Leandro nos dejó un momento a solas a mi hijo y a mí, ya que tenía algo que hacer en el estudio, mientras tanto me siento al lado de mi hijo tomando su mano.
― ¿Qué piensas de todo esto amor?― Le pregunto a mi hijo nerviosa.
―Nada― Mi hijo encoge sus hombros ― Solo que es extraño todo esto ―
― ¿Cómo que extraño?―
―Antes de quedarme dormido no tenía papá, ahora me despierto y tengo uno y es famoso― Vuelve a mover sus hombros.
―Mi amor sé que todo esto puede ser extraño, pero quiero que sepas la verdad― Mi hijo asiente ― Tú ya eres un hombrecito grande que entiende mejor las cosas, así que te contaré la verdad― Mi hijo vuelve asentir ― Tu padre y yo crecimos juntos, ambos nos enamoramos y permanecimos juntos por mucho tiempo― Hago una pausa ― Tu padre siempre le gusto la música, cantaba canciones hermosas y yo le ayudaba y así fue hasta que alguien lo vio y le gusto su música―Mi hijo me mira con un brillo en sus ojos ― Yo te he dicho siempre que algunas veces para alcanzar algo debemos hacer sacrificios ― Mi hijo asiente ―Bueno para que tu padre pudiera cumplir su sueño de ser famoso, tuvo que irse lejos de mi lado―
― ¿Acaso mi papi no me quiso?―
―Ohm no amor, tu padre no sabía nada de ti― Bajo mi rostro ocultando mis lágrimas ― Yo sabía que si tu padre sabía que yo estaba embarazada, él renunciaría a ser cantante por estar a mi lado ― Alzo mi rostro y miro a mi hijo ― Tu padre jamás supo de ti hasta hace unos días y desde que supo de tu existencia ha hecho todo porque tú estés bien amor― Acaricio su cabello ― Él te ama así como yo te amo a ti―
― ¿Ahora que él sabe de mí, tiene que renunciar?― Le sonrió.
―No mi amor, él no va a renunciar a ti por nada― Mi hijo sonríe.
―Cool― Me responde haciéndome soltar una carcajada.
―Tú y tu cool― Mi hijo ríe con más fuerza cuando empiezo hacerle cosquillas.
― ¡Basta mamá!― Mi hijo se retuerce mientras ambos reímos.
―Puedo pasar― Alguien entra a la habitación.
―Claro entra― Sonrió al ver que Alex entra a la habitación llevando una caja de regalo en sus manos.
―Hola, campeón― Mi hijo sonríe al observarlo ― ¿Cómo te encuentras?―
―Bien― Mi hijo le sonríe.
Mi hijo la congenió muy bien con Alex, él no hace más que sacarle risas a mi hijo con sus ocurrencias.
Al poco tiempo llega Antoni y Alex no ha hecho más que burlarse de él, ya que le trajo a mi hijo un peluche de Barney, según él lo compró porque es el dinosaurio que está de moda.
―En serio hermano ¿Barney?― Mueve el muñeco imitando el sonido de un gruñido y todos reímos, inclusive mi hijo que no ha hecho más que reír con estos dos.
― ¡Deja de molestar!― Antoni le quita el muñeco de las manos de Alex y lo observa ― Yo le dije a la chica que me diera un tiranosaurio y me dio esta mie…― Carraspeo interrumpiéndolo.
―Niños a la vista, cuidado con sus palabras ― Canta Ruteo y todos reímos a carcajadas.
― ¿Estás bien?― Pregunta Alex al ver que masajeo mi cabeza.
―Tengo un fuerte dolor de cabeza ― Digo mientras le hago círculos a las sienes de mi cabeza.
―Alex en mi maletín hay un frasco de medicamentos, dale uno de esos que sirve para el dolor de cabeza― Le expresa Antoni mientras ayuda a mi hijo a armar el rompecabezas que le ha traído Alex.
―Gracias― Les digo a ambos y tomo la pasta que me ha pasado Alex y me la meto a la boca para pasársela con el agua, pero casi me atraganto al ver a Leandro en la puerta de la habitación mirándonos a todos en especial a Alex y a mí de manera extraña.
―Hola― Susurra pasando por nuestro lado y se acerca a nuestro hijo besando su frente.
― ¡Que tal campeón!―
― ¡Hola, papi!― Todos nos hemos quedado callados al escuchar a Alejandro llamarlo papi, es la primera vez que lo llama de esta forma y puedo ver como el rostro de Leandro le brilla de felicidad.
― ¿Qué… Han hecho todo el día?― Leandro carraspea tratando de disimular un poco su emoción y los nervios; lo conozco muy bien y sé que tiene ganas de llorar.
―Bien papi la hemos pasado jugando― Le dice nuestro hijo.
―Y burlando ― Digo mirando a Alex y Antoni quienes hacen una mueca haciendo reír de nuevo a Alejandro.
― ¿Puedes creer que Antoni se dejó meter un muñeco de Barney como dinosaurio de moda?― Se burla Alex cogiendo el muñeco mientras hace una mueca y se lo tira al rostro a Leandro.
― ¡Es un tiranosaurio!― Dice exaltado Antoni.
―Un tiranosaurio bien mari….―
― ¡Ejemmm!― Los interrumpo llamando su atención y mirando a mi hijo.
―Bien afeminado― Termina por decir Alex y todos reímos.
―Bueno yo me tengo que ir, tengo cosas que hacer― Dice Antoni parándose de la cama.
―Yo te sigo amigo, ya vine a visitar a mi hijastro y ya me tengo que ir― Murmura Alex besando la frente de mi hijo y se acerca hasta donde estoy y me da un fuerte abrazo―
― ¿Qué es hijastro?― Pregunta mi hijo con curiosidad.
―Es algo que tú nunca vas a ser― Le dice Leandro enojado.
― ¿Y si tú te casas con otra mujer?― Le pregunta Alex para irritarlo.
―Yo nunca me casaría con otra mujer que no fuera la madre de mis hijos― Le contesta Leandro mirándome haciendo que mi corazón empiece a latir rápido.
―Uhhhh― Antoni se burla y golpea a Alex en su espalda.
―Vámonos hermano que acá sobramos― Alex sonríe con picardía guiñando su ojo y ambos se despiden saliendo de la habitación.
Nos quedamos un rato más con nuestro hijo hasta que la enfermera llega a informarnos de que el turno de visita ya se ha acabado.
Con pesar nos despedimos de nuestro pequeño y ambos salimos hacia la casa. En el trayecto empecé a sentirme extraña, sentía mucho, pero hacía mucho calor y por más que encendía el aire no me sentía fresca.
Leandro me miraba mientras manejaba y podía ver preocupación en sus ojos, ya que no dejaba de moverme en el asiento. De verdad me estaba sintiendo rara y sentía un cosquilleo cada vez que movía mis piernas desde mi vientre hasta mi parte intima.