La Melodía del Beta

Capitulo 18

Melody Hall:

¡Uriel se casará!

¡Y me invitó!

No sé cómo sentirme al respecto, pero no me siento mal, de hecho me alegro que haya encontrado a alguien que lo haga feliz, solo me siento un poco raro al saber que él se casará y no conmigo como fantaseaba a los quince años.

Hace algunas horas me llamo Adam para decirme que Uriel intentó enviarme mi invitación por mensaje, pero como había cambiado de número no había podido. También me dijo que el vendría por mí para que nos fuéramos juntos al lugar donde se celebrara la boda.

Lo bueno de todo es que podré ver a Adam y Daen, me hace muy feliz  que por fin los veré y no tengo que esperar cinco meses para verlos. Y también que será en la playa y nos quedaremos una noche en el hotel que organizara la boda.

—¿En que piensas tanto? —cuestiona Mike y me observaba detenidamente, al ver que no respondo añade —si estas pensando en lo guapo que soy déjame decirte que tu no eres mi tipo —dice como si nada.

—Idiota —digo golpeando levemente su brazo. —a parte, yo soy el tipo de todos —digo arreglando el cuello de mi camisa y quitándole un ojo, nos quedamos un momento viéndonos y comenzamos a reír.

Hoy solo éramos el y yo, pues Gaby tuvo que cuidar a su hermanito.

—¿Sabes quien si es mi tipo? —cuestiona sonriendo de forma pícara. Yo niego. —tu amigo el castaño —frunzo el ceño confundida

¿Daen? Pero Daen es pelinegro.

—¿Cuál amigo castaño? —pregunto

—El que vino aquí aquella vez —dice con obviedad.

¿Connor? No creó, pero a parte de él nadie más a venido a mi apartamento.

—¿Connor? —cuestionó, él se encoje de hombros

—No se como se llama —dice divertido —pero estaba guapo

Mike es bisexual, pero no pensé que le gustara Connor.

—Ya eres su segundo admirador —comento divertida.

—¿Tu eres la primera? —pregunta achicando los ojos, yo niego con la cabeza.

Gaby —respondo divertida. —y deja de comerte su yogur —advierto quitándole el frasco de yogurt.

—¡Oye! —se queja y yo solo le sonrió y me dirijo a la cocina a guardar lo que queda del yogurt de Gaby. —¿Vas a decirme sobre que pensabas?— pregunta

—No es nada importante —murmuró —es solo que el chico del que estuve enamorada por mucho tiempo va a casarse —respondo, Mike levanta las cejas sorprendido. —pero estoy emocionada porque veré a mi mejor amigo y a mi hermano.

—¿No sientes celos? —cuestiona, lo pienso un poco y niego.

—Solo siento raro —comentó — de cierta forma estoy emocionada por la boda, hace mucho que no asisto a un evento.

—También hay comida gratis —dice divertido, yo niego.

Paso la tarde del viernes junto a Mike, quien me obligó a ver la segunda temporada de una serie, que por mi mala suerte se estrenó ese día.

Mentiría si dijera que no lo disfrute, porque si lo hice, aunque no entendí casi nada, él se tomó la tarea de resumirme la primera temporada y aclarar todas mis dudas.

Al final Mike se quedó a dormir en mi casa en el sofá, pues su argumento era que no se iba hasta que terminaríamos la serie y la terminamos a las dos de la mañana.
             
Al despertar me lavo los dientes y preparo "desayuno" pues ya era medio día y yo a duras penas me iba levantando.

Veo hacía el sofá donde aún se encuentra dormido Make.
         
Al tener la comida lista lo despierto, cada uno tomamos nuestra comida y nos sentamos en el sofá.

A mamá le daría un ataque al verme comiendo en el sofá y no en la mesa.

—¿No se enojan tus padres que duermas fuera? —cuestiono, Mike se encoge de hombros.

—No, les da lo mismo lo que pase conmigo —responde restandole importancia, lo observo un momento triste.

El ya me había hablado un poco sobre lo difícil que era su familia, pero no pensé que fueran tan mierda.

—Mike —lo llamo seria — me debes algo, lo sabes ¿no?

—¿Qué?—dice confuso

—Yo me vi tu serie, ahora tú tienes que ver un animé o un kdrama conmigo —digo sonriendo de la forma más dulce que puedo. El niega repetidas veces.

—No, no, nunca acordamos eso —dice levantando las manos

—¡Ay, por favor! Es tu deber como amigo. —asiente resignado, pues sabe que no voy a dejar de insistir —y te toca poner las palomitas. —suspira y asiente, yo sonrio de forma victoriosa.

                              ******

Terminó de ordenar todo mi departamento y me tiró sobre el sofá, cansada.

Cierro los ojos brevemente cuando escucho que tocan la puerta, con mucho pesar me levanto y abro la puerta, donde encuentro a Connor, este al verme me sonríe de forma dulce.

—Hola Melody ¿Cómo has estado? —cuestiona adentrandose en el departamento.

—Hola, eh bien, supongo —digo sin saber que responderle —que puntual. —digo sonriendo

—¿Supones? —cuestiona divertido —y no creo que sea puntual, de hecho hoy se me hizo tarde, ya son las cuatro.

—¡¿Las cuatro?! —él afirma viendo su reloj.

—Pensé que eran como las dos —digo avergonzada —me esperas cinco minutos, por favor.

—Si quieres podemos quedarnos aquí, si estás cansada —niego

—Quiero salir un rato para despejarme —digo, él asiente

Me dirijo a mi habituación y tomo lo primero que encuentro, no quiero hacer esperar mucho a Connor.

Me miró al espejo y suspiro con pesadez, tengo unas ojeras gigantes.

¡Parezco un mapache drogado!

Me siento y comienzo a tratar de taparme las ojeras con maquillaje.

Al terminar doy un vistazo rápido en el espejo y veo bien.

Bonita no estoy, pero asco no doy.
Me río ante ese pensamiento, no sé de dónde lo copie, pero me dio risa.

—Lista —digo llegando donde esta Connor.

—Eres ves hermosa —dice observándome

—Gracias —sonrió

—¿Quieres ir a un lugar en específico? —pregunta, yo niego.

Ambos nos quedamos un momento pensando donde ir.




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