero sin que él lo note. 
Veo brevemente a Connor, pero volteo rápidamente hacia enfrente. 
 

¿Y ahora que le pasa? Hace unos minutos estaba sonriente y ahora con la mandíbula apretada. 
¡Que bipolar! 
 

Salimos del edificio y comenzamos a caminar sin rumbo, o al menos así lo creo yo, pues no veo que se dirija a un lugar en especifico. 
 

—¿Estas cumpliendo las reglas Melody? —cuestiona volteándose y quedando frente a mi.
Frunzo el ceño. 
 

—No se, ¿tu lo estás haciendo? —Levantó la mirada y lo veo a los ojos 
 

—Claro.
 

—Pues que bien ¿no? —digo sin comprender a qué se refiere. 
 

—Si, supongo —dice simplemente. 
 

Esto será más largo de lo que creí, a penas comenzamos y ya estoy muriendo de aburrimiento. 
 

—¿Te gustaron los chocolates? —cuestiona viéndome por el rabillo del ojo
 

—Si, gracias —miento, lo hago porque luego me sentiría culpable al decirle que no me los comí porque tenía miedo que estuvieran envenenados. 
El me observa analíticamente, pero sigue caminando. 
 

—¿Por qué actuas así? —cuestiona de repente 
 

—¿Así como? 
 

—Así, estas siendo demasiado amable 
 

—¿Quieres que no sea amable? —cuestionó confusa
 

—No, o sea si —dice y se rasca el cuello —es que no eres la Melody que conozco. —me observa esperando alguna reacción de mi parte. 
Yo solo me encojo de hombros. 
 

—Solo has visto una pequeña parte de mi, así que no asumas conocerme —bramo. 

—Eso es justo lo que quiero, conocerte —suspira —pero tu no me lo permites, siempre estás a la defensiva. 
 

No digo nada, se me ocurren muchas cosas para decirle, pero hoy no quiero discutir, siento que va a amargarme él resto del día. 
 




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