Sarah
—Felicidades cariño— Su madre nos abraza — ¿Para cuándo la boda?—
—En unos mes...—
—Una semana— Interrumpe Marcelo.
— ¿Una semana?— Gritamos mi hermana y yo.
— ¿Te parece mucho?— Marcelo toma mi mano y yo siento que no puedo respiran —Nena ¿Estás bien?—
— ¿No crees que es muy pronto?— Pregunto y recibo un vaso de agua de parte de mi hermana.
—Cariño — Dice y se pone a mi altura — No veo la hora de estar contigo, de empezar una vida juntos—
Mierda ¿No puede ser más lindo?
—Además... yo necesito a mi hermana y ella ahora está de viaje y no sé...— Me quedo callada.
¡Joder! Mi hermana... Levanto mi rostro topando con la cara de preocupación de mi hermana menor. Ella sabe cómo yo que esto no le va a gustar nada.
—Tranquila amor, te prometo que ella estará para tu boda— Trago saliva.
Sí claro. De seguro ella impedirá la boda.
La familia de Marcelo son personas muy agradables. Escucharon lo que siempre había querido para mi boda. Una sencilla solo con la familia y amigos cercanos.
Solo había una cosa que rondaba mi cabeza y era el tema con Laura. No sé cómo se lo tomará o lo que sea capaz de hacer. Pero solo tengo una cosa segura, si me ponen a escoger entre mi hermana y Marcelo, lo lamento por el bombón pero mi hermana es más importante. Como dice: Si no es en esta vida, será en la otra. Pero Laura y Clara son mi única familia de sangre.
Clara
Mi hermana luce feliz al lado de Marcelo. Se nota que la hará feliz pero eso ni quita la tensión que sentimos por parte de nuestra hermana mayor.
Decido alejarme un poco del tema de la boda de mi hermano y camino por el jardín sin darme cuenta que una vez más me he alejado de todos.
Ya no escucho murmullos, solo el canto de los pájaros hasta que llego a la orilla de un lago. Aquel lago... Cierro los ojos para acordarme de esa melodía dulce, celestial.
—Debes estar feliz por lo de tu hermana—Dice alguien a mis espaldas.
—Claro, ella merece ser feliz y espero que al lado de tu hermano lo haga— Susurro sin mirarlo.
—Lo hará —Hace una pausa y lo siento más cerca — Mi hermano se dedicara a ella y siendo su alma jamás le haría daño—
—Por lo menos no le hace daño a su alma— Digo un poco molesta.
—No lo entiendes—Me doy la vuelta y lo miro. Luce hermoso sin importar que trate de ocultarse de su oscura ropa.
—No lo entiendo—Me acerco y el da un paso hacia atrás haciendo que me duela — No importa tampoco al parecer no soy lo suficiente para ti— Paso por su lado y siento una corriente eléctrica cuando toma mi mano para que me detenga.
—Tu eres todo para mí—Dice cerca — El que no es suficiente soy yo... Yo no quiero hacerte sufrir, dime que pasaría si un día te das cuenta que no era lo suficiente para ti— Da un paso más cerca — No quiero que estés a mi lado solo porque así estaba escrito... Yo quiero que seas libre—
— ¿Acaso me has preguntado alguna vez que es lo que quiero?— Susurro con voz ahogada —Acaso no sabes que lo que quiero es ser parte de ti— Mis lágrimas empiezan a bajar por mi rostro.
—No—Niega con la cabeza y se separa —No quiero que estés amarrada a mí solo por eso —Me suelta y se aleja.
— ¿Por qué?— Me acerco furiosa tomando su mano haciendo que voltee a verme — ¿Porque no puedes ser como tu hermano?— Sus ojos se oscurecen al mencionar a su hermano.
—Porque yo soy un maldito egoísta—Dice soltándose — No soy como mi hermano, yo no sería capaz de compartirte con nadie, ni siquiera tu familia— Toma su pelo y lo jala con desesperación — Soy un maldito egoísta, soy celoso, soy posesivo, lo único que haría seria encerrarte conmigo— Susurra despacio — Solo me dedicaría amarte... —Toma mi rostro haciendo que gima por la corriente que siento— Me dedicaría hacerte el amor día y noche—Pasa su dedo por mis labios —Te tendría en mi cama y solo...—
— ¿Solo que?— Pregunte con voz temblorosa.
—Nada— Me suelta y comienza a caminar alejándose de mi — Quiero que seas libre Clara, mereces conocer el mundo viajar, disfrutar... —
—Hazlo conmigo— Digo entre lágrimas.
—Soy un hombre solitario Clara —Mira sobre su hombro —Como te dije, no podría compartirte al mundo—Dice esto último y desaparece dejándome con un dolor en mi pecho.
Sarah
Mierda. Estoy nerviosa.
Han pasado dos días y ya tengo el vestido con el que me voy a casar. Ni siquiera es como me lo imagine, es mejor.
Todo esto es irreal. Marcelo se ha encargado de que todo quede perfecto.
Ahora mis manos tiemblan. Estoy a punto de hablar con Laura para informarle sobre mi matrimonio, de verdad no quiero que me arruine esto tan magnifico que estoy sintiendo. A pesar de que no conozco mucho a Marcelo siento que lo hago, esto de los lasos es más fuerte de lo que pensé.