La Meretriz y el sacerdote.

capitulo 5

ALEXANDRA.

Me encontraba descansando en casa. Otto me dio el día libre debido al dolor de espalda que me provoco la caída. Estaba preparando algo de comer en casa cuando alguien toco la puerta. Seguro se le ha olvidado algo a Jorge y ha vuelto por él. Fui directo a la puerta, la abrí y me encontré con una agradable sorpresa.

-Hola Alexandra. ¿Cómo estás?- Noel había llamado a mi puerta.

-Estoy bien. ¿Pero tú qué haces aquí?, ¿no deberías estar en casa a esta hora?

-Descuida, no tengo hora de llegada. Vine a visitarte y agradecerte por lo que hiciste por mí. La verdad llegaste en el momento que más lo necesitaba, y para agradecerte traje esto para ti- Me entrego una girasol, que sin duda me encanto.- espero que te guste.

-Muchas gracias por el regalo cariño. Lo aprecio mucho, son mis favoritas.- lo invite a pasar para que no se resfriara con la brisa que hacia afuera- toma asiento cariño, siéntete en casa.

Puse las flores en agua y fui a la cocina para atender lo que estaba en el fuego. Estaba haciendo unas costillas de carnero con legumbres: las favoritas de Jorge.

-¿tienes hambre? Estoy preparando algo delicioso estoy segura de que te va a encantar. Pero antes debes darte una ducha, hueles a cerdito- Él se echó a reír pero estuvo de acuerdo conmigo. –ve al baño a ducharte, mientras te buscare algo de ropa limpia y tendré la cena lista.

Fui a la habitación de Jorge a buscar algo de ropa limpia. Cuando abrí su cajón vi un suéter que me pareció haber visto a Otto con él. A lo mejor Otto se lo presto algo así. No le di importancia al asunto así que busque lo que necesitaba y Salí. Le pase la ropa a Noel y fui a poner la mesa para la cena.

-¡Noel apresúrate, la cena esta lista!

Una vez que Noel salió del baño iniciamos a cenar. No pude evitar sentir pena al ver la forma en que el niño comía. Lo hacía como si tuviera un hambre acumulada y con desesperación a la vez.

-Come despacio cariño o te vas a quemar. Le di un paño para que se limpiara la boca- cuéntame más de ti cariño, ¿vives con tus padres?

-No, vivo solo.

-¿Y por qué?, ¿Dónde están tus padres?- Noel dejo de comer y me miro.

-A mi madre nunca la conocí. Lo único que supe de ella es que era monja. Ella murió cuando me estaba dando a luz. A mi padre tampoco lo conocí. Solo sé que cuando mi madre murió el me abandonó, me dejo al cuidado de una vecina quien cuido de mi hasta hace unos pocos años. Ella también falleció. Era una gran persona, me trato y me cuido como si fuera mi propia madre.- una lagrima rodo por su mejilla al relatar todas estas palabras- Es increíble como la muerte nos arrebata a las personas que más amamos, ¿no es así?

-Te entiendo perfectamente. Yo también perdí a mi madre muy joven, incluso ni la recuerdo. Jorge si la recuerda y dice que ella era muy hermosa y que me parezco mucho a ella. La verdad la extraño mucho.

-¿Y tu padre murió también?

-No, no murió. Pero para nosotros es como si lo estuviera. Mi padre siempre fue un alcohólico, y según lo que me cuenta Jorge, mi padre llego borracho a la casa un día y tuvo una fuerte discusión con mama y como siempre le pego. Le pego tan fuete ese día que mama cayó y se golpeó la cabeza., entonces murió. Luego de eso mi padre siguió tomando, no nos dedicaba tiempo y tampoco nos cuidaba. Jorge y yo pasábamos días sin comer y sin ducharnos. Hasta que papa tomo la terrible decisión de llevarnos a un orfanato para deshacerse de nosotros. El nunca más volvió, y nosotros tampoco volvimos a saber nada de él.

-Lamento mucho lo que paso con tu familia. Pero hasta cierto punto nuestras historias tienen algo en común.

-Si- le dije- ¿Dónde vives?-cambie de tema porque la verdad es algo que me entristece mucho y tampoco quería hacer sentir al niño más triste de lo que estaba.

-Vivo en las calles. Es el refugio para las personas como yo.

- ¿Y no te da miedo?

-No. La verdad es que con el tiempo le perdemos el miedo a ciertas cosas, y más cuando tenemos que convivir con ellas.

La noche transcurrió entre risas, lágrimas y charlas. La verdad es que disfrute el tiempo que pase con Noel. Siento que ya le estoy tomando aprecio y cariñ0.

-Bueno, la cena estuvo deliciosa y la charla súper interesante y entretenida, pero ya debo irme. Gracias por todo Alexandra, espero que tengas una buena noche y que descanses- el fue directo a la puerta, pero antes de que se marchara lo detuve.

-¿Te gustaría quedarte a pasar la noche aquí?- el bacilo por un instante.

-La verdad si me gustaría, pero no quiero causar molestias ni incomodidades.

-No es ninguna molestia, al contrario, me gustaría mucho que te quedaras.

-Está bien, me quedare.

Recogimos la mesa, lavamos los platos y organizamos todo. Ambos estábamos exhaustos y con sueño, así que le dije a Noel que durmiera en la habitación de Jorge nos despedimos y nos fuimos cada quien a dormir hasta el día siguiente.

···

-Noel, cariño despierta el desayuno ya está listo.

Noel se levantó y se ducho, mientras él se alistaba, opte por poner la mesa y terminar de vestirme, quería salir al parque con el niño para conocerlo más y pasar tiempo con él.

Cuando Noel salió de la habitación ya el desayuno estaba listo así que empezamos a comer de una vez. Estábamos conversando de nuestra niñez y me di cuenta que teníamos algo en común.

-Noel, me gustaría que te quedaras a vivir aquí con Jorge y conmigo, eres muy niño a un y no deberías estar solo. La verdad me siento identificada contigo, Jorge y yo solo nos teníamos los unos a los otros, y me gustaría ayudarte. Por favor, me harías muy feliz si aceptaras.

Él estaba sorprendido y emocionado a la vez, no dudo en responder.

-¡Sí!, si quiero.- el salto de emoción y me abrazo. Estaba muy feliz por la propuesta. Le devolví el abrazo y le di un beso en la mejilla.

Seguimos hablando y desayunando hasta que fuimos interrumpidos por alguien que toco la puerta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.