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Fueron los rayos solares que atravesaron mi ventana que me despertaron de mi recóndito lugar seguro y me hacían volver lentamente a la realidad a la monotonía a la verdad del la oscuridad de lo que había pasado ayer, mi mente tan solo podía analizar las cosas lentamente puesto que si hacía énfasis en todas las cosas mi cabeza solo explotaría en un lío de emociones descontroladas y arrasando mi ser al abismo y solo mi única forma de salvación en estos momentos era mi madre. El solo pensar en ver su hermoso rostro demacrado por las lágrimas que derramara por ese hombre me llenaba de fuerzas para aparentar que  podia superar la situacion, mientras que mi ser gritaba con fuerza consuelo, debía ser fuerte por ella y solo por ella por nadie más, igual ya no importaba nadie en cualquier momento puede ocurrir que esa persona en la que tanto confias te abandone como a un perro a un costado de la calle confundido y sin ninguna esperanza, mientras que tu intentas correr por intentar alcanzar aquel auto sin ninguna suerte.

e levanté y fui al pequeño baño compartido de todas las habitaciones de ese piso, antes de salir de mi habitación tome mi toalla que estaba colgada a un lado del armario donde mi desorden de ropa andaba por todo los lados de ese pequeño rincón, serre la puerta con fuerza dejándome en una camiseta sin mangas y una pantaloneta larga que usualmente utilizaba para dormir, nada de otro mundo puesto que el calor de la mañana podía ser intenso, camine por los pasillo igual que un zombie en busca de su próxima presa, arrastrando mis pies desganado sin ánimos y solo poder  llegar al baño lo mas rapido que podia para que ninguno de mis compañeros de piso me vieran de esta manera detestable, alcance la puerta del baño y valla sorpresa que me encuentro estaba cerrada. Dispuesto a regresar a mi habitación alguien abre la puerta  a mis espaldas, con pesadez volteo mi mirada para ver una de las imágenes más divinas que por lo menos logro animarme el dia.

-Hola Jack- dijo Zalika Aranki mi compañera de piso.

Zalika una chica de aproximadamente 1.65 de altura, ojos grises como los cielos Japoneses en invierno, tez algo bronceada por el sol, cabellera castaña clara casi rubia, labios gruesos y carnosos , y una mirada cautivadora simplemente hace honor a su nombre. La conoci desde que llegué aquí y quedé fascinado con su belleza y su sensualidad deslumbrante, pese a que es Egipcia odia seguir las reglas de su gobierno y su religión, por lo que parese mas una sexi chica de occidente que una chica del medio oriente o bueno por lo menos de  este lado de África, sus padres le quitaron todo debido a su constante rebeldía así que tuvo que empezar de nuevo aquí en Asuán.

-Hola Zalika com…- mis palabras fueron calladas al voltear a verla.

Quede casi boquiabierto al verla solo con su toalla enrollada alrededor de su cuerpo y su ropa interior puesta pudiendo divisar un tatuaje de cocodrilo cerca a su clavícula y bajaba por la hendidura de sus bien formados pechos, el rojizo de mis mejillas no se hizo esperar así que como pude recuperar mi compostura lo mas rapido que puede, aclare mi garganta y cerré mis ojos simulando seriedad.

-¿como estas? No esperaba que estuvieses tan temprano en el baño- dije sin mostrar expresión alguna.

-Oye no tienes que ser tan serio conmigo Jacki después de todo ya nos conocemos desde hace tiempo aparte que eres un buen amigo- dijo ella estirando un poco sus brazos hacia el techo.

-En eso tienes razón, pero te vuelvo a repetir que hacías bañandote tan temprano- dije mirándola con un poco más de naturalidad.

-mmm no lo se por alguna extraña razón no pùde dormir desde las 3 de la mañana escuchaba extraños ruidos en mi habitación…-

-mm no me digas que te quedaste de nuevo viendo películas de terror hasta tarde…- la interrumpí mientras me paraba mas derecho y cruza los brazos, suspirando con un toque algo parental.

-heeee no me regañes aparte estaban muy buenas y odio que adivines todo lo que hago se que eres mi mejor amigo pero tampoco es para que me regañes al igual que mi hermano-  dijo la chica haciendo un berrinche algo infantil y con un tierno puchero en su rostro.

La observe y solo pude reír de tal acción le sonreí y por alguna razón por un pequeño y preciado instante pude sentir que todas mis preocupaciones desaparecen  de mi mente, era la magia que tenía ella de hacerme sonreír lo que me producía tranquilidad y saber que por lo menos podía confiar en ella, sin percatarse o pensar muy bien mis acciones la abrace y despeinó su cabello como hacía generalmente, ella se rió y se separó.

-oye no queremos mal entendidos aquí- dijo ella repitiendo el mismo gesto que yo le había hecho-oye ¿Vas a venir a la fiesta de esta noche? Sería muy agradable que por lo menos puedas acompañarnos un rato, hace mucho que no sales con nosotros….jeje o si quiera sales asi que te espero allá- dijo ella sin darme tiempo para responderle.

lo único que pude hacer fue asentir con la cabeza, al no saber que responder( bien hecho jack ahora tendrás que ir) me dije a mi mismo, pero en cierta manera Zalika tenía razón ya he olvidado la última vez que salí con mis amigos fue hace demasiado tiempo, realmente no recuerdo ni siquiera el ultimo dia en que salí y despeje mi mente. Como si me despertara del trance Zalika se despidió de mí y dijo me hizo prometerle de nuevo que iría esta noche, me dio la espalda  y cual niña pequeña se fue emocionada a su cuarto. Yo tan solo no podía quitarme la boba sonrisa de la cabeza, pero ella era simplemente perfecta, una chica que sabía encontrar el lado positivo a las cosas, que pese que la vida le había dado tantos golpes ella quería seguir con una sonrisa en el rostro, no le importaba que tan herido estaba su corazón el brillo de su sonrisa opacaba todo la oscuridad que la rodeaba. La seguí mirando otro momento hasta que desaparecía en el fondo del pasillo; entre al baño me quite la ropa y me mire al espejo, a mi cuerpo le hacía falta cuidado al igual que mi rostro pues ya me estaba comenzando a crecer la barba y las ojeras no me ayudaban de a mucho.