La mentira que siempre soñe

1. El comienzo

¿Ya terminaron?, apúrense que llegaremos tarde–dice mi mamá
Estábamos terminando de vestirnos mi hermana y yo.
Perdona no me he presentado soy  Kiara Vitale Hernández, tengo 17 años, mido 1.68, no soy flaca ni llena, (ustedes me entenderán), cabello negro lacio, piel clara, me gusta cantar, bailar, jugar basquetbol, estar con mis amigas, tengo a mi hermana menor Ximena, y mis padres Lucia Hernández López y Luca Vitale Ferrari , mi mamá es mexicana y mi papá italiano. Se conocieron en la universidad en España, ya que ellos se fueron de intercambio.
Somos una familia importante por nuestros esfuerzos y economía Mi padre es dueño de empresas Ferrari,se dedica a la tecnologia, asi que mi padre era como un nerd de la tecnologia (No es mi opinion, es la de el) y mi madre esta en el mercado de finanzas (Es un cerebrito en matemáticas) palabras de ella tampoco mias.

Mi mamá era de un familia promedio en México, y mi papá era una familia rica, hasta que conoció a  mi mamá, él lucho por su amor y lo logro he aquí la prueba viviente, (ósea mi hermana y yo).
A mis abuelos al principio no les cayo bien la noticia, pensaban que solo estaba interesada en el dinero, poco a poco se convencieron que no era así, y la aceptaron.
Yo nací en México, mi hermana en España, nosotros vivimos en España  así que somos una familia diferente (culturalmente). Nos enseñaron que no por ser ricos debemos gastar, desperdiciar, etc. La humildad ante todo ¿no?. Ya me desvié perdón.
Resulta que íbamos a una gala importante de la familia de mi mejor amiga Amy, ella es estadounidense, se mudo aquí por asuntos de su familia hace 6 años, teníamos 11 cuando nos conocimos. Somos como uña y mugre*.
Mi hermana tiene 12 y es la alegría de la casa, nos hace reír, lleva puesto un vestido crema con un listón gris como diadema. Yo llevo un vestido azul largo con un corte que se ve una pierna toques de piedras en el vestido, con mi cabello planchado. Un maquillaje natural.

Ahí vamos–grito y bajamos juntas
¡Wow!, ¡mis princesas, que hermosas!–dice mi papá sonriendo
—¡Ay mi niñas! son tan hermosas–dice mi mamá.
—Gracias–decimos y los abrazamos—Vámonos por que se nos hace tarde,  señoritas–dice mi papá.

Vamos de camino al hotel donde será el evento, mis papas me dijeron que había una sorpresa solo para nuestra familia, no veo la hora.
Después de 20 minutos llegamos al hotel Empire el hotel de los papas de mi amiga.

—¿Cuando veremos la sorpresa?–le pregunto discretamente a mi mamá
—Pronto, se paciente–dice, paciencia es lo que no tengo
—Mamá no me digas eso, sabes que no tengo tanta paciencia, ¿ni siquiera un adelanto?–suplic y ella niega, me pongo triste, ellos se adelantan y me quedo sola, tengo tantas teorías. Me quedo absorta en mis pensamientos que siento que alguien me casi me tiraba. Me volteo y veo a mi mejor amiga
—Dios Amy–le digo asustada

—Perdón, pero te vi y lo quise intentar, como los viejos tiempos, lo malo fue el vestido que no me dejo saltar con libertad–se disculpa y la miro

—A bueno y...  ¡¿No crees que es un riesgo con estos vestidos?!—exclamo con enojo, ella se queda pensando mientras la analizo.
—Tienes razón lo siento, ya será la próxima—dice restándole importancia.

La miro y trae un vestido con escote tipo v confeccionado en tafeta de seda en color champagne y rebordeado en chantilly color hueso con pedrería la falda es circular completa en gasa blanca.
—Estas hermosa—le digo el cumplido—Gracias, tú también—me agradece
—Bueno, cuéntame ¿Cómo te fue con la investigación de la sorpresa?–pregunta 

¿Qué? No me regañen ,se lo tenia que contar
—Mal, trate toda la semana y hace unos minutos con mi mamá y nada–suspiro rendida
—Solo queda esperar—dice Amy—Pues ya que, lo que si nos dijo fue que iba a estar en este hotel–digo emocionada—¡Que bien!, como se que eres impaciente mejor vamos con nuestras familias a saludar y después con las chicas ¿te parece?–explica, asiento y vamos
Llegamos con los papas de Amy a saludar.


—Hola, señores Taylor, ¡que bueno verlos!—los saludo, ellos son como de nuestra  familia
—Hola Kiara, igualmente, ¡pero que preciosa estas!–dice la mamá de Amy, Gabriella, con vestido gris oscuro, que le queda increíble.—Muchas gracias, usted esta guapísima, y usted no se queda atrás señor Taylor–los alabo
—Gracias querida, que bueno que pudieran venir–nos dice el padre de Amy, David, lleva un traje negro, con una corbata azul marino, sus papas de Amy son estadounidenses.
—Si nos disculpan, vamos hablar con las chicas–dice Amy llevándome, me despido de ellos —Ahora si, vamos a estar en nuestro ambiente–celebra
—Mira ahí están Amanda y Evaluna—digo sonriendo, nos acercamos sigilosamente para asustarlas y...


—¡Hola!– decimos ambas y las espantamos tanto que gritan
—¡Dios!, ¿Qué les pasa?–nos dicen asustadas—ay eso sono raro
—Perdonen, pero venimos a saludar a las mejores–saludo—No pasa nada, ya paso, y bien ¿Cómo están?-dice Evaluna, de cariño le decimos Eva
—Bien–digo en nombre de las dos
—De hecho tengo un chismecito que contarles—aviso
—Bueno cuenta–me invita a contar,  Amanda
—Resulta que mis padres me avisaron que tenían una sorpresa para mi hermana y para mi, no me quisieron decir que es pero, me contaron que será hoy –lo comento emocionada y Amanda y Eva se queda sorprendidas
—¿Y sabes que es?–pregunta Amanda

–No, le insistí mucho a mí mamá, y no me quiso decir, lo que si me adelanto es que nos encantara.
—Pues espero que sea algo increíble Ki—dice Eva, el apodo es demasiado cursi pero con los años te acostumbras.

—Yo siento que eso puede cambiar las cosas, es como un presentimiento—dice Amanda, la miramos sorprendidas por que cuando Amanda tiene un presentimiento tiene un 90% de probabilidad de que ocurra
—¡Ay!, ¿crees que sea del bueno?—pregunto




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