La Melodía del Beta

Capitulo 37

Es una suerte que todos los de la familia de Camily están bien y también que Ethan y Camily comenzarán a preparar el desayuno temprano, porque moría de hambre, de sueño también, pero más de hambre.

El día que yo no tenga hambre es porque estoy por morir.

Ayer ya no pudimos dormir así que nos quedamos en la sala Camily, Ethan y yo, conversando sobre la vida, pues a todos se nos quitó el sueño, menos Connor, él durmió como un tronco toda la noche.

Respiro profundo y sigo mi camino hacia la habitación de huéspedes con el desayuno de Connor, tiemblo al sentir la fría brisa rosar con mis extremidades.

¿Por qué? Pues porque soy idiota y aún no me cambió el short que me prestó Jazmín, cuando Camily dijo que en esta manada hacía frío no mentía, siento que en cualquier momento se me congelará hasta el corazón.

Toco la puerta y me adentro en la habitación al escuchar el "adelante" proveniente de  Connor, dejo la puerta abierta pues llevo las manos ocupadas.

—Te traje el desayuno —digo a Connor quien esta sentado en la cama con la pierna herida estirada —el mío estaba delicioso así que supongo que este también lo estará —comento señalando con la cabeza el plato de comida, el cual coloco en la mesita de noche.

—Supongo que si —dice sonriendo y luego hace una mueca de dolor —Melody, me duele mucho la pierna.

Me acerco a él rapidez y colocó una mano sobre su frente para ver si tiene fiebre, pero no tiene, está más helado que mi corazón.

—¿Le llamó al doctor? ¿Te traigo una pastilla para el dolor? —cuestionó alarmada sin saber que hace.

—No... —responde con una mueca.

—¿Entonces? ¿Qué hago? —pregunto afligida.

—Mételo en arroz —responde Ethan divertido apoyado en el marco de la puerta.

—Voy por una pastilla —aviso dispuesta a bajar.

Connor me toma de la muñeca y niega sonriendo.

—Era broma, solo te iba a pedir un abrazo —comenta.

¡Un abrazo! ¡Un puto abrazo! Después del susto que me ha sacado. Connor como que es algo masoquista, porque en serio estoy por arrancarle la otra pierna.

—Qué asco; me va a dar diabetes, mejor me voy —dice saliendo de la habitación cerrado la puerta —si vas a matarlo dile que firme su testamento a mi nombre, venia a decirles que nos vamos hoy.—dice desde afuera antes de irse, lo ignoro y volteo a ver a Connor molesta, él solo sonrie de forma inocente.

¿Por qué sus sonrisa son tan hermosas ?

Concéntrate Melody, no te dejes manipular por sus sonrisas.

—Ya, solo fue una broma —dice tirando suavemente de mi brazo —ven aquí —habla tomandome de la cintura y colocándome a su lado.

—Me preocupé Connor —reprocho.

—Lo siento —dice cubriendome con la sábana, mi cuerpo lo agradece de inmediato sintiendo la calidez debajo de esta —¿Me darás el abrazo? —pregunta haciendo un puchero.

—No —digo enrollandome más en la sábana.

—Ay, por favor, solo fue una bromita inofensiva —ruega, lo ignoró y sigo rodando sobre la sábana, al final quedó como un taquito —Melody.

—¿Qué?

—¿Me das un beso? —cuestiona.

—No.

—Ay, por favor.

—No —respondo poniendo los ojos en blanco.

Lo volteó a ver y este hace una carita de cachorro, pogo los ojos en blanco y me volteó para quedar boca arriba.

—¿Tienes frío? —inquiero, pues le quité toda la sábana, Connor niega — deberías comer se va ha helar la comida.

—Claro —sonríe tomando la bandeja con comida.

Comienza a comer bajo mi atenta mirada, con una sonrisa de oreja a oreja, volteo la mitad para observar la puerta, me siento como una acosadora mirándolo comer.

—¿Quieres un poco? —pregunta llamando mi atención y señalando el cubierto.

—Es tu comida Connor —reprochó.

—Yo la quiero compartir con mi persona favorita —dice acercando el cubierto a mi boca.

Connor sonríe victorioso al depositar la comida en boca y sigue comiendo como si nada, sonrió por inercia y mastico la comida sin poder despegar la mirada de él.

Vaya, si retrocediera a hace seis meses no creería que que estoy en este lugar con Connor y que a parte me siento feliz de estar acá.

No sé ni en que momento comencé a sentirme tan atraída hacia él, no sé si es su acciones conmigo, su atractivo físico o su personalidad tan dulce, quizá es todo eso junto.

—Me voy a gastar si me miras tanto —dice sonriendo, frunzo el ceño y niego.

—Pensé que te alegraba que te mirara —digo ladeando la cabeza.

—Nunca dije que me molestara —responde masticando la comida —soy tuyo después de todo —sonríe.

Mierda ¿Qué se responde a eso?

—¿Gracias? —Connor suelta una carcajada al ver mi gesto —no se como responder.

—Mi hermosa Melody —dice abrasándome por los hombros y acercándome a su cuerpo —puedes decirme que también eres mía.

¿Soy suya? No lo creo.

—No soy tuya Connor —aclaro, el tuerce el gesto, pero no dice nada, así que añado —soy mía, solo mia, pero puedo compartirme contigo.

—Pues dejeme decirte que no podría estar más feliz.

Sonrió y colocó mi cabeza sobre su pecho, él acaricia mi cabello mientras pone el plato sobre la  mesita de noche.

—También estoy feliz de estar contigo —digo depositandole un beso sobre la mandíbula.

Me quedo sobre su pecho hasta que me quedo dormida, el cansancio de las últimas horas comienza a pasar factura.

                            *****

Si, bueno, si yo pensaba que Connor era un poco ¿excesivo? Ashton lo supera, vino a esta manada para comprobar que Jazmín está bien, aún cuando los chicos le habían dicho que estaba bien.

Me terminó de vestir y salgo del baño, Connor Silba al verme salir.

—Te ves deslumbrante —comenta sonriendo.

—Ya sé —digo guiñando un ojo.

Suelto una risita y me dirijo a la sala junto con Connor, donde ya nos esperan los chicos esperándonos para irnos.




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