La Metanoia De La Vida

Insomnio

La mente puede ser un arma de doble filo.

Y la noche, tu peor enemiga.

Algunos pueden dormir sin problema, entregarse a siestas en la tarde,

cuando el cuerpo cede al cansancio.

Pero otros… solo despertamos cuando el mundo se apaga.

La noche se convierte en nuestro refugio silencioso,

donde libramos batallas con la mente,

sin que nadie lo note.

No se trata solo de sobrepensar o cuestionarse.

Es enfrentar esa voz en tu cabeza

que dice cosas que no son verdad,

o peor aún, lo que no quieres escuchar.

Algunos le llaman demonios, otros fantasmas,

otros, simplemente, subconsciente.

Yo le llamo mi mejor compañía.

Porque aunque no siempre me diga lo que quiero oír,

siempre está allí,

acompañándome

cuando nadie más lo hace.

Cuando todos duermen,

y me toca enfrentar mis guerras internas,

la noche también se vuelve mi aliada.

Solo entonces puedo quitarme la máscara,

y ver esa versión rota de mí

que nadie más conoce.

Porque la noche trae el insomnio,

y con él, mis pensamientos y mis debates.

Es cuando hablo sin miedo,

sin sentirme estorbo,

escuchando las verdades

que intento evitar durante el día.

Vivimos en el mismo cuerpo,

pero pensamos distinto.

Caminamos sobre las mismas espinas,

pero no sentimos igual.

Disfrutamos de la misma noche,

aunque con perspectivas contrarias.

El insomnio es mi forma de encontrarme,

pero también es su forma de mantenerme despierta, para obligarme a mirar mi verdad.

Porque aunque no se apaga,

es —en su oscuridad—

mi más fiel compañía.



#2798 en Otros
#676 en Relatos cortos

En el texto hay: el amor, la vida, metanoia

Editado: 06.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.