La mente puede ser una arma de doble filo.
Y las noche tu peor enemigo.
Algunos podemos dormir en las noches y aveces tomar siestas en la tarde o cuando estamos muy cansados.
Pero otros sólo nos quedamos despiertos cuando todos en el mundo se apaga.
Las noches se vuelven nuestro refugio donde pelamos una batalla con nuestra mente sin que nadie lo note.
Porque no es simple echo de sobre pensar o de cuestionarnos. Es de expresar lo que sentimos con esa persona que está en tu cabeza que te dice cosas que no son verdad o también te dice lo no quieres escuchar.
Muchos le llaman demonios, fantasmas o simplemente subconsciente. Yo le llamo mi mejor compañía. Aunque aveces no me diga lo que quiero escuchar siempre está ahí acompañadome cuando nadie está.
Cuando todos duermen y me toca luchar con mi propia batalla internas. Mi mejor compañía también es la noche porque mientras y todos duermen. Puedo por fin quitarme mi máscara y ver mi version más rota que nadie ve.
Porque la noche es donde viene el insomnio y con ello viene mi compañía y mis debates. Porque es con quien puedo hablar sin tener límites, sin pensar que estorbo y quien me dice lo que nunca quiero escuchar.
Vivimos en el mismo cuerpo pero tenemos mentalidades diferentes. Caminamos por el mismo camino de espinas sin sentir lo mismo. Disfrutamos de la misma noche con la compañía del otro pero en el mismo cuerpo. Porque el insomnio es mi manera de estar conmigo misma. Pero también es su manera de mantenerme despierta para pensar en mi realidad. Porque aunque no se apaga es mi mejor compañía cuando en verdad la necesito.