La mentira que siempre soñe

23.Visitas

—¡Kiara!— gritan unas voces pequeñas, sobresaltándome por la sorpresa, corren hacia donde estoy para abrazarme y los acepto con mucho gusto

—¡Ah mis ángeles hermosos!— los recibo con gusto, dándoles besos en sus cabelleras —Los extrañe tanto, mírense ya están muy grandes— me ven felices, mientras avanzamos al patio con ellos abrazando mis piernas, lo que hace que no pueda caminar.

—¿Por que nos venias a vernos?—pregunta Carolina, mientras trato de caminar

—Por que no sabia que se mudaron hasta que hable con su mamá, además la escuela me tenía ocupada—les digo aferrándome a la puerta que da al patio

—¿Y por que no le dijiste a mamá?—pregunta Damián

—Estem... estaba ocupada con eso de los exámenes— 

—Pero pudiste habele dicho después de acaba tus exámenes—asegura el niño

—Buen punto pero tenia cosas que hace—-

—¡Ves Damián te dije que estaba ocupada!, ¡no nos olvido, como creías!—detengo mi paso

—Espera ¿Creyeron que me había olvidado de ustedes?— se quitan de mis piernas y me dejan agacharme a su altura

—Bueno yo no, pero él chi— señala a su hermano y él la ve mal. Para ser pequeño es muy perceptivo y maduro

—¿Por que?—pregunto extrañada

—Por que siempre las personas nos dejan, mi papá, mi hermano tu, todos nos dejan a un lado—lo dice decepcionado

—Damián, yo nunca los olvide, siempre pensaba en ustedes, en saber como estaban, siempre que iba a la empresa le preguntaba a su mamá por ustedes, hicimos una promesa ¿recuerdan?—pregunto y asienten penosos

—Les prometí que no los abandonaría, a pesar de la distancia ustedes serian de mi familia, que lucharía por ustedes, y lo sigo cumpliendo-—les digo viendo como están nerviosos

—¿Y lo sigues pometiendo?—pregunta Caro

—Claro que si, promesa de manita—les hago una señal con la mano colocándola en mi corazón, asienten y hacen lo mismo

—Promesa— dicen al mismo tiempo que se escucha tierno

—Ahora vamos a jugar al patio— escuchan la palabra jugar y salen corriendo como si no hubiera mañana

Así pasa la tarde, los tres jugando platicando sobre sus amigos, tomando fotos, son niños que pasaron mucho, por el abandono de su padre por que ya quería más problemas (o si me dijo Alicia), nunca le he preguntado a Alicia donde esta, es un tema delicado, los cuatro pasaron una fase complicada al no tener como pagar las escuela, mis padres le ofrecieron pagarla pero no aceptaban hasta que solo dejaron que Alonso fuera el fotógrafo de la familia y ella se le subiera un poco mas el sueldo, no nos dejaron hacer algo más y entiendo no querían aprovecharse de eso.

—Bueno, bueno... ¿sabias que te ves hermosa con pintura?—me sobresalto del susto por mi novio

—¡Mier... !—Los niños me ven esperando a que complete mi oración—Miércoles, hoy es miércoles—me ven raro pero regresan a su actividad.

—Si ya lo veo, pero gracias por recordarme—se burla

— ¿Qué haces aquí, creí que tenias trabajo?— lo veo extrañada

—Tenia, pero vine por que quería conocer a tus pequeños—mira a los niños y después a mi—Ya veo por que tienes pintura en la cara— se burla de mi
—O si, estaba con los chicos pintando y veras que se salió un poquito de control—trato de esconder nuestro desastre con mi cuerpo
— Mmm ya veo, y por que no me dejas ver—pregunta divertido
—Eh... por que quiero esperar—se mueve y me muevo
—¿A que?, quiero verlos—se mueve y me vuelvo a mover, es una pequeña batalla, hasta que me carga y me deja en otro lado y empieza a caminar hacia los niños llega y se queda sorprendido.

—Bueno esto no me lo esperaba—dice algo divertido. La escena es algo rara por que de una parte del piso esta lleno de pintura de todos los colores hecha por Carolina y por mi, mientras que otro lado solo hay una diminuta machita que hizo Damián quien sigue pintando como si nada.

Nosotras estamos manchadas de la cara y manos, él esta manchado lo normal

—Nadie se lo esperaba, pero no le hace—digo restándole importancia

—Sabes que vas a tener que limpiar este desastre ¿Verdad?—menciona y asiento

—Si, y mejor ahora por que si viene mi nana, uy no quiero imaginar la regañina—empiezo a caminar a la casa para limpiarme, tardo un buen rato por que nadie me dijo que iba ser difícil.

Regreso al patio, encuentro a Carolina limpia, a los chicos empezando y me uno a ellos

—Oye Kia— me llama Caro

—Dime— le respondo quitando una mancha de pintura

—¿El es tu novio?—detengo lo que hago para mirarla, me señala a Noah, quien sigue limpiando con una sonrisa divertida seguramente la escucho

—Ehhh... si ¿Por?—

-Por que dijiste que no debías tener novio-me regaña

-Bueno eso fue hace un año las cosas cambian-aclaro

-Si, pero dijiste que no puedo tener novio y si tu tienes yo también-

-Oye!! no puedes tener novio tienes 6 años-

-Claro que si, si tu que dijiste que estabas pequeña para tener novio ¿por que yo no?-

Por que tienes 6 años- le responde su mellizo

-Shh- lo calla y el rueda los ojos

-Bueno pero también deberias de presentárnoslo ¿no?- vaya esta niña es demasiado lista

-Eh si, Noah- lo llamo para que se acerque, llega, se agacha colocándose a mi lado- Ellos son los mellizos, Carolina- la señalo con la mano- Y Damián- señalo al niño que se coloco con su hermana. -Chicos, él es Noah... mi novio- resoplo con vergüenza

-Hola- saluda mi novio-Es un gusto conocerlos, su amiga me hablo de ustedes.-aclara y los niños lo ven con algo de desconfianza
-¿Y que quieles con Kia?-pregunta Caro
-La quiero mucho, voy a cuidarla por ustedes-
-Mmm no te creo- duda mi amiguita
-Yo se que no me tienes confianza por que apenas nos conocemos y lo entiendo asi que te lo demostrare, yo la cuido mientras ustedes no estan y ustedes se encargan de ella cuando vebgan—asegura mi novio
—Mmmm...—se lo piensa y junto a su hermano hacen una pequeña juntita, nos damos miradas cómplices de lo divertido de esta situación, se despegan y nos miran
—Bueno esta bien.. dejalemos que Noa sea tu novio—dice Caro y sonreímos por  como le dijo
—Si que nos lo demueste—asegura firme Damián
—Ok,  trato—les estrecha sus manos a los mellizos.




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